2 desafíos maravillosos para una vida nueva en 2016

Nuevos ojos y nuevas palabras para ti y los tuyos, en este año que inicia.

Marilú Ochoa Méndez

Sí. Sabemos que es un cliché el tema de los propósitos de año nuevo. Te das cuenta pero, seguro —como yo— de repente te descubres pensando con ilusión en ese “nuevo inicio”. Y es que pensar en comenzar un tiempo nuevo, libre de tachones y malas experiencias, es sumamente tentador y es excelente querer aprovecharlo. Hoy te traigo dos propuestas que me encantan para recomenzar con un soporte una nueva vida: dejar de quejarte y dejar de gritar.

21 días de no quejarte

Dame un minuto. Piensa por favor cuántas veces te has quejado hoy desde que comenzó el día. Clima, sueño, los niños, el desorden, tu inconstancia, el tráfico… ¡Muchas! ¿Cierto?

Las quejas son palabras vacías que se concentran en lo que falta, expresan nuestra insatisfacción y, comúnmente, se quedan ahí: escupir lo que molesta para ensuciar el panorama.

Will Bowen estaba cansado de eso y decidió elaborar una iniciativa dirigida en primera instancia a un grupo de colaboradores, pero que hoy tiene miles de seguidores. El reto consiste en evitar las quejas, los reclamos y el chisme durante 21 días. Para recordar a cada momento el reto, Will pensó en elaborar pulseras moradas de goma. La dinámica era cambiarla de muñeca cada vez que la costumbre nos hiciera caer de nuevo en una de estas actitudes. El mismo Will comenta que —al iniciar— rompió tres pulseras en su “entrenamiento” para lograrlo.

El proceso será complicado al inicio, te sorprenderás de cuántas veces al día expresas un comentario negativo y, si no desesperas, te encontrarás de repente poniendo más atención a tus palabras. Luego de varios días exitosos, vacíos de toda queja y actitud negativa, es probable que tu cerebro en automático elabore quejas y tu boca decida no pronunciarlas, ¡excelente! Según el creador de este reto, al no “escuchar” esos pensamientos que acostumbrabas expresar, irán desapareciendo, abriendo lugar en tu mente y tu corazón para soluciones y acciones positivas en vez de las quejas vacías. Seguro éste será un regalo enorme para ti, y ¡no lo dudes! también para los tuyos.

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El desafío del rinoceronte naranja: no gritar a tus hijos

¡Ah, cómo nos falla el tema de evitar gritos en casa! Me encanta una frase de San Josemaría Escrivá al respecto: “Serenidad. —¿Por qué has de enfadarte si enfadándote ofendes a Dios, molestas al prójimo, pasas tú mismo un mal rato… y te has de desenfadar al fin?”.

Este otro desafío que te propongo, tiene también una metodología, aunque más sencilla. Está muy bien expresada aquí. Te resumo que consiste en procurar no gritar a tus hijos, independientemente de lo que hagan y —ya lo sabes— es también una tarea titánica. Pero seguramente llenará a tu familia de satisfacciones.

¡Manos a la obra!

Los grandes resultados requieren grandes esfuerzos. La ventaja de las dos propuestas que te traigo aquí es que dosifican grandes cambios a través de pequeños esfuerzos día a día, con estrategias hasta divertidas para recomenzar (¿ya leíste que una forma para evitar gritar a tus hijos es meter la cabeza al congelador?).

La Madre Teresa de Calcuta dijo una vez que si quieres hacer algo por la humanidad, es preciso ir a casa y amar a tu familia. Estas acciones específicas ayudarán enormemente a construir un entorno de paz y alegría en tu persona y en tu hogar; y esto —tenlo por seguro— se irradiará en tu grupo de amigos, en la escuela de tus hijos, en tu lugar de trabajo y poco a poco desencadenará un mundo mejor. Empecemos nosotras y no dejes de compartirnos tus logros.

Toma un momento para compartir ...

Marilú Ochoa Méndez

Enamorada de la familia como espacio de crecimiento humano, maestra apasionada, orgullosa esposa, y madre de siete niños que alegran sus días. Ama leer, la buena música, y escribir, para compartir sus luchas y aprendizajes y crecer contigo.