6 ventajas de vivir cerca de los abuelos

Hace un poco más de un año, como familia, tomamos la decisión de mudarnos a cinco minutos de la casa de mis suegros, los padres de mi marido.

Miriam Aguirre

A veces la idea de mudarse a vivir cerca de otros familiares, especialmente los padres del cónyuge, puede ser mal vista e incluso contemplada con un poco de miedo, ya que es probable que existan roces y problemas difíciles de resolver. Hace poco más de un año, como familia, tomamos la decisión de mudarnos bastante cerca de la casa de mis suegros –a cinco minutos–. Ha sido una experiencia interesante y diferente en el sentido de que es la primera vez que nuestras hijas experimentan el tener familiares tan cerca y tan presentes en su vida.

A continuación quiero compartir sólo seis de las muchas ventajas que tenemos de vivir cerca de los abuelos:

1. No hay mejor niñera que un par de abuelos amorosos

A mis nenas les encanta pasar tiempo de calidad con sus abuelos. Practican dibujo, costura y se entretienen creando cosas nuevas junto con ellos. ¿Qué mejor niñera que un par de familiares amorosos con mucha experiencia en el tema y, por si esto fuera poco, una paciencia infinita?

2. Apoyo moral para los padres

Incontables veces nos hemos apoyado en sus hombros en busca de un par de palabras de ánimo y entendimiento de su parte para lidiar con los desafíos diarios de la vida. Ahora no tenemos que viajar muy lejos para encontrarlo.

3. Sabios consejos y terapia para padres

¿Necesitas consejo de una persona confiable que haya pasado por lo mismo que tú? ¿Qué tal los padres de tu esposo? Los abuelos tienen un consejo y una experiencia (o muchas) para cada suceso en la vida de mis pequeñas hijas.

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4. Compañeros para ir de compras

El vivir cerca de los abuelos de mis nenas nos provee de uno o dos compañeros para salir de compras o para atender compromisos sociales a casi cualquier hora, todos los días de la semana.

5. Ahora las cenas familiares no se reservan para un par de veces al año

Gracias a que vivimos tan cerca podemos reunirnos de manera más informal y más frecuentemente, de hecho nos juntamos como familia por lo menos dos veces a la semana.

6. Una familia más unida

Mis hijas ya no ven a sus abuelos como “la visita” que viene a verlas muy de vez en cuando. Ahora conocen, confían y aman a sus abuelos por lo que son: una parte primordial de la familia, casi como sus segundos padres.

Tal vez no todos los días serán color de rosa, tal vez surjan discusiones o diferentes puntos de vista en cuanto a cómo criar a los chicos. Pero con una buena actitud positiva de los dos lados (padres y abuelos), y siempre poniendo en primer plano el bien de los pequeños, es posible pulir esas asperezas y llegar a acuerdos sin perder o complicar la relación familiar. Yo, por mi parte, estoy muy agradecida por el amor, los cuidados y la atención extra que a diario reciben mis pequeñas de parte de sus abuelos.

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Miriam Aguirre

Miriam Aguirre nació en México D.F. y actualmente vive en Argentina. Tiene un título en Educación Infantil. En su tiempo libre disfruta de leer novelas románticas, caminatas con su esposo y jugar con sus dos hermosas hijas.