3 razones para celebrar el Día de Muertos y no el Día de Brujas

¿Has elegido ya si celebrarás en familia alguna de las dos fechas? Te comparto la elección que hacemos en mi familia.

Marilú Ochoa Méndez

Hay una conocida frase que siempre me deja pensando: “Papá: no puedo escuchar lo que me dices porque estoy muy ocupado imitando lo que haces”. Tú sabes que esos ojitos hermosos están siempre al pendiente de nuestras acciones y del porqué de las mismas. Lo que hacemos y lo que dejamos de hacer, para ellos es el ejemplo perfecto de cómo deben ser las cosas en este mundo. Hace unos años, mi esposo y yo reflexionábamos sobre estas dos fechas, y elegimos celebrar el Día de Muertos por las siguientes razones:

1. Qué se obtiene al elegir una celebración u otra

Recordar a mi abuela fallecida cuando mi mamá tenía solamente nueve años, contar a mis hijos las historias de sus bisabuelos y tatarabuelos, recordar a mis dos hermanos que murieron en el vientre de mi madre, es sano y necesario. Me parece que siempre enriquecedor hacerlo, aunque se viven momentos tristes recordando a los muertos: es algo que llena el corazón y da perspectiva el conocer a las personas que forman parte de nuestra historia. El significado de esta fecha nos parece constructivo.

Lo comparábamos mi esposo y yo con el del Día de Brujas, que proviene de la tradición celta y tenía que ver con demonios y sus cuotas administradas por los druidas. De Irlanda e Inglaterra se trajo la festividad a los Estados Unidos donde se integraron también monstruos, brujas y figuras terroríficas, y ahora se ha convertido en una costumbre cultural y de consumo que consiste en que los niños se disfracen y pidan dulces. Comparándolas, nos parece mucho más enriquecedora cultural y socialmente el día de muertos.

2. El horror ¿es educativo?

Las figuras simpáticas que generamos los mexicanos de la Muerte en traje de charro danzando como loca, suavizan y alivianan la pesadez que nos causa la separación del ser querido. En los altares de muertos conviven fotos de antepasados con fotos de artistas o personajes importantes del mundo cultural latinoamericano y luces de veladoras con papel picado, el olor del mole o los platillos favoritos de los muertos combinado con la dulzura del pan de muertos.

A mi forma de ver, esto contrasta mucho con la costumbre de colocar telarañas en las paredes, adornar una calabaza con la sonrisa de un monstruo o disfrazarse de Freddy Krueger (personaje destacado en varias películas de terror famosas hace dos décadas). Y no, nos parece que el terror no es educativo, y trae más consecuencias negativas que positivas.

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3. “No me importa el significado, yo solamente quiero divertirme”

Esto nos parece una falacia. Comúnmente se ha relacionado el Halloween o Día de Brujas con brujos y hechiceros, se afirma que es un día en el que se elaboran cultos satánicos. Muchas familias no creen en esto y afirman que este día puede celebrarse sin involucrarse con el significado negativo de la celebración. Mi esposo y yo opinamos lo contrario. Pensamos que abrir las puertas de nuestro hogar a estas diversiones cuyos valores no compartimos no construyen, y si algo no abona para el bien de nuestra familia, consideramos que es preciso sacarlo de ella.

El tiempo compartido con nuestros hijos es corto. Tú sabes que comúnmente estamos absorbidas por el trabajo y los pendientes en casa que nunca terminan. Te invito a que elijas sabiamente la diversión que compartirás con tu familia para que todos salgan enriquecidos y relajados de ella. ¿Qué te parece? ¿Qué hacen en tu familia en estas fechas?

Si decides celebrar el día de muertos, te invito a leer: Consejos para pasar un Día de Muertos increíble

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Marilú Ochoa Méndez

Enamorada de la familia como espacio de crecimiento humano, maestra apasionada, orgullosa esposa, y madre de siete niños que alegran sus días. Ama leer, la buena música, y escribir, para compartir sus luchas y aprendizajes y crecer contigo.