La “heroína digital”: las pantallas convierten a los niños en adictos psicóticos

El grado de adicción que niños, jóvenes y adultos estamos desarrollando por las pantallas de celulares y tabletas, en verdad está preocupando a los expertos en salud mental.

Emma E. Sánchez

Según el Instituto Nacional sobre abuso de drogas se considera adicción a la enfermedad crónica y recurrente del cerebro que se caracteriza por la búsqueda y el consumo compulsivo de drogas primeramente o algo en particular a pesar de sus consecuencias nocivas incluyendo comportamientos peligrosos.

Con esta definición en mente, piensa ahora en tus hijos o en ti misma o en los muchos casos a nuestro alrededor donde frente a nuestros ojos se está desarrollando una adicción.

Son muchos casos y cada quien tenemos uno donde se refiere a niños y jóvenes que se han convertido en verdaderos adictos a los juegos en línea y ni se diga de adultos que han perdido serias cantidades de dinero jugando y apostando.

EL periódico El Salvador menciona casos que todos conocemos de primera mano donde la gente ha perdido el control de la tecnología y se ha convertido en esclavos de ella, es decir, han generado una adicción como tal.

Uno de los grande s desafíos actualmente es precisamente el poder encontrar un punto de equilibrio para la inclusión de la tecnóloga por ejemplo, en las escuelas y aprovechar todos sus beneficios, pero aunque muchos no lo crean, los profesores dentro del aula tienen mejor control de los dispositivos electrónicos que los mismos padres de familia y es ahí, en el hogar donde los verdaderos problemas comienzan.

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Los niños pasan mucho tiempo sin supervisión y con acceso a equipos, dispositivos inteligentes y al internet.

Aquí el problema de inicio es la carencia de supervisión de parte de los padres, el acceso ilimitado a la red, a equipos personales en edades inapropiadas y de ahí al segundo el desarrollo de adicciones como a la pornografía, los juegos en línea, los juegos de azar, las redes sociales y mil cosas más.

Así que teniendo presente este orden, comenzaremos con algunas recomendaciones prácticas para retomar el control y comenzar la “desintoxicación”

Zonas y tiempos libres de tecnología

La hora de la comida, en la sala o retirar el uso del internet de tal a tal hora puede ser ese primer paso que todos necesitamos dar.

Hablar sobre el tema

Por que no se trata de prohibir o satanizar los celulares y la tecnología sino más bien de hablar sobre el problema, reconocerlo y buscar juntos las soluciones.

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Establecer reglas

Los problemas de abuso de la tecnología se generaron justamente porque ni hijos ni padre tuvieron reglas específicas para este tipo de objetos, tal vez simplemente llegaron a casa los celulares, se repartieron sin establecer reglas bien claras y en conciencia de las consecuencias por s uso. Si fue así en tu casa, hoy en el momento de comenzar nuevamente.

Ejemplo, no puedes estar pagando o “patrocinando” el veneno de tu hijo ¿cierto? Los adolescentes deben pagar por los datos que consumen sus equipos así como accesorios etc, de hecho deberían de pagar por sus propios equipos y los niños no necesitan celulares complicados o los llamados inteligentes.

Ser perseverantes

Todos somos fantásticos “iniciadores” pero pésimos “terminadores” de grandes tareas así que aquí hay una gran área de mejora para muchos de nosotros.

Visitar un especialista

Si el problema ya os rebasó en casa es momento de un especialista, un terapeuta o un psicólogo les puede ayudar a superar la adicción.

Educar, educar

A cada momento debemos buscar el momento sensible y oportuno para compartir con nuestra familia el amor e interés por ellos para que desde ese principio sepan que es importante hacer el esfuerzo por mantenerse lejos de cualquier adicción.

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Ser el buen ejemplo

No hagas lo contrario de lo que predicas, esto te resta autoridad y solo genera resentimiento y en nada abona a la confianza.

Ánimo, esto lo puedes superar junto a los que amas.

Toma un momento para compartir ...

Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.