11 hábitos que reflejan una verdadera educación

Integra estos hábitos en la crianza de tus hijos y logra que ellos proyecten ser personas educadas.

Adriana Acosta Bujan

Sentarse derecho, no poner los codos sobre la mesa, no decir groserías, no hablar con la boca llena de comida, lavarse las manos antes y después de comer, son algunas reglas de etiqueta que aprendimos durante la infancia, incluso las enseñamos a nuestros hijos para facilitarles la convivencia social.

Sabemos la importancia de enseñar estas reglas a los hijos, ya que en cierto modo, ellos reflejarán la educación que reciben en casa con sus comportamientos y conductas. Sin embargo, ejercerlas en ciertos contextos no siempre proyectará la idea de que son personas verdaderamente educadas.

La educación y las reglas de etiqueta

Para proyectar ser una persona que tiene educación, tenemos que pensar que no solo las reglas de etiqueta cumplen con el objetivo. La educación se trata de un proceso de socialización, que supone la incorporación de diversos aprendizajes como: el lenguaje, las costumbres, las normas, los valores morales, incluso los buenos hábitos.

Por tal razón, te comparto algunos consejos para complementar la educación de tus hijos:

1 Saludar

Hoy en día, el acto de saludar cuando una persona llega a un lugar, se ha olvidado. Lo percibo todos los días cuando entro al salón de clases, en el transporte público, en la fila del banco, en cualquier lugar.

Advertisement

Esto sucede frecuentemente, porque la mayoría de las personas se la pasan interactuando con sus teléfonos móviles o escuchando música con sus audífonos, provocando en cierta manera la desconexión con el mundo y el tiempo presente.

Ser cortés y enseñar a los hijos a saludar cuando llegan a un lugar o simplemente caminan por las calles, es un buen hábito que refleja educación.

2 Escuchar sin interrumpir

Es común que al estar con cualquier persona participando en una conversación, se interrumpe la plática para expresar algunas ideas y opiniones; así damos a entender que tenemos un real interés en lo que escuchamos.

Sin embargo, interrumpir a una persona cuando aún no ha terminado de expresar sus pensamientos, rompe por completo la idea de una buena educación. Es fundamental enseñar a escuchar con atención, comprender el mensaje, recordar y responder en el momento justo.

Incluso, es importante recordar que también es mal visto (socialmente), que alguien interrumpa una conversación cuando dos personas o más están hablando.

Advertisement

3 Sonreír

Tal vez te levantaste de mal humor, triste, decepcionada y deprimida; por ello no tienes ganas de sonreír. Sin embargo, explayar una sonrisa cuando alguien te ha sonreído, te hará sentir mucho mejor; incluso, refleja buena educación.

4 Dar las gracias

Esta palabra es fundamental en la enseñanza infantil. Agradecer a los demás cuando hacen algo por nosotros es un acto de humildad. Recordemos que no todas las personas valoran las pequeñas acciones, por ello, es importante reforzar ese aprendizaje a los hijos para dar las gracias en todo momento y en cualquier contexto.

5 Recordar nombres

Puede que seas una persona muy despistada o distraída, que al momento de conocer a alguien lo primero que se te olvida es su nombre. Es de mal gusto que te dirijas a ese alguien con apodos, o términos como “oye tu”, “wey”, “mi lady”, “hijo”, “amigo”, “bato” etcétera.

No digo que lo tengas que escribir en una libreta, pero por lo menos pon atención cuando se presenta una persona, incluso es válido preguntar una segunda vez, así recordarás el nombre fácilmente.

6 Caballerosidad

Este punto va dirigido a los hombres. Si tienes un hijo varón es tu oportunidad para enseñarle algunas conductas que reflejan educación y caballerosidad. Por mencionar algunas: abrir la puerta del coche, al caminar por la calle la mujer deberá ir por la cera interna, proporcionar el asiento a una mujer embarazada, entre otras cosas.

Advertisement

7 Por favor

Es considerada una de las palabras mágicas de la educación, decir “por favor”, en cualquier contexto es fundamental.

8 El lenguaje apropiado

Recuerda que los hijos aprenden como esponjas a decir malas palabras y no necesariamente sea porque en casa las hayan escuchado. Las groserías por lo regular se aprenden por los amigos del colegio o medios de comunicación (televisión, internet).

Sé que prohibirles a los niños, adolescentes y jóvenes a no hablar con un lenguaje inapropiado es un reto para cualquier padre o docente. Sin embargo, debemos hacer el esfuerzo para enseñarles más vocabulario, así podrán expresarse de distintas maneras, sin recurrir a los insultos, maldiciones y malas palabras.

9 Disculparse

Reconocer los errores no solo te hará aprender a tomar decisiones en un futuro, sino que también es un acto que refleja humildad y educación, dejando a un lado el orgullo y el ego personal.  Enseña a tus hijos a decir “lo siento”, “perdón”, “discúlpame”, cada vez que cometan un error o sientan que se han equivocado.

10 Tocar la puerta antes de entrar

Respetar la privacidad es fundamental para la convivencia dentro del hogar y socialmente. Se trata de enseñarles a respetar el espacio personal que cada persona tiene derecho. Es un acto que demuestra educación.

Advertisement

11 Dejar un mensaje positivo al despedirse

Decir, “tengan un buen día”, “buenas tardes o buenas noches”, “que se diviertan”, “bendiciones”. Estos son algunos ejemplos que demuestran educación, que va más allá de lo típico y común. El acto de despedirse no siempre debe ser un adiós o dar un beso en la mejilla a una persona, sino dejarle un mensaje positivo, que tal vez, marque la diferencia en sus días cotidianos.

Eduquemos a los hijos con valores morales, con reglas de etiqueta y buenos hábitos; pero sobretodo con el ejemplo. Recuerda, la buena educación se aprende en la infancia.

Toma un momento para compartir ...

Adriana Acosta Bujan

Adriana Acosta estudió comunicación, es madre y abuela, y actualmente se dedica a la enseñanza e investigación a nivel universitario en Puerto Vallarta. Publica sus escritos esperando que ayuden a las personas que leen sus útiles vivencias.