3 cosas que pueden pasarle a tus hijos si se meten en la piscina justo después de comer

Descubre la verdadera razón por la cual no deberías permitir que tus hijos se metan en la piscina tan pronto como acaban de comer.

Erika Otero Romero

Cuando estaba pequeña, mi papá solía llevarnos de paseo a un club social agregado a la compañía donde trabajaba. Recuerdo que nos permitía meternos a la piscina tan pronto como llegábamos, así que mi hermana y yo podíamos estar metidas allí desde las 10 de la mañana hasta la hora del almuerzo (12 y 30 meridiano o 1 pm).

Cuando esta hora llegaba pues estábamos algo cansadas y hambrientas, nos comíamos todo, pero después de eso llegaba el dolor de cabeza para mi mamá ya que nos poníamos insistentes para que nos dejara ir de nuevo a la piscina, ¡claro! queríamos sacar el mejor provecho y salir como pasas de uvas de allí, al final de la tarde, arrugadas pero felices.

Era un “tire y afloje” entre mi mamá y nosotras, ella que se resistía a dejarnos ir porque “era malo” y nosotras porque queríamos estar en la piscina hasta entrada la tarde, el resultado es que ella siempre ganaba y solo 2 horas y media después lográbamos convencerla para que nos dejará ir de nuevo a nadar.

Consecuencias de nadar o jugar en la piscina después de haber comido

Nunca supe realmente por qué nuestra madre nos hacía esperar tanto entre la hora del almuerzo para ir a nadar luego de eso, pero ahora lo he descubierto y lo compartiré a continuación.

Aunque muchas personas dicen que es una exageración y que hay grandes diferencias entre meterse a la piscina a nadar y otra quedarse relajado dentro del agua, el asunto es que los niños no se quedan quietos en una piscina, si bien juegan, luego saltan y nadan, así que no hay diferencia alguna.

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La verdad en toda esta situación es que como es de esperarse, después de comer el cuerpo entra en el proceso de digestión, en ese proceso el flujo de sangre que en un principio iba dirigido al proceso de digestión, pasa a estar encaminado hacia la piel y músculos de brazos y piernas, por lo que si uno se llena de comida puede tener náuseas, recalcó la Universidad de Duke.

Por otra parte, según estudios hechos en nadadores han mostrado que éstos no compiten llenos, pero también comen para poder desempeñarse a la altura, y si les dan calambres es por su esfuerzo y no por haber comido.

¿Calambres?

Ahora bien, ¿dan punzadas en el estómago? Sí, son casi parecidas a un calambre, pero diferentes en el sentido de que son dolores abdominales transitorios

(DAT)vinculados al ejercicio. Se ha descubierto que incluso si se espera una hora antes de moverse, pueden presentarse.

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De todas maneras, si una persona sufre un DAT o un calambre pues en aguas pandas el peligro no es mayor pues el niño (o adulto) puede detenerse para flotar sobre su espalda, solo se estaría en peligro si no supiera nadar o no se tuviera de dónde agarrarse en caso de necesitarlo.

La buena noticia es que aunque el ahogamiento es una causa de muerte, no se ha relacionado con comer antes de nadar, así que al respecto los padres pueden estar más tranquilos.

Algunas otras consecuencias

Bien, aunque ya sabes que no hay peligro de ahogarse si se tiene de dónde agarrarse, que lo mucho que puede pasar es que la persona tenga náuseas y algunos calambres o DAT, también puedo ocurrir que se tengan fuertes deseos de deponer, tener gases y mareos pero la verdad es que no pasa a mayores.

Ya puedes ir descartando el mito del ahogamiento, desde luego que siempre es mejor prevenir que curar y así evitarle a tu pequeño algún ridículo posible, así que nunca está de más hacer que el niño repose su almuerzo (como decimos en Colombia) y después regrese a seguir disfrutando de su baño piscinero.

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Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.