6 formas en las que tú haces miserable tu vida, pero lo culpas a él

Cuando haces algo que trae consecuencias de por medio, lo más fácil en la vida es buscar culpables.

Arturo Leonardo

Dentro de una relación de pareja, culpar al otro por ciertas actitudes que tomamos es lo más sencillo, ya que esto se convierte en una explicación que produce cierto confort, pero que es totalmente falsa.

Recuerda que la felicidad no se encuentra en otra persona más que en ti, que una pareja llega a la vida a compartir su felicidad y que las consecuencias de nuestras acciones, no son culpa de nadie más, que de nosotros mismos. Es por ello que a continuación quiero compartirte algunas de las posibles formas en las que podrías estar haciendo de tu vida algo miserable, sin que tú mismo te des cuenta y te la pases culpando a tu pareja. ¡Deja de hacerlo ya!

1. ¡Celas y vigilas como si fueras policía!

Te has vuelto una especie de vigilante: revisas su celular, ves su perfil de redes sociales para ver con quién comenta cosas, estás al pendiente de a quién le manda mensajes y tus celos son enfermizos. Ante esto, sueles justificarte diciendo que tu pareja tiene la culpa por hablar con tanta gente, pero ojo, recuerda que no es de tu propiedad y tiene derecho a rodearse de otras personas.

2. Dejaste de arreglarte

Le dices frases como: “mira, por tu culpa he subido de peso y mi ropa ya no me queda”, pero aquí no hay nadie más que tenga esa responsabilidad, sólo tú. Entiende que cuando te cuidas y arreglas lo debes hacer para ti mismo y no para alguien más. Si subes de peso, tu rostro luce demacrado o cualquier situación similar, es porque tú así lo quisiste, ¡cuidado!

3. Te volviste irritable y nada te pone de buenas

Antes de iniciar tu relación, conociste a tu pareja con sus virtudes y defectos, decidiendo así compartir la vida juntos. Ahora no quieras aplicarle chantajes como “es que no haces esto que me gusta” o “es que deberías ser así”, justificando que, por eso, estás de mal humor todo el tiempo. Cuidado, si no te hace feliz esa relación, ¿qué haces allí? Deja de señalar al otro como culpable y toma las riendas de tu vida.

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4. Truncaste tus estudios o planes profesionales

“Por casarme contigo dejé a un lado mi exitoso trabajo”, sueles decir cuando discuten. Generalmente, cuando una pareja desea tu felicidad, no trunca tus proyectos, se añade a ellos y busca la manera de apoyarte. Reclamos como éste suelen ser una excusa muy sencilla para intentar defender la falta de valor que tuviste, para seguirte arriesgando. Deja de reprochar algo de lo que tú estabas consciente, cuando tomaste la decisión.

5. Te haces la víctima frente a todos

Cuando la gente te pregunta: ¿cómo estás?, tu respuesta suele ser: “aquí, pasándola porque ya sabes que…” y enseguida te vas como hilo de media a despotricar contra el otro. ¿Te gusta que los otros te compadezcan? Recuerda que nadie te obligó a elegir a tu pareja y permanecer en esa relación.

6. Le dices a tu pareja que no serás feliz, hasta que te deje libre

¿Acaso asumes que estás presa?, ¿verdad que no? Recuerda que la felicidad está en uno mismo, por lo que, si vas por la vida pensando en que alguien más te la dará, como si fuera un regalo, te quedarás esperándola el resto de tus días. Piensa que, si no eres feliz con tu relación, entonces debes trabajar para que así sea, o bien, alejarte de ahí. ¡No hay más qué hacer!

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Arturo Leonardo

Comunicador fanático de sus hijos a quienes les relata día a día sus aventuras de música y deportes, gusta de leer lo que se cruce en su camino, piensa que el acto más revolucionario que puede existir es el de reír.