3 cosas que suceden cuando maldices

¿Existen realmente las maldiciones? Conoce qué puede pasarte si maldices y cómo protegerte.

Adriana Acosta Bujan

¡Te maldigo, deseo que te vaya mal!, ¡Todos son unos malditos!, ¡Maldita sea!, ¡Maldito, por qué me abandonó!, ¡Maldito, ojalá se muera!, ¡Maldita sea, se me rompió el pantalón! A pesar de que estas frases son muy fuertes y poderosas, muchas personas suelen decirlas o escucharlas con frecuencia sin realmente conocer cuál es el efecto que puede causar el hecho de maldecir de esta forma.

Maldecir, según las escrituras, se utilizaba para aplicar una ley divina a una persona que actuaba con iniquidad, por lo regular solo Dios y los siervos autorizados tenían el derecho de maldecir a cualquiera de desobedeciera.

 Por ejemplo: “Dios maldijo a la serpiente por haber engañado a Adán y a Eva”, Génesis 3:13-15 (Moisés 4:19-21), “Nadie debe maldecir a su padre ni a su madre”, Éxodo 21:17 (Mateo 15:4).

Con el paso de los años, las maldiciones continuaron sin necesidad de haberse dicho por algún representante divino; podemos encontrar en la historia muchas leyendas que afirman la destrucción o muerte de aquellos que desobedecieron, como, la maldición de Tutankamón, la venganza de Moctezuma Xocoyotzin (emperador de Tenochtitlán en Ciudad de México), la maldición del diamante hope, entre otras.

Para que te des una idea, en la maldición de los faraones, cuenta la leyenda que cualquier persona que profane la sagrada tumba de un faraón del Antiguo Egipto, caerá en una maldición por la que morirá.

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El arqueólogo Howard Carter descubrió la tumba de Tutankamón, y luego él murió y también todos los demás que estuvieron involucrados con su excavación. La ciencia explica que murieron por haber respirado gases expedidos por hongos dentro de la tumba, sin embargo, muchos adjudican esa muerte a la maldición del faraón.

En la actualidad, cualquier persona puede maldecir sin tener autoridad de hacerlo, ya que se utiliza para dirigir a una persona hacia el fracaso, es decir, condenar a alguien a la destrucción, afirmando el deseo que al prójimo le venga algún mal por el daño que haya causado.

El poder oculto de las maldiciones

El poder de las palabras y de los pensamientos es muy poderoso, nuestros pensamientos pueden destruirnos o enaltecernos. Pero, ¿realmente, las maldiciones funcionan? La respuesta es sí, estas funcionan para aquellas personas que son débiles en conciencia y supersticiosas, es decir, hay quienes tienen una mente débil y suelen creer en la brujería, los encantamientos y los hechizos.

Si una persona cree que realmente ha sido víctima de una maldición es por su mente, porque sus pensamientos lo han determinado. Ya que comenzará a pensar en la maldición y por lógica acumulará energía negativa dentro de su interior; ahora, si ella experimenta cualquier suceso desafortunado le echará la culpa a la maldición, por ejemplo, un accidente, una muerte o mala racha.

¿Qué pasa si maldices?

1. Te mantendrás en baja frecuencia

Seguramente habrás escuchado que todos somos energía y esta habita dentro de nuestro ser. Por lo regular, tenemos que mantenerla equilibrada para poder sentirnos bien y atraer cosas buenas a nuestra vida. Pero si te mantienes pensando en querer hacer mal a los demás, en perjudicarlos, en la venganza y en el odio; tu energía vibrará bajo y por consecuencia tú te estarás haciendo daño.

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Las maldiciones funcionarán como un bumerang, porque no estarás haciendo daño a los que te rodean, sino a ti mismo. Cuando estás en baja frecuencia energética, atraerás situaciones desafortunadas. Por ello, será mejor dejar fluir las cosas y evitar maldecir por tu bienestar.

2. Proyectarás ser una persona con poca inteligencia emocional

Las personas que tienen poca inteligencia emocional actúan conforme a sus emociones, si estas son negativas, se rodearán de cosas malas, tendrán conflictos frecuentes y seguramente muchos se alejarán de ellas.

Cuando una persona maldice proyectará tener poca inteligencia emocional, porque su manera de defenderse será despotricando, dejando sacar todas sus emociones negativas sin saberlas controlar.

En estos casos es menester identificar tus emociones, controlarlas, actuar con la razón; seguramente si analizas las situaciones que te pasan, encontrarás mejores maneras para defenderte, en lugar de desear mal a los demás.

3. Te quedarás solo

Es lógico que las personas que te rodean dejarán de hablarte, porque se darán cuenta que estás lleno de odio y frustraciones, a menos que esas personas estén igual que tú. Sin embargo, es más probable que todas tus relaciones sociales se vean afectadas, y sin darte cuenta habrá un día que te encuentres solo.

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¿Cómo protegerte de las maldiciones?

Como mencionábamos anteriormente, las maldiciones funcionan para aquellas personas que son débiles en conciencia, por ello para que estas maldiciones no te afecten deberás trabajar en tu seguridad, amor propio y confianza. Practica el bien, bendice en lugar de desear el mal, deja todo en manos de Dios, porque él es justo y juez.

Deja de pensar en tus malas rachas y en tu desafortunada vida; al contrario, piensa en las bendiciones que tienes, sé una persona agradecida y lo más importante, desea el bien a aquellos que te hacen daño.

Las maldiciones de la historia se cumplieron, algunas de ellas tienen explicaciones científicas y otras no; sin embargo, si una maldición crees que te llega a perjudicar será porque tienes que aprender a trabajar en tu confianza y seguridad, ¡Piensa en cosas buenas! Usa el poder de tu mente para fortalecerte y no para destruirte.

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Adriana Acosta Bujan

Adriana Acosta estudió comunicación, es madre y abuela, y actualmente se dedica a la enseñanza e investigación a nivel universitario en Puerto Vallarta. Publica sus escritos esperando que ayuden a las personas que leen sus útiles vivencias.