5 claves para adaptarse a una nueva vida en el extranjero

En el siglo XXI cada vez más personas deben mudarse de un lugar a otro por motivos de empleo. ¿Debes emigrar al extranjero? Aquí cinco claves para tener éxito en esta nueva faceta de tu vida.

Erika Otero Romero

La vida es dura y presenta retos a diario. Pese a eso debes considerar que cada cambio que llegue es la oportunidad para aprender y disfrutar de lo nuevo que traiga el paquete. Ahora bien, imagina que a tu esposo se le ha presentado la oportunidad de un ascenso en su trabajo, lo que se traduce en una mejor paga. Pero para poder tomar posesión de su cargo, debe mudarse a otro país. Esto implica vender o dar en renta la casa, aprender otro idioma, alejarse de familiares y amigos, buscar casa y colegio para los pequeños, adaptación a un ambiente por completo desconocido para toda la familia, etcétera.

Esta situación es cada vez más frecuente en nuestro siglo. A veces esos cambios para mejorar refieren implícitamente sacrificios que la totalidad de la familia debe asumir. Por ello quiero compartirte algunas claves para ayudarte a lograr una adaptación efectiva al cambio de residencia y cultura:

1. Busca colonias o grupos de personas de tu nacionalidad

A donde sea que vayas por el mundo encontrarás a alguien de tu país. Tengo vecinos que son de China, es decir que están —literalmente— al otro lado del mundo. En una ciudad tan pequeña (que uno dice que nadie más en el mundo sabe que existe), encontrarse con chinos, irlandeses, ingleses y de tantas otras nacionalidades parece inverosímil, pero no lo es: ellos han encontrado su espacio dentro del lugar donde les tocó o eligieron vivir. Entre ellos hablan su idioma y enseñan a sus hijos nacidos en tierras colombianas tanto el español como su lengua materna. Y les va de mil maravillas, al punto que han optado por llevarse con ellos al resto de sus familiares desde tierras lejanas.

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2. Ve el vaso medio lleno, en lugar de medio vacío

El cambio es difícil, lo sé por propia experiencia: comida diferente, a veces horario diferente, el clima, las palabras y el modo de expresarse (algunas expresiones que en tu país son inofensivas, a dónde vas a vivir resultan muy ofensivas), las costumbres, etcétera. Cualquier cosa es al principio insoportable y lo más normal es que los primeros días quieras “tirar la toalla”.

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En realidad todo es una cuestión de actitud. La comida te puede parecer repugnante de continuo, o puedes aprender a amarla. Si bien cuesta un poco expresarte de otra manera, con el tiempo te darás cuenta que el cambio resulta un gratificante aprendizaje. Lo que deseo que veas es que con la actitud adecuada, uno aprende un nuevo estilo de vida, lo disfruta, y lo aprovecha para triunfar en ese nuevo lugar donde viva.

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3. Mantén contacto con los tuyos

La distancia en lugar de separar a quienes se aman, los une más y hace los lazos afectivos inquebrantables. Con el uso de la Internet y la tecnología, si bien no vas a poder tocar a tus padres, hermanos y demás, por lo menos podrás verlos y escucharlos diariamente y compartir cumpleaños, navidades y celebraciones de año nuevo, pese a la distancia.

4. Relaciónate con los lugareños

No luches contra lo imposible: entre más largas le des al asunto, más te costará hacerte a la idea de tu situación actual. No te niegues al cambio porque vas a salir más perjudicado de lo necesario. Agrégale a eso que puedes descubrir en tus nuevos vecinos y compañeros de trabajo personas maravillosas que pueden llegar a ser tu “familia” lejos de los de tu sangre.

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5. Haz de tu familia, tu motor

En España tienen una palabra que se le da a quien se enferma de nostalgia por su tierra y su familia: “Morriña”. Ese amor a la tierra, a la familia, hace que muchos se rindan en ese afán de encontrar nuevas opciones en otros horizontes. No caigas en esa trampa. Cuando pienses en tu familia, no pienses en cuánto los extrañas: mejor piensa en que tienes que triunfar por causa de ellos. Haz de tu familia un motor para triunfar, no un ancla para no avanzar.

El cambio que te ponga la vida debes mirarlo siempre como una oportunidad para ser feliz, por eso busca siempre el lado luminoso de tu vida y disponte a disfrutarlo mientras dure.

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Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.