11 señales de que compartes tu vida con un adicto a la mentira

¿Tu esposo es un adicto a la mentira? Te invito a leer este artículo y luego saca tus propias conclusiones. Lo que descubrirás te dejará con la boca abierta.

Erika Otero Romero

No estoy casada, pero ciertamente sé lo que es tener una relación con alguien para quien mentir es la mejor forma de perseguir la felicidad. En aquella experiencia, lo que me resultó más molesto de todo fue que, al hacerlo, no mostró ni la más mínima señal de arrepentimiento por el daño que me había causado; en su lugar, se enojó porque yo lo había descubierto en la mentira.

Como él, muchos hombres suelen mentir a sus parejas sin importarles el daño que puedan causar a la persona que dicen querer. Mi relación con él apenas era un noviazgo con miras a matrimonio, que terminó tan pronto confirme mis sospechas. Yo sabía que no iba a ser feliz si me casaba con alguien en quien ya no iba a confiar nunca más, aunque me jurará con la mano sobre la Biblia que jamás lo volvería a hacer.

Sin embargo, hay mujeres que han soportado por mucho tiempo estar unidas a un esposo que no puede vivir sin falsear la realidad. Si un noviazgo se hace intolerable, no deseo ni imaginar lo que es tolerar a diario la desconfianza y el no saber si te están engañando de nuevo.

Tu esposo puede ser un adicto a la mentira

Aunque parezca absurdo, la mitomanía (nombre que recibe el acto de mentir de patológica) es considerada por muchos especialistas en la salud mental como una adicción, esto debido a que, quien la padece, comparte con las personas adictas las siguientes características:

Además, puede estar ligada a una serie de enfermedades mentales, tales como esquizofrenia, trastorno bipolar del estado de ánimo y trastorno límite de la personalidad.

Con todo, se hace necesario que tengas claridad e identifiques las señales que pueden indicar si estás compartiendo tu vida con un adicto a la mentira. La psicóloga Lillian Glass comparte lo que ella considera son señales de que una persona miente, y las encontrarás a continuación.

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1. A una pregunta sencilla, da más explicación de la que le has pedido

Suele ocurrir que cuando le preguntas, por ejemplo: “¿Por qué has llegado tan tarde del trabajo?”, él puede dar muchas vueltas a la pregunta. El mentiroso es consciente de que una historia breve puede dejarlo en evidencia, así que lo que hace es adornar su discurso con una serie de detalles que nadie le ha pedido, en un vano intento por tener credibilidad.

2. Suele mostrarse colaborador

Tiende a suponer que al mostrase colaborador va a tener credibilidad ante ti. Siente que eso le ayudará para que creas en sus argumentos. Es como si te dijera: “¿Qué razón tengo para mentirte, si te estoy dando toda la información que me has pedido?”.

3. Asume una posición rígida

Quiere tener control de su cuerpo, es por ello que su posición se vuelve rígida, para intentar controlar lo que manifiesta.

4. Repite palabras y frases

Cuando una persona es honesta, si se le pregunta por lo que hizo ayer su charla será sencilla y natural; en cambio, cuando la persona miente, su discurso será cerrado y casi memorizado para evitar equivocarse. De igual manera, la repetición de algunas palabras le ayuda al mentiroso a convencerse de que lo que dice es cierto.

5. Señalan

A manera defensiva y para desviar la atención que ha caído sobre él, el mentiroso al sentirse descubierto amenazará e incluso te señalará (con su mano), acusándote de hacer lo mismo.

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6. Miran fijamente

El mentiroso intenta compensar la mentira mirando de manera fija y por más tiempo de lo normal; lo hace sin pestañear en intervalos regulares. Esto lo hace para intimidar y controlar, es decir, que en lugar de admitir que ha mentido, elige amedrentarte si intentas confrontarlo.

7. Se le seca la boca

Una reacción natural del cuerpo cuando sufre estrés es que el sistema nervioso reduce el flujo de saliva de la boca, y el hecho de pensar que puede ser descubierto puede llegar a generar mucho estrés.

8. Su respiración cambia

Otra reacción fisiológica típica cuando una persona está mintiendo es que su tono de voz se hace titubeante y, además de ello, se encoge de hombros; esto es consecuencia del cambio en el pulso de quién miente.

9. Se tapan la boca

Resulta ser un gesto habitual en quien miente y es probablemente instintivo.

10. Mueve los pies

Mover los pies o balancear las piernas siempre ha sido señal de nerviosismo. Estas son dos zonas del cuerpo que permanecer fuera del alcance de la visión del interlocutor, es como si quién miente quisiera no estar en esa situación de confrontación.

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11. Se tocan partes del cuerpo vulnerables

La garganta, el pecho, el cuello, la cabeza o el abdomen son algunas de las regiones del cuerpo que son toqueteadas en situaciones de ansiedad por decir mentiras.

Algo que jamás te engañará será tu instinto. Has vivido bastante tiempo con él y has llegado a conocerlo, así que te será sencillo descubrir si estás viviendo con un mentiroso.

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Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.