Él creyó que estaba jugando con su hijo: en realidad le estaba enseñando a vivir la vida

Si tú eres padre, lee este artículo. Te enseñará cuan importante es el juego en la vida de tus hijos.

Oscar Pech

Deja te pido un favor: primero ve este vídeo, y luego ven a leerme.

Hace muchos, muchos años, yo creía que el papel de la mamá era, esencialmente, nutrir, dar cuidado y amor. Y creía que el rol del padre era el de criar, enseñar, proveer y dar el sentido de “la ley y el orden” (aunque suene a programa de televisión), dentro de las paredes del hogar. En otras palabras, yo creía que el padre en buena medida era la justicia, y la madre era la misericordia. Todo esto de manera meramente intuitiva, porque nunca había oído hablar de la función paterna, de la madre fálica y otras linduras de ese tipo.

La figura paterna

Es cierto, la figura paterna da apoyo, confianza, consejos y enseñanza, pero da algo más que eso. Como vemos en este vídeo, el padre interactúa con el hijo de manera muy dinámica e interactiva a través del juego, y eso es MUY importante en el crecimiento de tu niño, porque es a través del juego que el niño explora y aprende.

El padre da estabilidad

Es a través del juego que el niño se ve motivado a tomar riesgos y que aprende a interactuar con el mundo. ¿Por qué? Porque cuando el niño juega, ya con sus pares, ya con sus padres, siempre se establecen reglas. ¿Lo notaste en el vídeo? Al principio el papá señala al hijo, y de esa manera le indica que es su turno. Cuando el niño juega, pasa por tres etapas: 1. Se pierde en su propio mundo, se distrae (no ha entrado al juego). 2. El hijo pone a bailar a su peluche (él toma el lugar del papá). 3. Entonces, en 1:56 pasa algo mágico, que nos roba el corazón: el hijo señala al padre, indicándole que es su turno.

Es a través del juego con sus padres, que los niños aprenden a controlar tanto el cuerpo como las emociones. Eso es fundamental, porque es así como los niños desarrollan resiliencia, es decir, su habilidad para lidiar con situaciones de frustración, de estrés, o simplemente aprenden a solucionar problemas. Lo que hace este papá es fundamental, porque a través del baile y del juego le da a su hijo el mensaje de que el mundo es un lugar que no es agresivo, que es seguro, un espacio a que todos necesitamos ir y explorarlo. A través del juego, el padre le enseña al mundo que él, el niño, tiene la capacidad de ir y conquistar el mundo.

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Si yo tuviera que darte un consejo como padre sería ese: cuando llegues del trabajo, no te sientes a ver la televisión, ni te enfrasques en el celular. Estás agotado, lo sé, pero busca que tu descanso sea jugar con tus hijos. Esto les va a dar a ellos el increíble tesoro de “el compromiso para con las relaciones interpersonales”, que es algo que estamos perdiendo aceleradamente como civilización occidental. Al jugar con tus hijos, teniendo la sabiduría de decidir qué tanto desafías al niño, y qué tanto lo dejas disfrutar del juego, desarrollas en ellos la empatía y el apego, al tiempo que construyes una relación que les va a dar seguridad toda su vida.

El daño irreparable de un padre a su hijo

Un último punto: si cuando llegas a casa después del trabajo te conectas a la pantalla plana o a tu celular, piensa que los expertos dicen que el rechazo de la figura paterna puede lastimar al niño, incluso más que el rechazo de la figura materna. El apego que tienes con tus hijos, contribuye a la formación de sus gustos y de su personalidad. Cuando el niño se siente relegado o rechazado, por lo general cuando llega a ser adulto tendrá sentimientos de inseguridad, ansiedad, hostilidad, adicción a sustancias o problemas de comportamiento, así como su habilidad de confianza en los demás, particularmente en sus relaciones amorosas. Así que, ¡es tan importante que cuando llegues del trabajo juegues con tus hijos! Nuevamente: ese juego diario es la mejor vacuna que le puedes dar a tus hijos para mantenerlos alejados de las adicciones de todo tipo.

(Ahora, entre paréntesis, en caso de que quien lea estas palabras no sea un hombre: es fundamental recalcar que si no está presente el padre biológico, eso no llevará al fracaso a tu hijo. Por fortuna, cuando el padre es violento, distante, o negligente, por lo general esa figura paterna la puede tomar el padre adoptivo, los abuelos, tíos, hermanos mayores, e incluso los futuros empleadores de tu hijo: la vida o el Padre son tan generosos, que nos dan personas que incentivan el crecimiento psicosocial de los niños, pero, si hay está presente el padre biológico, ten cuidado con la alienación parental, y siempre dale al padre de tus hijos el lugar que le corresponde.)

Por supuesto, estimado lector varón, el párrafo anterior no te exime de esa responsabilidad, que es al mismo tiempo un honor y un placer: el de jugar cada día con tus hijos. Así que no hay pretexto: ¡a bailar, jugar y cantar cuando llegues del trabajo!

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Oscar Pech

Oscar Pech ha dedicado su vida a la enseñanza, la lectura, la escritura y la capacitación en diferentes partes de la República mexicana. Es una persona profundamente comprometida con la familia y los valores morales.