4 maneras de arruinar tu matrimonio, sin siquiera esforzarte

Tener un buen matrimonio requiere mucho esfuerzo, pero tener un mal matrimonio es fácil. Solo tienes que hacer estas cuatro sencillas cosas.

Rob Jenkins

Nota del editor: Este artículo fue publicado en el GwinnettDaily News. Se ha vuelto a publicar aquí con su permiso.

Tener un buen matrimonio requiere de mucho esfuerzo. En cambio, tener un mal matrimonio es muy fácil: solo tienes que hacer seguir estas cuatro sencillas pautas.

1. Tener prioridades equivocadas

Un matrimonio exitoso requiere que ambos cónyuges pongan en primer lugar al otro. Para arruinar el tuyo, simplemente empieza a poner otras cosas por delante de tu pareja, o mejor aún, pon todo por delante de tu pareja.

La lista de cosas que puedes priorizar por encima de tu matrimonio es prácticamente interminable: la carrera, los amigos, los deportes, la televisión. Incluso hay cosas realmente buenas, como el ejercicio y el trabajo voluntario, que pueden llegar a ser desproporcionadamente importantes, si lo permites.

Además, una gran cantidad de gente pone primero a sus hijos. Por supuesto, las Escrituras no dicen que debemos dejar a nuestros padres y allegarnos a nuestros hijos; dicen que debemos allegarnos a nuestro cónyuge. Pero si realmente quieres arruinar tu matrimonio, asegúrate de que tu pareja sepa que los hijos son número uno en tu lista de prioridades.

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2. Codiciar el césped del vecino

Quizá no haya declaración más cierta que “la hierba siempre es más verde en la casa del vecino”. Como seres humanos, estamos constantemente convencidos de que a las demás personas, de alguna manera, siempre les va mejor que a nosotros.

Las personas casadas a menudo asumen que los cónyuges de otras personas son superiores a los de ellos: más atractivas, o más divertidos. Esto es, obviamente, lo que propicia la mayoría de las infidelidades. Por supuesto, la gente casi siempre se entera, una vez que ya saltaron la cerca, que la hierba de a un lado no era tan verde como parecía. Pero esto es una gran manera de arruinar tu matrimonio, y ni se diga de tu vida.

No se trata solo de codiciar el cuerpo de la otra persona, tampoco. A veces lo que realmente se anhela es la vida de la otra persona: su casa, su estilo de vida, su matrimonio. Suponemos, por lo general de forma incorrecta, que otras parejas tienen menos problemas que nosotros, solo porque sus problemas son diferentes o menos evidentes. Si quieres ser miserable, ese tipo de pensamiento es un buen lugar para empezar.

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3. Irrítate por las pequeñeces

Todos conocemos el viejo dicho: “No te preocupes por las pequeñeces”. En un matrimonio, no todo son pequeñeces, pero la mayor parte sí lo son. En particular, la mayor parte de lo que nos molesta de nuestro cónyuge es algo sin importancia: que deje el asiento del inodoro arriba, que tire los calcetines en el suelo, que no pone los platos en el fregadero, que compra demasiados zapatos, que hace ruidos cuando se ríe.

El truco es tomar todas esas cosas pequeñas y juntarlas en una gran pelota. ¡Listo! Ya no es más una pequeñez. Ahora es oficialmente un “gran problema” y, por lo tanto, una razón suficiente para tirar por la borda a 15 o 20 años de matrimonio. El hecho de que la gran pelota de cosas no se pueda mantener unida sola, o que sus componentes individuales no se pueden ver sin un microscopio, es irrelevante.

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4. Convertir tu matrimonio en una competencia

Los amigos y conocidos compiten. Lo mismo ocurre con los hermanos. Pero las parejas casadas se supone que deben estar unidos: ser un solo corazón y una sola alma. Si realmente quieres hacerlo explotar, solo haz que tu matrimonio se convierta en un concurso perpetuo: el ganador se lo lleva todo o lo pierde todo, como sea el caso.

Para empezar, insiste en ganar cada argumento simple, no importa si estás en lo correcto o no. Esto asegurará que tengas incluso más argumentos. Puedes incluso discutir sobre quién empezó la discusión, lo que te dará otra oportunidad de ganar de nuevo.

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Y no ignores la rivalidad. ¿Tu cónyuge tiene una historia interesante que contar? Asegúrate de que tú tienes una mejor. ¿Él o ella hizo algo bueno? No hay duda de que tú has hecho algo mejor. ¿Él o ella tiene problemas? Los tuyos, por supuesto, son peores. Realmente, las áreas donde puedes competir no tienen fin, y la mejor parte es que al ganar, en realidad estás perdiendo.

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¿Ves lo fácil que es arruinar tu matrimonio? Estas son cosas que todos hacemos de todos modos, como parte de la naturaleza humana; entonces solo tienes que ir con la corriente, no luchar contra ella. Tu matrimonio estará arruinado antes de que te des cuenta.

_Traducido y adaptado al español por Miriam Aguirre del artículo original en inglés Four ways to ruin your marriage without even trying por Rob Jenkins

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Rob Jenkins

Rob Jenkins is a newspaper columnist, a happily-married father of four, and the author of "Family Man: The Art of Surviving Domestic Tranquility," available on Amazon. E-mail Rob at or follow him on Twitter .