¿Casa nueva? Lo que no debes pasar por alto

Una casa es un sueño, pero uno que puede convertirse en pesadilla si no vemos más allá de la publicidad de los verdes jardines, los espacios perfectamente diseñados y las sonrisas eternas de familias hechas por computadoras.

Yordy Giraldo

Cuando mi esposo y yo compramos casa, fuimos tan inocentes que creímos en todo lo que nos dijo el vendedor. Cuatro años después tenemos que lidiar con una renta, con una hipoteca y con todos los “vicios” que le han venido saliendo a la casa una vez que la compramos y que fuimos incapaces de ver y prever con anticipación.

Comprar una casa es una de las aspiraciones más grandes de casi cualquier persona, y un gran logro cuando al fin se concreta. Un hogar es sinónimo de seguridad, de éxito y ciertamente mucho más que cuatro paredes. Es el sitio en el que no solo habremos de echar raíces, sino que es nuestra herencia para los que amamos.

Pero llegar a ese punto es definitivamente un camino escarpado que requiere de mucho empeño, tiempo y no pocos sacrificios. Por ello dejar que la emoción nos gane y no cuidar los detalles al momento de recibir esas tan preciadas llaves puede convertirse en una pesadilla de lo más costosa.

No te dejes endulzar el oído

Cuando los vendedores o las constructoras están en plan de conquista, nos hablan de lo más bonito. Nos cuentan de los acabados, del espacio, de la plusvalía. De lo que nadie dice ni una palabra es de los vicios ocultos, de que trabajan en serie, de los detalles mal cuidados que planean heredarnos si no tenemos la astucia de revisar a profundidad cada rincón antes de completar la entrega.

Como todas las inversiones, si no estamos conscientes de lo que estamos comprando, corremos el riesgo de que nuestro dinero lejos de multiplicarse desaparezca. Por eso cuando vayas a aventurarte en algo así, es importante que te asegures que cuenta con los servicios de ley (drenaje, luz, agua, transporte).

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Ten en cuenta que el terreno debe contar con permisos para ser zona residencial, comercial, y mucho cuidado no sea zona protegida, pues se supone que estas no permiten construcciones. Revisa si tu casa está fabricada en una zona de riesgo y que quien te vende, en efecto tiene derechos sobre ese suelo. Una vez que tienes cubiertos esos aspectos, es importante que pases al detalle. Para eso, una vez que estés dentro del inmueble debes pasar la lupa sobre:

El interior de la casa

  • Puertas y ventanas: que estén bien fijadas, y que las chapas cierren correctamente.

  • Instalación eléctrica: Debe haber en cada rincón y sin falsos contactos o cables parchados. Si el medidor de la luz sigue girando cuando todo está apagado, tienes un problema en la instalación, que te va a salir muy caro.

  • Agua: Revisa todas las llaves, regaderas, lavamanos, lavaderos y sanitarios. Debe corre correctamente con buena presión y sin salideros. Deja salir un rato el agua para cerciorarte que no se estanca ni se sale.

  • Humedad o salitre en las paredes: Revisa que no haya humedades ocultas, que la pintura no esté “inflada”, que los muros no estén agrietados.

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De preferencia hazlos firmar una carta de las condiciones en las que estás recibiendo y por precaución menciona las cosas que en ese momento no se pudieron verificar dejándolas como pendientes.

El exterior de la casa

  • Inundaciones: Pregunta con los vecinos si no se mete agua (o de plano se inunda) la casa, que es algo que sólo podrá verse en época de lluvias.

  • Mejoras a futuro­­: Pide un plano de las instalaciones eléctricas y de drenaje de la casa por si a futuro se requiere hacer trabajos, saber qué zonas no deben dañarse, o por dónde trabajar.

  • Adeudos: Revisa que no se tenga adeudos de luz, gas, mantenimiento o predial y que te entreguen los comprobantes de pagos.

  • Seguridad de la zona: Antes de firmar nada, visita la casa de noche. ¿Es segura? ¿Hay pandillas? ¿Hay manera de acceder mediante transporte público en caso de emergencia? Te invito a que pongas atención en este artículo: 3 cosas que harán de tu vecindario un mejor lugar para vivir

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  • Vecinos ruidosos: Aprovecha tu visita en la noche y no solo aguza tu oído, sino pregunta a los vecinos: ¿está cerca de tu casa el vecino ruidoso, el abusivo, el peleonero? (porque sí: siempre hay uno de cada tipo en cada calle). Si es así, ¡Huye! ¡Corre por la paz de tu vida! También te invito a leer: ¡No soporto a mis vecinos!

Por lo general las constructoras en su afán de venderte, se comprometerán a muchas cosas, por favor no recibas nada hasta tanto hayan terminado por completo, porque después que hayas aceptado y ellos puedan cobrar será complicado hacer que cumplan. Y si bien es cierto que puedes demandar, estos procesos son tardados, complicados y costosos.

Una casa es un sueño, pero uno que puede convertirse en pesadilla si no vemos más allá de la publicidad de los verdes jardines, los espacios perfectamente diseñados y las sonrisas eternas de familias hechas por computadoras.

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Yordy Giraldo

Yordanka Pérez Giraldo, Cubana de nacimiento, mexicana por elección.