Apóyate en la hipnopedia para catapultar el desarrollo de tus hijos. Conoce esta técnica y sus usos

Conoce y aplica esta técnica de programación neurolingüística para reforzar en tus hijos conductas positivas y apoyarlos emocionalmente. Su desarrollo puede ser óptimo y tú te sentirás mejor con este avance de tus hijos.

Marilú Ochoa Méndez

Amo a mis hijos con todo mi corazón, pero no siempre logro comunicárselos. A veces se los demuestro con abrazos y caricias, otras insistiendo hasta el cansancio (de ellos y mío) en algunas tareas. Me agobia que en momentos difíciles, mi amor es suficiente apenas para no gritar y colgarlos de la pared, y me resigno a demostrarlo sólo con miradas y suspiros o apartándome un momento.

Conocer la hipnopedia, sin embargo, me ha abierto una posibilidad de transmitir mensajes al subconsciente de mis pequeños de manera directa, para vaciar en lo posible su cabecita de experiencias desagradables o nocivas y llenarlas con palabras de aliento y esperanza.

Si tú, como yo, buscas herramientas novedosas para comunicarle a tu hijo tu amor y aprecio o te preocupan comportamientos como la enuresis (mojar la cama por las noches) y la falta de autoestima en tus hijos, entonces, acompáñame en este artículo.

¿Qué es la hipnopedia?

Este término significa “aprender por medio del sueño” y fue acuñado por el escritor y filósofo inglés Aldous Huxley en su libro Un mundo feliz. En su obra narra cómo se elaboraban mensajes cortos que se repetían por las noches para manipular a los niños. Este novedoso método ha sido aplicado a través del tiempo por los padres de forma natural con fines mucho más nobles: compartir a sus hijos lo que en el trajín del día es difícil comunicar: que los amamos, que queremos disculparnos por alguna reacción violenta, que son importantes y valiosos.

Y es precisamente este último enfoque de la hipnopedia el que retoman los coach y escritores Patricia Valenzuela y Edmundo Velasco en su libro Coaching para niños felices.

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El cuento del tiburón y la pared

El doctor Edmundo Velasco, mexicano y coautor del libro en que se detalla esta técnica, nos habla de la necesidad de reprogramar el inconsciente de nuestros hijos basándose en un pequeño video que te comento a continuación:

Un pequeño tiburón cayó en una barca pesquera, y como no querían lastimarlo, los pescadores lo depositaron en una gran pecera. El tiburón necesitaba nadar para respirar, así que avanzaba a través del agua en su nuevo hogar, pero sin saber cómo, pues cada vez que se acercaba a cierto punto chocaba fuertemente con una gruesa pared invisible que lo lastimaba. Con el paso de los días aprendió que esa barrera era imposible de vencer, y procuró su supervivencia, así que no se acercó más por ahí, se resignó a tomar otros caminos. Tiempo después, la pared de acrílico fue retirada, y se armó un espectáculo abierto al público en que una guapa mujer se exponía ante los ojos asombrados de la audiencia y sorprendentemente siempre salía ilesa, pues el tiburón había aprendido bien la lección, y se restringía en su zona segura.

El doctor explica que lo que hizo aprender al tiburón fueron los golpes, y relaciona esto con una triste realidad: a veces a nuestros hijos los enseñamos de esta manera: limitando sus satisfacciones, posponiendo sus deseos intensos, a veces alzando la voz y probablemente con algunos golpes. Entonces, el niño debe posponer su deseo de jugar con aquel juguete maravilloso porque debe “esperar hasta su cumpleaños”, y aprende que a veces algunos sueños “no nos tocan”. Años después la madre intenta alentarlo para asumir un riesgo y encaminarse a cumplir un sueño, pero el joven probablemente piense de manera inconsciente que “no le toca aún”, pues ¡no todos los días es su cumpleaños!

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La tranquilidad de contar con herramientas para sanar

Para mí la hipnopedia representa una oportunidad de sanar algunos patrones que mi hijo ha percibido en nuestra forma de educarlo, su interacción conmigo, con su papá y con sus hermanos. Por más que hemos procurado darles a todos nuestros hijos amor y contención, soy consciente de que cometo errores y no siempre lo he logrado, y me da tranquilidad y esperanza contar con esta herramienta.

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En el siguiente punto te comentaré en boca de una de sus impulsoras cómo se aplica.

¿Cómo aplicar esta técnica?

En su blog, Patricia Valenzuela nos comenta que “hablar al cerebro inconsciente de tu hijito es una oportunidad que no debes perder. Dos horas después que ya se durmió es el momento exacto para que le converses lo mucho que lo amas y cómo estás de orgulloso de él o de ella.

Háblale de lo que quieres conseguir para su beneficio, por ejemplo: ‘Mañana te levantarás con mucho ánimo. Mañana te sentirás muy animado a la hora de hacer las tareas. Mañana estarás muy cercano a tus hermanitos y evitarás las peleas tontas que te entristecen’.

Limpia su cerebro de la televisión, la violencia o los comentarios destructivos, y créale un sueño relajado, acompañando sus primeras horas de descanso. Hazlo con voz dulce y relajada… te sentirás reconfortada tú también“.

¿Qué te parece? ¿Te animas a aplicar esta técnica? ¡Cuéntanos cómo te va!

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Marilú Ochoa Méndez

Enamorada de la familia como espacio de crecimiento humano, maestra apasionada, orgullosa esposa, y madre de siete niños que alegran sus días. Ama leer, la buena música, y escribir, para compartir sus luchas y aprendizajes y crecer contigo.