4 motivos por los que podrías terminar con tu relación de pareja

Si en este momento estás en planes de divorcio o ya andando en ese trágico camino, éstas 4 causas pueden darte una respuesta a la interrogante por cómo llegaste a ese punto.

Erika Otero Romero

Dicen por ahí que se sufre más por lo que uno supone, que por lo que en realidad pasa. Tristemente, esto les sucede a muchas personas que pasan por una ruptura amorosa, ya que piensan que la relación ha terminado por determinadas razones que quizá son por completo diferentes a lo que de hecho ocurre. Muchas veces, esta tipo de creencia responde a un deseo de negar la realidad e construir en su lugar una que no duela tanto.

Miles de parejas en todo el mundo se divorcian cada año por diversas razones, que pueden ir desde lo que se conoce como diferencias irreconciliables hasta los casos de infidelidad. Cualquiera que sea el caso, lo mejor sería que la pareja tuviera la fuerza y la voluntad para luchar por un matrimonio que llegó a ser gracias a la fuerza del amor. No obstante, son pocas las parejas que ante estas situaciones escogen luchar para salvar su relación. Sin embargo, ¿cuáles son los motivos que llevan a las parejas al divorcio?

1. Ausencia de comunicación y la incomunicación

Si bien estos dos aspectos parecerían referirse a lo mismo, son diferentes. Mientras el primero se refiere al distanciamiento verbal, el segundo se refiere al daño que se hace a través de las palabras.

Cuando se trata de la falta de comunicación, no importa cuánto tiempo la pareja lleve junta -pueden ser meses o años- el punto es que no saben expresar sus sentimientos o pensamientos, por lo que el miedo les embarga al no saber cómo enfrentar las situaciones complejas por las que atraviesan.

Por otro lado, la incomunicación se refiere al temor que se experimenta al decir la verdad respecto a los pensamientos o sentimientos propios, sintiendo que se pueda dañar al otro o ser dañado por expresarlos.

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La solución para ambas situaciones es la misma: arriesgarse a expresar lo que se siente o piensa, todo lo que les preocupa, lo que les gusta y lo que no, siempre desde los términos de la prudencia.

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2. La indiferencia

La indiferencia acaba con todo a su paso y en una relación de pareja, sin duda deteriora el amor. Eso de “castigar con el látigo de la indiferencia” a la pareja cuando hay una discusión o desacuerdo, es una mala táctica para hacerle sentir al otro nuestra molestia. Cuando eres indiferente con tu pareja, el mensaje que le mandas es: no me importas, tampoco lo que sientas, pienses o hagas. La situación tiende a empeorar cuando a la indiferencia se le une el orgullo, pues lo que ocurre con quien es ignorado es responder de la misma manera. Así, todo se vuelve un círculo vicioso que termina por destruir cualquier relación.

Para que la indiferencia no tome las riendas de tu relación afectiva, lo mejor que puedes hacer es no permitirle a tu pareja que te ignore. Dale un tiempo para que la situación se calme entre ambos y luego, busca la manera de hablar y encontrar una solución, sin caer en el juego del orgullo.

3. Falta de compromiso

Muchas personas suelen tener miedo al compromiso, situación que hasta cierto punto puede ser comprensible sobre todo si se es muy joven, pero que suceda una relación de dos años de matrimonio, resulta inverosímil. Si bien es natural tener miedo, lo que inadmisible es perder todo contacto con la realidad por temor a asumir responsabilidades con otra persona.

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Antes de elegir unir tu vida a la de alguien, procura estar seguro de lo que estás haciendo ya que muchas experiencias que no pudiste vivir mientras estabas soltero, ahora las experimentarás al lado de la persona que amas, sin que por ello dejes de disfrutarlas y sentirte feliz.

Te invito a leer: 10 pasos para recuperar la confianza perdida en tu relación (el trabajo es de a dos)

4. Alguien más

Acá están las ya conocidas infidelidades. El amor no es algo que permanece inmutable, ya que sería terrible que así fuera. Por fortuna, éste tiene que crecer y madurar, así como adaptarse a los cambios que se dan a lo largo de la vida en pareja. Si esto no se logra, es probable que una de las partes busque cubrir esos vacíos con alguien más o en algo más.

Luchar contra una infidelidad puede resultar en una completa pérdida de la fe en sí mismo y el otro. Si se desea salvar la relación, se requiere no solo de una gran voluntad, sino también de actos que demuestren que hay un cambio de hábitos porque en verdad se desea estar con esa persona.

El amor es frágil, por lo que se debe procurar cultivarlo cada día. Ello requiere humildad, detalles cariñosos, respeto, sentido del humor y una fuerte certeza de pertenencia. Estoy segura que tú junto a tu pareja tienen todos esos aspectos, así que ¡manos a la obra! y no dejen morir su relación.

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Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.