3 placeres perdidos de la mujer

Si pudieras definir en una sola palabra a una mujer, ¿cuál sería? Para mí, sin dudarlo, sería la palabra Creación.

Emma E. Sánchez

Hablar de la mujer es uno de los temas más importantes y relevantes hoy en día, ya que cada vez son más los gobiernos y culturas que reconocen que atender, comprender y apoyar a la mujer, significa el progreso no solo de su familia o su comunidad, sino de toda sociedad e incluso la economía del mundo.

Al mismo tiempo que muchas oportunidades de todo tipo se ponen al alcance de las mujeres, también sobre ella recaen muchas y nuevas responsabilidades y presiones sociales que contradictoriamente, en lugar de impulsarlas, las hunden. ¿Cómo lograr que las oportunidades que hoy tienen, lejos de hacerlas crecer las terminen empequeñeciendo?

Antes, una mujer solo era esposa o hija, pero hoy trabaja, estudia, es madre, esposa, sostén del hogar, soporte de sus padres, etc. ¿Cómo sobrevivir a tanta presión? En mi caso, he llegado a una conclusión: una mujer tiene la fuerza y la capacidad de hacer muchísimas cosas, siempre y cuando regrese a su origen femenino disfrutando el placer de crear. ¿A qué me refiero con esto? ¿Cómo lograrlo? A continuación te lo explico.

1. Crear vida

No hay forma de negar que una de las etapas más productivas, de mayor fortaleza y creatividad para una mujer, se ubica en la etapa de crianza de los niños. Crear vida transforma a una mujer en madre y pronto ella hace cosas que nunca imaginó podía hacer. Participar de la formación de una familia, sola o con una pareja, puede y debe ser visto como un placer femenino, como una oportunidad de crear un hogar, una forma de vida y un ser humano a tu gusto y placer, así que tómate el tiempo necesario para la mejor de tus creaciones. Cuando el agotamiento llegue, haz una pausa y contempla tu obra maestra, ve lo que falta, lo que sobra, reconoce que es tuya y haz con ella lo que tú quieras. Imagina cómo te gustará que sea en unos años más y luego ¡manos a la obra!

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2. Crear algo bello

Cuando la vida nos agobia y el trabajo, los deberes y las responsabilidades son demasiadas, busca crear algo bello. ¿Cómo qué? Hace muchos años las mujeres que hoy son nuestras abuelas, acostumbraban bordar, tejer, hacer sábanas y muchas cosas bellísimas para la familia o para ellas mismas. Tú también puedes tejer o adquirir un nuevo talento que te permita crear algo hermoso: una pintura, un cuento, un vestido, un jardín. Piensa en algo a lo que puedas recurrir cuando estés estresada y agotada, algo que te permita relajar la mente y pensar, o dejar de pensar y solo tener el placer de crear.

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3. Crear y recrear el espíritu

Las cuestiones del espíritu son particularmente sensibles a la mujer y en este aspecto de la vida se puede encontrar mucha paz y regocijo. Si tú eres una mujer cuya vida es un ir y venir constante, crear y recrearte en la oración, la meditación, la lectura de las escrituras y libros inspiradores, puede ser tu placer personal.

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El principal don de la mujer es el poder de crear vida y de ahí surgen una infinidad de virtudes, dones, habilidades y talentos. Si tienes la impresión de no poder seguir adelante, de ya no encontrar el camino o la solución a tus dificultades, vuelve al origen, a tu raíz. Concéntrate en crear y tus dones comenzarán a fluir, tu inteligencia se abrirá y pronto, muy pronto, las soluciones que buscas aparecerán.

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Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.