Enseña a tu hijo a tener amigos, siendo amigable
Tener amigos es una habilidad que se desarrolla, se talla como una joya en el fuego del tiempo y las experiencias compartidas.
Marta Martínez Aguirre
Un tibio rayo de sol, concentró un remolino de motas de polvo a los pies de Luciano. Taciturno, miró de reojo a sus compañeros y sientió otra vez ese gusto a soledad mientras saboreaba la rebanada de tarta de manzana al horno con canela. Su madre había puesto trozos suficientes para él y su mejor amigo. En realidad él mintió a su madre. Él no tiene un solo amigo en todo el colegio. Sus compañeros lo invitan a jugar, pero él los espanta con frases hirientes. Cuando Roberto se sentó a su lado se sintió sorprendido. Luciano trató de esconder su merienda, pero Roberto es mucho más rápido y toma, pidiendo permiso, un trozo de tarta.
―¿Tu mamá es repostera? ―preguntó Roberto mientras se lamía los dedos.
―¿Que te importa? ―reviró, enojado, Luciano.
―Se parecen a las que mamá me hacía antes de morir ―agregó Roberto.
Luciano abrió sus ojos grandes y sintió pena. Por primera vez quiso decir algo agradable, pero se contuvo. Tuvo miedo de recordar aquella tarde de otoño cuando sus padres adictos a la pasta base lo dejaron abandonado en la plaza. Roberto hurgó en sus bolsillos y sacó una foto arrugada de su madre y se la mostró.
Luciano miró la foto en silencio y una compasión infinita le hizo un nudo en la garganta. La coraza de niño duro comenzó a derretirse con el calor de la tarde. Cuando menos lo esperaba, su brazo presuroso rodeó el cuello de Roberto que tenía las mejillas llenas de trozos de manzana con canela. Regresó a casa con la vianda vacía y unas ganas enormes de contarle a su madre adoptiva que Roberto su primer amigo real, lo había invitado a su vida.
Amistad: la luz que ilumina nuestras vidas
Para mi asombro, al dialogar con un grupo de escolares, me enteré de que no era la separación de sus padres, ni la muerte de un abuelo o las calificaciones bajas en el estudio lo que más les intranquilizaba, sino la dificultad para tener amigos. La amistad no llena espacios vacíos en la historia de vida de cada niño, pero encauza soledades y desapegos profundos. La amistad se conjuga en el presente continuo y exige presencia, tiempo y dedicación. Un buen amigo abre horizontes inimaginables y puertas de confianza más allá del tiempo y la distancia. El apóstol Pablo expone en Colosenses 3:12-14 ocho cualidades esenciales que son aplicables al término amistad:
Compasión
Puedes ayudar a tu hijo a que desarrolle compasión por sus amigos, tratando de entender sus necesidades y puntos de vista.
Amabilidad
Ayúdalo a tener gestos amables hacia sus amigos, prestar un útil escolar, compartir la merienda, prestar sus juguetes, acercar un pañuelo al amigo que llora, dar un abrazo, sonreír.
Humildad
Permite que tu hijo sea capaz de apreciar los logros de sus compañeros y no se sienta tentado a ostentar sus fortalezas frente a aquellos que no las poseen. Si se destaca en algún área, puede dar de su tiempo para ayudar a otros.
Bondad
Al controlar sus emociones y no ser vengativo, está demostrando que es bondadoso y no desea el mal de sus amigos.
Paciencia
La amistad se nutre en la espera. Enseña a tu hijo a ser capaz de aceptar las diferencias de los otros, esperar turnos para participar, escuchar sin interrumpir.
Cuidar del otro
Recuérdale la importancia de ayudar a sus amigos cuando lo necesitan, de estar atento a sus necesidades, tener presente la fecha de sus cumpleaños, no ponerlos en situaciones de riesgo.
Perdón
Es una cualidad esencial en toda amistad. Incentívalo a que sea capaz de perdonar a sus amigos, no ser rencoroso y dejar a atrás lo sucedido.
Amor
¿Tu hijo es capaz de expresar su amor con palabras, gestos, hechos?
Tener amigos es una habilidad que se desarrolla, se talla como una joya en el fuego del tiempo y las experiencias compartidas. Enseña a tu hijo a ser un verdadero amigo, recuerda que los niños que logran establecer amistades en su infancia, son capaces de celebrar el encuentro en todo momento, aunque los separe un mar de distancia, o una eternidad.
Marta Martínez Aguirre
Marta Martínez es de Uruguay. Posee una licenciatura en Psicología, y un posgrado en Logoterapia. Ama todo lo que hace y adora servir. Es especialista en atención psicológica domiciliaria. Contacto:
