3 grandes enseñanzas que sólo una madre puede dejar a un hijo

Un legado, una herencia con un valor que el ni todo el dinero en el mundo pueden comprar.

Viviana Domínguez

Basavilbaso, un pueblo pequeño donde empezó su historia

Nelida Elisa Martínez, fue mi madre, quien nació un 15 de noviembre 1924 en la ciudad de Basavilbaso Argentina, un pueblito habitado por inmigrantes de Europa pero especialmente hebreos. De ahí recibió su sobrenombre: “Quetune”, que significa “muñeca hermosa” por el cual todos la reconocen para siempre.

De su infancia no sé mucho, sólo recuerdo anécdotas que ella me contó, como el origen de su sobrenombre, o el motivo por el cual cantaba de maravillas.

Según ella, su madre la llevó al doctor al tener unos 10 años porque vivía enferma de los pulmones, y el doctor le dijo que la enviara a canto para desarrollar sus pulmones y hacerlos fuertes. Bueno dio resultado porque mi madre fue Soprano Lírica, y cantó en coros de la ciudad, en la Iglesia a la que perteneció y en CASA.

Su pasión por la música y el canto hicieron que todos sus hijos aprendieran un instrumento musical con el tiempo. De su carácter debo decir que era una mujer fuerte, no era muy cariñosa pero tremendamente divertida y alegre. Con el tiempo entendí la necesidad de su dureza y exigencias.

Pero no todo fue fácil para ella desde que se casó con mi padre Victor Hugo Dominguez y juntos tuvieron 5 hijos, yo soy la pequeña de la casa, cuando tenía tres años mi padre enfermó y quedó incapacitado de caminar, hablar o moverse, le llevó mucho tiempo recuperarse, pero jamás pudo volver a trabajar. En esas condiciones mi madre enfrentó la tarea de educarnos, y no solo criarnos.

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Tres momentos con ella que determinaron quién soy yo hoy

La navidad, la mejor época del año

El primer día de diciembre mi madre decretaba el inicio de la Navidad. Todo el mes era navidad. Al no contar con muchos recursos económicos, todas las decoraciones se hacían en la casa, y con cosas de la casa. Los huevos vacíos, eran los adornos, pasabamos tardes enteras decorandolos, el pororo (popcorn) las cintas largas de nieve, los vasitos pequeños de plásticos que traíamos de la iglesia, las campanillas, confeccionamos las tarjetas de navidad y lo mejor de todo, mi madre horneaba cerca de 35 a 40 panetones, los cuales comíamos uno cada día hasta llegar al día 25 de diciembre.

No sé bien porqué, pero hasta hoy en día diciembre es mi mes favorito, y la navidad la más importante celebración familiar del año.

Educación , leer y leer

Sin duda ella tenía muy claro lo que esperaba de nosotros, nunca lo dudo. Ella me contó una vez ,que a ella le encantaba estudiar, pero que su madre solo la mando hasta 5 grado y después debió quedarse en la casa, siempre quiso continuar con su educación, más de adulta estudió canto y música con nosotros, fue lindo tener a mi madre como compañera en la clase de solfeo. Fue como una inyección para mí.

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Sus deseos por la educación, y amor a la lectura, infundieron en mí un deseo de que “TODOS” logren obtener un grado de escolaridad, y a creer firmemente en que cada niño tiene el derecho de ser educado.

Servicio desinteresado

Un dia regresando de la iglesia, encontramos una persona que obviamente vivía en la calle,y se veía enfermo, mi madre inmediatamente se detuvo para hablar con la persona e investigar lo que le pasaba, recuerdo que yo me asuste por la apariencia de la persona, pero mi madre me miró para tranquilizarme.

Ella se encargó de llamar a la ambulancia, esperamos ahí hasta que que el hombre fue atendido y debidamente llevado al hospital. Recuerdo haberme sentido muy bien y feliz; mi madre tomó mi mano y me dido : “hija, nunca esperes para ayudar a alguien que te necesita, actúa enseguida”.

Al contarlo hoy, aún puedo ver la escena maravillosa que marcó sin duda el ser humano que hoy soy

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Hoy querida madre en tu dia te honro a ti y cada minuto de vida que compartimos, y porque sin duda fuiste tú quien guió, moldeó y preparó a quien hoy soy. Al mirar tu foto ,”Quetune”, muñeca hermosa, aquel caballero supo ver no solo tu belleza exterior, sino tu ser de mujer.

Toma un momento para compartir ...

Viviana Domínguez

Psicopedagoga, escritora y orientadora familiar. Oriunda de Argentina, actualmente reside en Utah. Es amante de la buena literatura, la música, el arte y de pasar tiempo en familia.