4 cosas que no debes hacer ni decir a los padres de un bebé prematuro

Un bebé prematuro es como una herida abierta en el corazón de sus padres. Para poder brindarles un apoyo verdadero, es necesario actuar y hablar con prudencia.

Maria Josie Hernandez Cabrera

El nacimiento de un bebé a una familia supone una gran alegría. Tanta, que incluso los familiares y amigos de los futuros padres se encuentran emocionados y todos quieren, de alguna manera, formar parte de ese acontecimiento. Sin embargo, no siempre el embarazo o el alumbramiento son experiencias positivas, especialmente si el bebé tiene problemas médicos o el nacimiento es prematuro.

Ansiedad y culpa

Cuando un bebé nace antes de tiempo, existen muchas razones para que los padres se sientan preocupados y abatidos. Algo que les produce gran ansiedad, por ejemplo, son las implicaciones que el nacimiento prematuro pudiera tener en la vida del nuevo miembro de la familia.

La culpa es otro de los sentimientos más comunes que los padres experimentan cuando su bebé se encuentra en la unidad de cuidados intensivos, puesto que creen que la causa del nacimiento temprano se debe a algo que ellos hicieron —o dejaron de hacer—. Aunque los médicos les aseguren que no es así, no pueden evitar sentirse responsables.

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Mi experiencia personal

Cuando tuve que ir al hospital de emergencia a las 34 semanas de mi cuarto embarazo, me encontraba muy angustiada y deseaba solo estar con Daniel, mi esposo, durante el tiempo que me tuvieron en observación, mientras decidían si nuestra bebé podía continuar gestándose, o tenía que nacer por medio de una cesárea.

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Daniel y yo necesitábamos prepararnos para lo que podía implicar el nacimiento prematuro de nuestra hija. No obstante, hubo quien, con muy buenas intenciones, decidiera ir a “acompañarnos” al hospital durante momentos tan difíciles.

Lejos de sentirme reconfortada por la presencia amorosa pero poco prudente de nuestros visitantes (entre la angustia, las contracciones, el suero, los monitores y la cánula de oxígeno que me habían colocado), me sentía triste e incómoda por la falta de tacto con la que estas personas permanecieron en el cuarto conversando de forma interminable.

Cuando por fin nos informaron que nuestra hija tenía que nacer, sentimos que el mundo se venía abajo: queríamos orar, queríamos llorar, queríamos abrazarnos. Yo deseaba llamar a mi familia que vive lejos, etcétera. Nada de esto fue posible, porque nuestra visita se encontraba ahí y se dedicó a “consolarnos” incesantemente.

Para poder en realidad ser de apoyo a una familia que está por tener o ha tenido un bebé prematuro, toma en cuenta las siguientes recomendaciones:

1. Ten en cuenta el dolor del bebé y de los padres

Un bebé prematuro, antes de sentir los brazos amorosos de su madre, debe enfrentarse al dolor, ya que seguramente necesitará un catéter y que le administren un suero. En muchas ocasiones los bebés necesitan un tubo respirador que les colocan por la garganta y llega hasta sus pulmones, o un tubo para alimentarlos, que es igual de incómodo. Algunas veces incluso necesitan cirugías u otros procedimientos dolorosos.

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No es difícil imaginarse la tristeza y la impotencia que sienten los padres por ver a su recién nacido en esas condiciones. El nacimiento temprano de un bebé, sin duda, es una experiencia traumática para la familia.

2. Actúa con prudencia

Por todo lo anterior, los familiares o seres queridos, deben ser particularmente prudentes en sus comentarios, o incluso en la compañía que desean brindar a los padres.

3. No impongas tu presencia

Aunque tengas muchos deseos de conocer al más pequeño de la familia y acompañar a los padres, en la mayoría de los casos ellos quieren concentrarse exclusivamente en la mamá y en el cuidado del bebé, y desean mantener el cuarto del hospital lo más libre posible de visitas, o conversaciones. Además, un bebé prematuro es en especial sensible a los estímulos externos. Trata de demostrar tu apoyo de otra manera (a través de mensajes de texto, por ejemplo). Ya podrás visitarlos cuando el bebé esté fuera de peligro y todos se encuentren en casa sin preocupaciones.

4. Cuida tus comentarios

Un bebé prematuro es como una herida abierta en el corazón de sus padres. A veces las conversaciones triviales pueden percibirse como falta de sensibilidad (como aquella invitación a una fiesta de cumpleaños que recibimos mientras estábamos en el hospital con nuestra hija). Cualquier comentario, por muy inocente que parezca, puede lastimarlos mucho. Algunas preguntas dolorosas que se escuchan con frecuencia son: ¿Cuándo se va a ver como un bebé normal? ¿Qué hiciste para que naciera prematuro? ¿Qué secuelas va a tener?

En vez de hacerles preguntas que no están en la disposición y el ánimo para responder, ofréceles ayuda y oraciones y si necesitan desahogarse, escúchalos con empatía, que es en realidad el apoyo más valioso que les puedes ofrecer.

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Maria Josie Hernandez Cabrera

Esposa y Mamá radicada en EEUU, Comunicóloga de profesión, Bloguera por inspiración, Traductora, Editora y Locutora, por ocurrencia de Dios, Defensora de la Vida y la Familia por vocación