Año nuevo… ¿Vida nueva?

El cambio viene desde dentro, pero requieres de voluntad para mejorar tu vida.

Erika Patricia Otero

Esta es una frase que desde que somos niños estamos escuchando, pero en realidad, ¿el año nuevo representa una vida nueva?

Los últimos días del año se caracterizan porque las personas hacen listados gigantescos de propósitos para el año siguiente. La meta es hacer cambios radicales a sus vidas, pero en realidad ¿cumplen esos propósitos? Algunas personas tienen la fuerza de voluntad para cumplirlos, pero seamos francos, no la gran mayoría.

Ahora bien, esto sonará rudo, pero hacer esa lista se convirtió en una especie de moda. Y aunque para muchos sea algo significativo, para otros solo es tratar de seguir una corriente impuesta por la fiebre de las redes sociales.

Hacer cambios depende mucho de cada uno de nosotros. Puede que te ayuden a ubicar en espacio y tiempo algunos objetivos, pero lo cierto es que muchas metas a veces ni siquiera dependen de nosotros.

Lo que haces hoy son las bases de tu futuro

Hace unos días, debido a algo que me ocurrió, comencé a buscar información sobre las casualidades.

Nunca he creído en que la vida se maneja por una suerte de azar; honestamente, creo que lo que vivimos hoy es respuesta de lo que hicimos en el pasado.

Básicamente, creo en la ley del karma, o como la llama la ciencia: Teoría de la causa y efecto; de todas maneras, es lo mismo.

Según lo que leí, todo lo que pensamos y hacemos tiene una repercusión en tu futuro. Con esto en mente, debemos aprender a vivir de manera consiente. Dicho de otra manera, controlar lo que pensamos, hacemos, decimos y hasta comemos; todo para tener control sobre nuestras vidas y no vivir en modo automático.

Ahora pienso que, si fuéramos capaces de vivir de esta manera, tendríamos total control de nuestra existencia.

Es justo por esto que pienso que no siempre las listas de propósitos tienen sentido; pues a la larga pueden quedarse en el papel. Creo que vale más tener en mente propósitos pequeños y ejecutarlos poco a poco; y de esta manera, lograr cambios significativos a futuro.

Lo que pocas veces tenemos en cuenta

No dependemos de ninguna lista de propósitos para cambiar. Tampoco es que no sepamos que podemos cambiar nuestras vidas cuando queramos; más bien, es que vivimos sin siquiera ser conscientes de lo que queremos.

El punto es que podemos cambiar el curso de nuestra vida en cualquier momento; solo es cuestión de tener fuerza de voluntad y tener claros los cambios que se desean hacer.

El problema real es que cuesta salir de la zona de confort. A veces, esto se debe a que estamos cómodos con la vida que tenemos; otras veces, no sabemos cómo hacerlo, y otras más, porque tenemos miedo a lo desconocido.

Sea la razón que sea, todos necesitamos hacer cambios si queremos que nuestra vida avance; de otra manera, viviremos eternamente estancados.

Cómo empezar a hacer cambios en tu vida

Lo primero es darse cuenta de que de verdad quieres un cambio. Obviamente, si alguien quiere que su vida monótona cambie, pues debe buscar ese cambio. Lógicamente, también puedes hacer modificaciones en tu vida, aunque tu situación actual sea buena

Cualquiera sea el caso, debes identificar qué es lo que quieres cambiar y de esa manera tomar medidas.

Supongamos que no te gusta tu empleo actual; sin embargo, temes no poder encontrar uno rápidamente, por esto no has renunciado. Pues lo primero es comenzar a buscar un buen empleo; esto o prepararte para un nuevo oficio antes de dar el paso crucial. Va a tomar tiempo, pero sabes que tienes algo seguro y vas por tus metas.

En el caso que los cambios que deseas hacer no son tan radicales, pues empiezas de a poco. Mi madre dice un dicho muy cierto: “El que mucho abarca, poco aprieta”. ¿Por qué llenarte de una serie de propósitos, cuando puedes hacer las cosas poco a poco?

Supón que tu meta es ir de viaje a una playa paradisiaca en fin de año; pues lo principal es ahorrar el dinero suficiente. Luego, debes coordinar cómo y cuándo es el mejor momento para ir. Tienes un año para planear todo y que tu viaje salga como soñaste. Ese simple plan requiere organización y planificación.

Por ejemplo, si para ahorrar dinero vas en bicicleta al trabajo, pues de paso controlas tu salud; dos objetivos por el precio de uno. De esa manera logras algunos propósitos sin necesidad de hacer lista.

Otra manera de conseguir cambiar tu vida de a poco

Algo que aprendí hace un tiempo fue a ponerle fecha a las metas.

Quien me enseñó está técnica me explicó que el secreto es poner una fecha realista para alcanzar el propósito. Desde luego, debe ser un objetivo real y que de verdad anheles.

Imaginemos que lo que deseamos es poner un negocio propio. Pues lo primero es ubicar un oficio que conoces y sabes que se te dará naturalmente. No importa que se trate de un negocio en vista de uno de tus hobbies, luego le pones una fecha de inauguración.

Entre el planteamiento del negocio y la inauguración debe haber un tiempo prudente, un año, por ejemplo. En ese plazo de tiempo vas a cumplir pequeñas metas. Ejemplo: pedir un préstamo o invertir tu ahorros, conocer el mercado, ubicar un lugar que te garantice la llegada de clientes; por nombrar algunos puntos a tener en cuenta.

Al final, cuando ya cumpliste esa meta vas a darte cuenta que tu vida dio un giro de 180 grados. Solo una meta logró que cambiarás en muchos aspectos y solo requirió de tu organización y voluntad. Así es con todo en la vida.

Como puedes ver, solo es necesario que desees hacer cambios para cambiar tu vida. No necesitas esperar al fin de año para hacer cambios. Solo ponte metas que de verdad te interesen y verás como te pones manos a la obra.

Erika Patricia Otero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.