5 cosas que deberías dejar de hacer en este momento de tu vida

Suelta las amarras y alístate para elevar el vuelo. Esta carrera vertiginosa que es la vida lo amerita.

Marilú Ochoa Méndez

“Ya estás grandecita para estas cosas”, me repetía mientras no podía dejar de llorar. 36 años, ¿son muchos?, ¿es mi edad o cualquier edad, una verdadera justificación para hacer o dejar de hacer algo?

Me sentía en verdad triste, y estaba expresando mis sentimientos, pero ahí estaba Desagrado, extraída de mi mente como en la última película de Pixar. Podía imaginarla perfectamente, toda verde y parada con expresión despectiva, mirando condescendiente mi llanto inconsolable. Entonces vi a Tristeza, abrazándome mientras me escuchaba y me ayudaba a reponerme para poder recomenzar. En ese instante, lo comprendí todo. Dejé de ponerme en la posición de Alegría, que —sin importar qué— procuraba siempre encarar con una sonrisa los problemas.

Relee: Cómo combatir las emociones negativas y… Espera, ¿de verdad debes combatirlas?

Ultimadamente, mis casi 40 años me dan (como dice Ricardo Arjona en una canción) la mezcla perfecta entre juventud y madurez, y considero mi más valioso aprendizaje el aceptar de una vez por todas serenamente que no soy perfecta, y que no tengo que satisfacer a nadie, sino a mí misma, y a mi conciencia. Por eso, te traigo las cinco cosas que DEBES dejar de hacer, y que te ayudarán a soltar ataduras para ser tú, de una vez por todas.

1. Ser más amiga de otros que de ti misma

Entre broma y broma, cuando platicamos con sinceridad de un asunto y mi esposo me dice algo que tal vez no me guste, afirma que es más amigo de la verdad que mío. La frase me gusta y creo que es necesario vivirla hoy. Procura conocer a fondo tu verdad y ser mucho más amiga tuya que de nadie más, eso te dará mucha paz.

Advertisement

Si quieres ampliar el tema, te invito a leer: Este 14 de febrero, festeja por fin a tu mejor amiga: tú misma

2. Desbordarte para dar y quedarte vacía

Es bueno que procures donarte, entregar tu tiempo, tu vida, tu alegría y tu servicio. Eso te hace plena, y te enriquece. Cuida, sin embargo, que lo que des, se equilibre de tal manera que te quede tiempo y ánimo para ti y los tuyos.

3. Decir a todo que sí, por compromiso

A veces cuesta negarse, por quedar bien o por sentirnos maravillosas, y porque es agradable sentirnos consideradas y necesitadas. Luego ocurre que estamos vueltas locas intentando cumplir con todo, y por querer ser malabaristas, acabamos tirando varias pelotas. Decir que no parece más difícil de lo que es, y hacerlo nos ayuda a entregarnos con más pasión y plenitud a lo que realmente nos importa.

4. Justificarte

Me ha costado trabajo asimilar mi imperfección, pero te confieso que ha sido delicioso. Soy dispersa, muy sensible y distraída. Eso tiene desventajas, y muchas ventajas. Aceptar con amor mis limitaciones me ayuda a que otros las miren también con otros ojos. Evita justificar el “no dar el ancho”, ayuda a otros a aceptar que no eres súper mujer, y que aunque no puedes con todo, hay áreas en las que eres hermosa y sorprendentemente fuerte y capaz.

5. Menospreciarte

Una de las partes que más me gustó del libro Divergente, de Verónica Roth es el perfil que ilustró para la facción “Audacia”. La chica que hace el papel principal debe lanzarse desde lo alto de un precipicio. Nunca se imaginó que sorprendería a quien luego será el amor de su vida, y tampoco pensó que asombraría con su valor tantas personas. Es más, ella ni siquiera creía que podría hacerlo, pero en vez de sentarse a pensar en lo imposible de la misión, confió y se lanzó. Tú y yo podemos, ya estamos en esta carrera vertiginosa que es la vida. ¡A lanzarnos!

Advertisement

Te sugiero releer: Cuando le dije a mi voz interna, ¡cállate!

Termino con una frase hermosa del poeta alemán Goethe: “Avanza, y si la tierra que buscas no ha sido creada, tu Creador hará surgir para ti de la nada, un mundo nuevo que justifique tu audacia”. Deja atrás lo que te limita y atrévete con amor a ser tú. Eres maravillosa, no lo dudes.

Toma un momento para compartir ...

Marilú Ochoa Méndez

Enamorada de la familia como espacio de crecimiento humano, maestra apasionada, orgullosa esposa, y madre de siete niños que alegran sus días. Ama leer, la buena música, y escribir, para compartir sus luchas y aprendizajes y crecer contigo.