Que tus hijos sean deseados ¿Cómo amar un hijo que no busqué tener?

A nivel mundial el 38% de los embarazos no son planeados. Algo así como 80 millones de criaturas cuyos padres no contemplaron que vinieran al mundo.

Yordy Giraldo

Dicen, y dicen bien, que la felicidad es una elección, como también lo es amar, asumir, aceptar, comprometerse. El punto es que todas las cosas de nuestra vida son el resultado de una elección. Incluso cuentan con nuestro aval aquellas que pensamos que son impuestas.

Lo bueno de cuando elegimos es que nos sentimos cómodos, lo aceptamos con naturalidad y somos capaces de crear un vínculo entre nuestros sentimientos y esa circunstancia por la que hemos optado. En el mundo, 38 por ciento de los embarazos no son planeados, es decir, suman aproximadamente 80 millones de criaturas cuyos padres no contemplaron que vinieran al mundo.

Y aunque llevan sus embarazos a término, tristemente eso no los convierte en padres. Biológicos, definitivamente, sí, pero padres en el sentido más amplio y profundo, el que cuenta al final, no. Es por eso que creo importante que hablemos sobre cómo podemos crear un vínculo que permita que lo que en un principio no fue pensado, sea aun así deseado.

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¿Cómo amar un hijo que no busqué tener?

1. Piénsalo

Nunca subestimes el poder de los pensamientos. Si tomas la idea y la acunas, la alimentas, la proteges y la disfrutas, te garantizo que comenzarás irremediablemente a amar a tu bebé. Regálale tus planes, tu amparo, tu ternura y prepárate para sentirlo tan tuyo como sólo puede serlo un hijo.

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2. Hazlo parte de tu vida

Intégralo a tu día a día. Comienza a realizar ejercicios, a alimentarte sanamente, a cuidar tu salud y la suya; a preparar su llegada. Platica sobre tu gestación con tus amigos, tu familia, y entonces ya no será un extraño que llega sin avisar, sino un acontecimiento entrañablemente deseado y largamente esperado.

3. Háblale

Dile en voz alta de tu amor, de tus ganas de que esté bien. Cuéntale sobre lo que están haciendo para su llegada, sobre cómo será la vida ya juntos. Hazle promesas de amor, cántale canciones, léele cuentos, ponle música.

4. Prepárate

Esto es: infórmate, busca apoyo, crea un bosquejo de todo lo que debes hacer y cuidar una vez que haya llegado al mundo. Comidas, vacunas, pañales, horas de sueño, etcétera. Si bien es cierto que la realidad va a superar lo que nos hayamos imaginado, contemplar algunas cosas ayuda a sentirnos más seguros, y eso es importante.

5. Aclara tus ideas

No te conozco, no me conoces, pero te aseguro que no odias a tu bebé. Intuyo que debes de estar aterrorizada, que no tienes idea de qué sigue, de cómo ser la madre o el padre de alguien, pero nada de eso es odiar. Antes de intoxicar tus pensamientos, aclara tus ideas. Reconoce lo que estás sintiendo sin culpar, porque de todos los que pudieran merecer algún reproche, el bebé es al único a quien no aplica.

La maternidad es definitivamente un milagro, el milagro de la vida. Sin embargo, es indiscutible que no todos estamos en condiciones de verlo de esa manera. Pero así como nos esforzamos por tantas cosas en la vida, es importante que antes de concluir que nuestro embarazo es no deseado, elijamos amarlos y ya desde el amor, y con amor, decidir.

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Yordy Giraldo

Yordanka Pérez Giraldo, Cubana de nacimiento, mexicana por elección.