10 formas de alejar el estrés

El estrés es perjudicial no solo para tu salud, sino que también afecta los lazos con nuestros seres queridos. Pero puedes hacerlo a un lado con actividades muy sencillas. Mira estos consejos.

Lizette Morante

Vivimos a un ritmo vertiginoso y pareciera que le hacen falta horas a nuestro día para poder completar nuestros pendientes. El trabajo, la casa, las tareas de los niños, la economía familiar, la salud, e incluso factores como el tráfico vehicular o el clima, le suman estrés a nuestras vidas, lo que afecta la salud, pues hay irritabilidad, cansancio y mal humor; dañando todo ello la calidad de tiempo que dedicamos a nuestros seres queridos.

Para evitar que la tensión arruine tu vida, te ofrezco diez consejos súper fáciles de hacer que contribuirán a relajarte:

Medita.

La meditación es una serie de ejercicios que llevan a un estado de concentración absoluta y a alejar cualquier pensamiento, para enfocarnos en la respiración, en la contemplación de un objeto, una imagen o en la repetición de un mantra o frase positiva. Una buena idea es darte unos minutos a solas para meditar, ya sea en la comodidad de tu hogar o salir a un parque; incluso puedes tomarte algunos minutos en el trabajo o, si puedes y lo prefieres, inscribirte en alguna clase de yoga o meditación. Después de esto seguro te sentirás mucho más tranquilo.

Escucha música.

La música tiene grandes poderes, así que si estás al borde de un ataque de nervios, programa tus canciones favoritas y verás cómo la tensión disminuye con rapidez. Lo mejor de esta actividad es que puedes llevarla a cabo prácticamente en cualquier lugar, ya sea en el automóvil, en el transporte público, en casa y hasta en el trabajo, pues cada vez es más común ver a los empleados con audífonos; está comprobado que la música mejora la productividad. Así que, a ponerle ritmo a tu vida.

Baila.

Además de escuchar música, moverte al ritmo de tu canción preferida es otra actividad para reducir el estrés. Si estás en casa súbele al volumen y practica tus mejores pasos. Lo mejor es que, además de tranquilizarte, es seguro que contagias con tu energía a los otros miembros de tu familia, y eso terminará en un buen rato de diversión.

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Haz ejercicio.

Sí, es cansado y cuesta trabajo ser constantes, pero mejora tu salud, ayuda a ponerte en forma y mejora tu estado de ánimo gracias a las endorfinas que liberas al momento de ejercitarte; así que cuando te sientas muy enojado, triste o estresado, practica cualquier deporte, haz una rutina sencilla o sal a correr, y verás cómo los pensamientos negativos se van junto con el sudor.

Caminar.

Si te sientes estresado, da un paseo tranquilo por algún parque o una zona tranquila cerca de tu casa. A veces, estar encerrados cuando nos embarga el mal humor solo empeora el sentimiento, pero al dar un paseo y respirar aire fresco la molestia desaparece, ya sea que lo hagas solo y estés con tus pensamientos o salgas con alguien para poder platicar.

Lee.

Los libros nos hacen olvidar los problemas diarios y nos transportan a otros mundos en los que no hay crisis económica, no está el jefe regañón, los niños son unos angelitos y los quehaceres desaparecen. De modo que cada vez que tengas un poco de tiempo, quizá en los trayectos al trabajo y de regreso a casa (si usas transporte público), antes de dormir o un rato los fines de semana, toma tu libro favorito y disfruta de muchas historias. Si tienes oportunidad, acompáñalo con una bebida caliente y verás cómo tu tranquilidad regresa de forma mágica.

Acaricia a tu perro.

Aunque no lo creas, tener una mascota ayuda a reducir los niveles de estrés, debido a que –según algunos estudios– los perros pueden fungir como soportes emocionales, y al acariciarlos o tener contacto directo con ellos disminuye nuestra tensión arterial. Es común además que quien tiene mascota platique con ellos, sin temor a salir regañado o sermoneado, y quizá al hablar podamos encontrar la solución a los problemas o desahogarnos y, de paso, demostrarle a nuestra mascota cuánto la queremos.

Contempla el paisaje.

¿Acaso hay algo más perfecto que lo hecho por la madre naturaleza? La belleza de un árbol, una flor, un animal, un río, puede ser sumamente tranquilizador y contemplarla nos dará un alivio inmediato.

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Respira profundo.

Puede parecer un consejo muy simple, pero debes intentarlo. Cuando sientas que el estrés recorre cada parte de tu cuerpo, detente, respira profundo durante uno o dos minutos, y listo. Esto se debe a que, al llenar los pulmones de aire, se reduce la tensión arterial y se libera el estrés.

Abraza a tus seres queridos.

No hay mejor manera de terminar el día que con el cariño sincero de nuestra familia. Si estás muy presionado, acércate a abrazarlos o a demostrarles tu cariño. Ese contacto hará que los problemas se vean menos grandes de lo que son y los rostros enojados se convertirán en sonrisas, pues nada es tan fuerte y relajante como el amor de tu familia.

Cuando sientas que ya no puedes más porque tuviste un día pesado, sigue alguno de estos sencillos trucos y todo regresará a la normalidad. Pero cuéntanos de qué manera sueles relajarte.

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Lizette Morante

Lizette Morante es mexicana y egresada de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Entre sus pasatiempos están leer, escribir, los deportes y disfruta mucho estar con su familia y su perro.