Unas veces se gana, otras se aprende

Uno de los más grandes aprendizajes que se obtienen a través de la práctica de una disciplina deportiva, es saber que a veces se gana y a veces se pierde y no por eso se deja de ser valioso como ser humano.

Diana Cantor Martinez

La práctica constante y disciplinada de un deporte fortalece los valores personales, aplicables a todas las dimensiones del ser humano: la perseverancia, la fe en sí mismo, el sacrificio para alcanzar las metas, el trabajo en equipo, la solidaridad y la confianza.

El deporte en esencia es juego, una actividad lúdica. En la Nueva Enciclopedia Autodidáctica Zamora, en su tomo de Ciencias de la Sociedad, apartado de Deportes, se dice que el juego es una manifestación alegre, optimista y plena de energía vital del ser humano. El juego, practicado en común, fomenta la amistad y la sana convivencia, desarrolla la iniciativa y la personalidad de quien lo practica. Hoy es posible ver el juego y el deporte de esta manera. Según esta misma enciclopedia, en la antigüedad el juego se desarrolló más como una forma de adaptación del hombre a un medio duro y a una naturaleza que lo abrumaba con su fuerza.

El deporte existió desde que el juego fue reglamentado, no es un fenómeno reciente. Los antiguos griegos son los padres del deporte actual. Tristemente la vida moderna, con todos sus beneficios, ha convertido al hombre en un ser sedentario, quizás un poco más facilista, por la misma posibilidad de tenerlo todo al alcance sin mayor sacrificio. A ti, que eres padre, te comparto por qué el deporte es una disciplina que forma el carácter de tus hijos, no para un día, sino para toda la vida:

La disciplina y la perseverancia

. Estos son quizás los valores que más se le atribuyen al deporte, y sin duda están implícitos en su ejercicio. Cuando veo los niños de hoy, a quienes incluso les cuesta almorzar en el comedor, cargar su lonchera (recipiente para almuerzo), limpiar sus zapatos o hacer cualquier cosa que implique un sacrificio, por pequeño que sea, pienso que incorporarlos a una práctica deportiva sería una gran opción para ayudarles a llevar con mayor fortaleza su vida diaria, que a la larga les permitirá prepararse con entereza y confianza en sí mismos, a fin de que asuman los retos de su vida futura. En el siguiente enlace puedes leer otras formas de preparar a tus hijos para el diario vivir.

Fomenta las competencias requeridas en la vida laboral

. En la actualidad las compañías no solo buscan personas con cualidades académicas y conocimientos específicos. La inteligencia emocional ha ganado mucha fuerza, y las organizaciones son conscientes de que es más fácil enseñar conocimientos que desarrollar valores y destrezas personales. El trabajo en equipo, el pensamiento estratégico y el liderazgo son cualidades indispensables para incorporarse a la vida laboral y, aunque no lo creas, deportes como el fútbol, el voleibol y el baloncesto pueden desarrollar en tus hijos estos aspectos.

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El ajedrez, por ejemplo, es una práctica deportiva que fortalece el pensamiento estratégico; es decir, la capacidad de ver más allá, de anticiparse a los problemas y de resolverlos de la forma más práctica y conveniente. Personas con estas cualidades son el presente y el futuro de la humanidad. Lee aquí otras formas de fomentar valores en la vida de tus hijos.

Tolerancia a la frustración

. ¿Cuántas personas se anclan en sus pérdidas y no soportan las decepciones, no aprenden de sus errores o no saben perder? El deporte no solo enseña que siempre queda la revancha, que siempre hay otra posibilidad o una nueva oportunidad, sino que, además, instruye en que, a través de la pérdida se encuentra el crecimiento, el camino hacia un ser más sabio, más fortalecido. El deporte enseña a “aprender de los errores”. En el fútbol, por ejemplo, muchos son los directores técnicos que terminado algún partido se reúnen con sus jugadores para revisar las jugadas en busca de los errores, y lo hacen con la finalidad de mejorar su táctica y estrategia, de proponer nuevas formas de llegar al objetivo y de fortalecer las falencias. Finalmente, el deporte ilustra sobre cómo reconocer sin egoísmo el triunfo del otro.

Ideas para que resulte un proyecto exitoso

  • Entre más pequeño sea el niño más fácil será incorporarlo en alguna disciplina deportiva y lograr que la interiorice con mayor éxito. Hazlo poco a poco, inicialmente una o dos veces a la semana.

  • Busca un deporte que al pequeño le guste, y que lo vea, además, como la posibilidad de distraerse y divertirse, de aprender jugando. No olvides que el deporte es un juego.

  • Sé tolerante con el niño, permítele perder, que el deporte no se convierta en un medio para presionarlo, porque ya tiene demasiado con sus actividades escolares. Hay que ir con calma, él poco a poco irá dando lo mejor de sí.

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Muchas otras cosas valiosas enseña el deporte, pero, sin duda, uno de los más grandes aprendizajes que se obtiene a través de su práctica es saber que, a veces se gana y a veces se pierde, y no por eso se deja de ser valioso como ser humano.

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Diana Cantor Martinez

Hay un momento de la vida en que descubrimos que necesitamos un cambio para poder avanzar y crecer reconoce el momento y no pierdas la oportunidad.