3 maneras de acelerar el proceso de duelo en tu cerebro

Conoce qué hace tu cerebro tras un duelo y aprende cómo sanar rápidamente.

Adriana Acosta Bujan

Muchos años han pasado de la muerte de que mi madre, mi abuela y mi padre; las enfermedades que padecieron de alguna manera me permitieron despedirme de cada uno de ellos, por lo que mi dolor y mi duelo no fueron tan intensos como en esta última ocasión, con la partida de mi amado esposo.

Con él fue distinto. No pude despedirme, porque su muerte fue instantánea debido a un infarto al corazón. Han pasado 11 meses y mi dolor sigue tan intenso como aquel día. Te comparto mi historia, porque tal vez puedas identificarte con ella, porque al hablar de los duelos, no todas las personas pueden entenderlo, solo aquellos que lo han experimentado en carne propia.

Cuando decimos duelo, no solo debemos pensar que se refiere al proceso que enfrenta una persona tras la muerte de un ser querido, sino también podemos experimentarlos cuando se sufre el abandono, ya que el duelo se remite a las pérdidas.

¿Qué pasa con nuestro cerebro?

La neurociencia analiza la estructura y la función del cerebro y el sistema nervioso. Nosotros tenemos cien mil millones de neuronas, con mil conexiones de células unas con otras. Esta disciplina se encarga de trazar un mapa de todas las redes de comunicación de las células que procesan todos los pensamientos, sentimientos y comportamientos.

Algunas investigaciones han revelado lo que sucede en nuestro cerebro cuando lloramos por un ser querido que ha muerto o se ha ido; para ayudarnos a comprender el proceso de los duelos y así poder sanar rápidamente.

Nuestro cerebro tiene que hacer una reconexión de una nueva vida. El cerebro está programado para formar apegos desde nuestra infancia, hace una representación mental del vínculo afectivo con las personas que amamos, con base a nuestra experiencia vivida, por ejemplo: cuando un esposo se va a trabajar, sabemos que volverá a casa.

El cerebro de manera consciente reconoce que la muerte y los eventos imprevistos pueden separarnos de los que amamos, pero el inconsciente trabaja pensando que nos reuniremos.  Por lo que cuando se muere nuestro ser querido, nos sentimos seguros de que habrá un reencuentro en el más allá.

Ahora bien, nuestro mapa neuronal permanece seguro y tranquilo porque todos los días se vuelen una rutina. Pero cuando el ser querido fallece o se termina una relación, el cerebro tiene que volver a dibujar un nuevo mapa neuronal para darle sentido a la ausencia y reflejar una nueva realidad. Es por ello existe un dolor profundo e inexplicable, ya que el cerebro va trabajando conforme lo vayamos asimilando.

¿Cómo podemos acelerar el proceso de aceptación en un duelo?

Hay diversas maneras de ayudar a nuestro cerebro a rediseñar un mapa neuronal con la nueva realidad, como las siguientes:

1. Ser realistas

Sé por experiencia que este proceso es muy doloroso. Aceptar que la persona que amas no estará más físicamente, es devastador. Sin embargo, tenemos que ayudar a nuestro cerebro a rediseñar un nuevo mapa neuronal, no nos queda más que ser realistas aceptando la ausencia de nuestro ser querido.

Investigar más sobre el tema de la muerte es una manera de aceptarlo más fácilmente, ya que la muerte solo se da en un cuerpo físico, porque el alma es la que trasciende  y sigue con vida hacia unirse con Dios o el Universo.

Cuando pones a tu mente a investigar sobre ese tema y vas adquiriendo nueva información será más sencillo que tu cerebro procese el dolor y rediseñe tu nuevo mapa, ya que podrás predecir un reencuentro de tu alma con la suya y conocerás el camino que su alma recorre para evolucionar.

2. Comprometerse a vivir la nueva realidad

Habrá momentos que pienses que tu dolor es muy grande, porque tus lágrimas no dejarán de humedecer tus mejillas, tus recuerdos vendrán una y otra vez en tu mente y sentirás que tu alma está rota, viviendo una vida sin vida.

Está bien llorar, pero esfuérzate por hacerlo solo en ciertos momentos del día, incluso, puedes ponerte un horario para hacerlo. En el tiempo que estés sin llorar, deberás comprometerte a vivir tu nueva realidad.

Realiza rutinas nuevas, nuevos hábitos y nuevas metas, intenta remodelar por completo el dormitorio o la casa para que tu proceso de aceptación sea más sencillo. Busca reforzar tus relaciones con tus amigos, plantéate nuevos objetivos y sueños, realiza tus actividades favoritas.

De esa manera redibujarás tu nuevo mapa neuronal con base a nuevas experiencias, tu cerebro se actualizará con nuevas conexiones neuronales y notarás que el dolor en tu alma disminuirá.  

3. Opciones terapéuticas

La meditación, el escuchar afirmaciones mientras duermes o durante el día, escribir cartas para sanar, la curación con imanes, la alineación de energía, llevar un diario, la medicina homeopática, el practicar el agradecimiento de tu día a día y tener una terapia, son algunas opciones terapéuticas que te podrán ayudar a vivir tu presente y a rediseñar tu mapa neuronal para sanar tu duelo.

Recuerda que el duelo es un proceso que lleva tiempo, tú decides cuánto durará, ya que lo recomendable es que ayudes a tu cerebro a dibujar tu nueva realidad, con el fin de sentirte mejor. Sé que el dolor al perder a nuestros seres queridos nunca se irá de nuestro corazón, pero tenemos que aprender a vivir con ello. Ten en mente que la vida sigue, y tienes un propósito de vida, así que haz un esfuerzo y levántate, no pierdas la fe y deja todo tu dolor en manos de Dios.

Adriana Acosta Bujan

Adriana Acosta estudió comunicación, es madre y abuela, y actualmente se dedica a la enseñanza e investigación a nivel universitario en Puerto Vallarta. Publica sus escritos esperando que ayuden a las personas que leen sus útiles vivencias.