¿Niños hiperactivos, o padres hiperpasivos?

Actualmente, la hiperactividad es diagnosticada de manera recurrente y probablemente indiscriminada entre nuestros niños. Ante esta realidad, preguntémonos, ¿cómo nos relacionamos con nuestros hijos y cuál es el papel qu

Aida Robles

El tema de la hiperactividad, o el llamado TDAH (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad) se ha vuelto un tema recurrente en lo que se refiere a la conducta infantil. Escuchamos con frecuencia las opiniones de expertos en el tema, ya sea en la radio, la televisión o en juntas escolares extraordinarias en las escuelas de nuestros hijos. Atendemos a la explicación de los expertos mientras “palomeamos” en nuestra mente cuántos de los rasgos de conducta señalados presenta nuestro pequeño.

Pareciera que de un tiempo acá, casi todos los niños podrían ser candidatos a padecer este trastorno. Así mismo, vemos que en muchas escuelas aparecen casos recurrentes que son canalizados a psicólogos y médicos y que, en muchas ocasiones, estos especialistas terminan simplemente medicándolos.

La hiperactividad hoy

Si bien la hiperactividad es un trastorno de la conducta que fue descrito por vez primera en el año de 1902, pareciera que en los últimos años se ha incrementado enormemente. No recuerdo que en mi infancia hubiera niños “hiperactivos”, solo chamacos desobedientes, inquietos, maldosos o latosos. Y cuando nos tocaba algún compañerito así en el grupo, no pasaba más que el que lo mandarán a la dirección el resto del día o lo suspendieran por un rato.

Me pregunto si no será que antes los niños teníamos más opciones para descargar nuestra energía, estábamos menos vigilados y se nos exigía menos asumir responsabilidades adultas. Pienso si no será que nuestras madres estaban menos agobiadas por tener que trabajar, limpiar la casa y atendernos, o nuestros padres no tenían que trabajar de sol a sol para luego llegar a casa de mal humor y encontrarnos ya dormidos.

Pienso que muy probablemente, en muchos de los casos donde niños son diagnosticados con hiperactividad, se trata solo de niños que no saben dónde, cómo y con quién canalizar su energía, o que piden nuestra atención y un poco de tiempo.

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Niños hiperactivos, ¿padres hiperpasivos?

Hace unos días leía un meme que decía: “Hay más padres hiperpasivos que niños hiperactivos”. Esta frase que se quedó dando vueltas en mi mente e hizo que me preguntara si en verdad hemos caído en una pasividad nociva para nuestros pequeños.

Definitivamente, no es que las madres y los padres nos la pasemos sentados todo el día viendo la televisión, muchos tenemos más de un trabajo además de resolver todas las exigencias de casa. Sin embargo, es probable que el trajín de la vida cotidiana, las condiciones de vida cada vez más demandantes y precarias nos estén orillando a tener una relación pasiva con nuestros hijos.

Seguramente, tenemos mucho menos energía que ellos para salir a jugar a la pelota bajo el rayo del sol o no contamos con suficiente tiempo libre para sentarnos a jugar con ellos, e inventar historias con sus muñecos. Sin embargo, a pesar de las exigencias de la vida cotidiana, pienso que vale la pena hacer un esfuerzo para idear formas de relación con nuestros hijos que sean mucho más activas, presentes y constantes.

Quizá haya que esforzarnos un poco más, no sólo por lograr calidad de tiempo con ellos, sino también cantidad. Tal vez, valga la pena preguntarnos si el problema vine de los niños “hiperactivos” —así, entre comillas— o de los adultos que estamos a su alrededor.

Finalmente, te invito a releer: El amor y el apoyo a los hijos, ¿debe ser incondicional?

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Aida Robles

Aida Robles es psicoterapeuta y maestra en psicología social. Además de la clínica, se dedica a la docencia y a la investigación psicosocial.