2 razones por las que estás sola y 2 razones por las que no es tu culpa

Si estás sola, te sientes bien con tu estatus civil y eres feliz, puede que te identifiques con este artículo.

Erika Otero Romero

Es sorprendente la manera en cómo cambian las tendencias de la humanidad en tan sólo unas cuantas décadas. Por ejemplo, hace tiempo era inconcebible que una mujer pasara los veinte años de edad y siguiera soltera, ahora lo extraño es que una mujer concrete un matrimonio y forme una nueva familia sin antes haber conseguido por lo menos un título universitario.

A esto hay que sumar el hecho de que ahora más que nunca es más común ver mujeres solas por el mundo que antaño, y quizás tú formes parte de ese grupo. Si es así, con seguridad te has enfrentado a una serie de reclamos y preguntas por tu situación sentimental y entre tus respuestas se han encontrado las dos que leerás a continuación:

1. “Prefiero estar sola que mal acompañada”

No es secreto que las mujeres de hoy no están dispuestas a soportar los malos tratos vengan de donde vengan y del tipo que sean. Si ésta ha sido tu experiencia, sabes que sufrir maltrato no es nada fácil de superar y has quedado marcada de por vida. Por lo que temes volver a pasar por lo mismo y no sabes cómo vas a llegar a reaccionar si te vuelve a pasar.

2. “No logro encontrar a un hombre que esté a la altura”

Es justo que no te conformes con nada ni con nadie, y menos con un hombre que no cumpla con tus expectativas o que te maltrate. Lo triste es que quizás has pensado que lo mejor es estar sola, ya que algunas de tus aspiraciones son tan altas que no logras encontrar quien “cuadre” dentro de tu plan de vida, y ¡claro!, por nada del mundo piensas cambiar de opinión al respecto por muy bueno que sea el hombre que te corteje.

Ahora bien, no se trata de cuestionar la razón por la cual has elegido permanecer soltera por tiempo definido o indefinido, ya que eso sólo te compete a ti. El punto en el que deseo enfocarme, y que te enfoques, es que bajo ninguna circunstancia debes de sentirte culpable ni permitir que otras personas te culpen por tu elección (hay personas que lo hacen) porque no es tu culpa, y te daré dos razones para ello:

Advertisement

A. Eres libre y adulta para hacer tus propias elecciones

Puedes actuar con libertad para escoger lo que consideres qué es lo más conveniente para ti. Así que, bajo ninguna circunstancia le permitas a ninguna persona juzgarte por tu elección -por más que la quieras- sobre tu condición afectiva, civil y emocional, ya que es tu asunto y sólo tú conoces las razones que te han llevado a esa decisión.

Nadie sabe mejor que tú lo que has tenido que vivir y no lo van a comprender por más que lo cuentes y expliques una y otra vez, de modo que no te desgastes en dar razones de lo que haces o no con tu vida, solamente vívela de manera correcta y sin arrepentimientos. A veces la soledad tiene una cara muy amable.

B. La sociedad te ha vendido la idea del hombre perfecto

Desde que eras pequeña te han hostigado con la idea del hombre perfecto: el príncipe encantado que está dispuesto a venir a rescatarte, tanto que tu ideal de hombre es alto, bien parecido, con suficientes recursos económicos. Y sueñas con vivir tu propia historia de amor ideal que no quieres ceder ni un poco. Por lo tanto, no es tu culpa que quieras alcanzar tu meta, y si eso es igual a esperarla por siempre, ¿por qué no hacerlo? Igual se trata de tu vida.

No tienes ninguna razón para sentir culpa si no te has casado o no lo hiciste cuando tuviste la oportunidad, o bien porque te arrepentiste días antes de unir tu vida a alguien porque tenías dudas o miedos. Recuerda que es tu vida y son tus elecciones, y si aspiras a amar y ser correspondida puede ser que un día encuentres a esa persona, y si no es así, bien, puedes seguir viviendo sin arrepentimientos ni temores.

Te invito a leer el siguiente artículo que puede orientarte en el tema: ¿Permaneces en una relación por miedo a la soledad?

Advertisement
Toma un momento para compartir ...

Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.