Dale a tus hijos una infancia feliz y libre de cicatrices

"Invertir en una infancia feliz, será la paz de mente y corazón del futuro adulto".

Emma E. Sánchez

Me encuentro a unos pocos días de iniciar un nuevo ciclo escolar. Como directora de una escuela Primaria, llevo sobre mis hombros la responsabilidad de organizar todo para que los niños puedan tener un año lleno  de aprendizajes; pero sobre todo para que podamos abonar  una infancia feliz, llena de buenos recuerdos y no de cicatrices.

“Una de las cosas más afortunadas que te pueden suceder en la vida es tener una infancia feliz.” 

Agatha Christie

Y es ese justamente el tema que hoy quiero platicarte: cómo crear una infancia feliz para tus hijos, libre de cicatrices.

Infancia no es destino… ¿o sí?

Seguramente has escuchado esa frase en ambos sentidos. En lo particular creo que no. Sé, y por ello estoy segura, que el ser humano tiene el don infinito de la trasformación, la capacidad del cambio y la búsqueda de la mejora constante. Y si los adultos que rodeamos al niño, lo cuidamos, podremos lograr una infancia feliz para que lleguen a ser adultos sanos y seres humanos resilientes, buenos y felices.

Infancia: ¿Qué es?

Llamamos infancia al periodo de vida que se comprende desde el nacimiento hasta los 12 años, donde una gran mayoría de los niños comenzarán a presentar los cambios propios de la pubertad y que abre la puerta de la adolescencia.

Advertisement

Cabe resaltar que actualmente, psicólogos, médicos, pedagogos y diversos investigadores del ser humano, coinciden en una etapa de infancia llamada “periodo intrauterino”, pues si bien no ha nacido aún, está comprobado que durante la formación del feto se perfeccionan los sentidos, especialmente el oído, y que hay pequeños aprendizajes por medio de la escucha.

Esta etapa reconoce que, si bien muchas estructuras biológicas del organismo no se han madurado, el niño sí ha tenido la oportunidad de aprender a partir de la inmersión en un ambiente social y sensorialmente estimulante.

De ahí la importancia de los cuidados prenatales y la formación y cuidado de la madre

Y, por otro lado, también se reconoce que el ser humano como especie está evolucionando y lo que antes un bebé hacía hasta los 4 o 5 meses como sostener su cabeza, hoy lo hace desde que nace. Lo mismo al fijar la atención con sus ojos, reaccionar ante estímulos auditivos, o caminar antes del año.

Entonces, ¿qué podemos hacer para contribuir a una infancia feliz de nuestros hijos?

Aquí te comparto ideas y acciones muy específicas que fácilmente podrás implementar desde este preciso momento:

Tiempo y dedicación

Seguramente has escuchado aquello de que los niños crecen mientras pestañeamos y no hay nada más cierto, los niños crecen muy pronto.

Advertisement

Y ya sé lo que estarás pensando: “tiempo es lo que menos tengo”. Por eso es tan valioso, por eso es prioridad dárselo a nuestros hijos.

Ten cuidado de caer en la famosa trampa de “dar tiempo de calidad”, los niños necesitan todo el tiempo que puedas otorgarles. Tiempo para jugar, para observarlos mientras ellos juegan, leerles, hacer tareas, corregir las tareas, llamarles la atención, conocer a sus amigos, sus maestros, comer con ellos, enseñarles a ser independientes, aprender a patinar o andar en bicicleta, a orar o simplemente dormir juntos.

Tiempo, oro puro en nuestras manos.  Recuerda esto: “El tiempo que no invertimos en la infancia, la adolescencia nos lo cobra”.

Vida y salud

Hoy más que nunca ha quedado al descubierto la importancia de enseñar a nuestros hijos el bien vivir, a ser socialmente responsables, procurar el cuidado de los que nos rodean y de nuestro entorno; y ni qué hablar del cuidado de la salud.

Alimentarse apropiadamente, mantenerse activos, cuidar el aseo corporal y la presentación personal son cosas que se aprenden en casa. Los niños pueden aprender mucho de estos temas en la escuela, pero si deseamos que los hagan parte de su vida para siempre, deben vivirse en casa.

Advertisement

Jugar

El sinónimo de niños, es jugar, ruido, movimiento y risas. Un niño sano no para, anda de una cosa a otra y siempre estará inventando qué hacer. Aman las mascotas y ¡las necesitan en su vida!

Siempre que puedas proporciona a tus hijos oportunidades de juego de cualquier tipo. Jugar con agua, tierra o materiales con los que puedan construir para ellos equivale a ejercitar su cuerpo y su mente, sus aprendizajes serán de muchos tipos.

Enséñales a jugar dominó, diversos juegos de mesa, ajedrez, a nadar, a andar en bici, patinar, cocinar y sembrar. Canten, jueguen, pasen tempo juntos y diviértanse mucho.

Escucharlos y hablar con ellos

A los niños les encanta hablar, pero aún más, aman ser escuchados y entendidos. Así que nuevamente, se requiere de tiempo, pero sobre todo de mostrar interés y empatía sincera, eso no se puede fingir.

Si el niño te habla, detente un momento o pídele que te dé un momento para terminar tu asunto, y de inmediato dile que ya estás listo para escucharle. Y en verdad, escúchale “con los ojos” y con todos tus sentidos.

Advertisement

El amor y aceptación por ser quien es

Aceptar su cuerpo, su ser completo y saberse amado incondicionalmente es la base de su autoestima y los padres somos los primeros en hacérselos saber y sentir.

¿Has escuchado hablar del “body shaming”? Esto es sentirnos avergonzados por nuestro cuerpo, especialmente suceden en las niñas cuando comienzan a crecer. Y lo curioso es que en la confianza del hogar comenzamos a hacerles sentir avergonzados porque ponemos sobrenombres, les hablamos de su peso, de lo mal que se les ve la ropa o lo feo que son o se ven con alguna ropa.

Esto no es bueno, ni sano, ni les ayuda a ser personas fuertes.

¿Cuál es el mayor regalo que podemos darle a nuestros hijos para que recuerden una infancia feliz?

Los niños no recordarán lujos o los juguetes caros, recordarán cómo les hiciste sentir, recordarán el lugar seguro a donde quisieran poder regresar.

En su vida adulta, cuando la vida apriete, su mente y su corazón buscarán tus palabras, tus brazos, tus sonrisas, tu amor y aceptación por ellos sin juicios tal cual son.

Advertisement

Te invito a que juntos contruyamos esa infancia feliz.

Toma un momento para compartir ...

Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.