5 secretos para ser una buena madrastra

Ser una buena madrastra no es tan complicado como se cree. Conoce estos secretos y conviértete en la mejor.

Adriana Acosta Bujan

Ser una buena madrastra es algo que muchas mujeres desean cuando están enamoradas de su pareja, ya que los hijos de ambos de su primera relación son los primeros que deben sentirse bien para que todos puedan vivir en armonía. Si los hijos no están tranquilos y suficientemente maduros para aceptar que su mamá biológica no es la actual pareja de su papá, es posible que la convivencia sea todo un caos.

Es por ello que las mujeres que toman el papel de la madrastra se esfuerzan mucho para lograr que los hijos de su pareja la acepten, no como una madre sino como una compañera y amiga. Esto es un camino complicado porque no todos los niños o adolescentes comprenden que la relación de sus padres ha terminado y sobre todo no asimilan que sus padres tienen el derecho de rehacer su vida.

Por tal motivo te comparto unos consejos para que este proceso de aceptación de los hijos de él hacia ti sea más fácil y placentero.

Una madrasta a todo dar

Lo primero que deberías hacer es platicar con tu pareja, para que este proceso de aceptación de los hijos hacia ti tenga la fuerza suficiente para que logres tu objetivo. Tu pareja debe trabajar contigo en conjunto para que sus hijos te acepten y respeten. Debería existir una primera conversación en familia (con los hijos de ambos) para que todos los involucrados comprendan la situación, dejando en claro que su madre biológica siempre los va a amar y estará presente en sus vidas, sin importar dónde vivan.

Una vez realizada la conversación para aclarar la situación, entonces se comenzará a emplear estrategias para que los hijos de tu pareja te respeten y te vean como un miembro más de su familia y no una intrusa.

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1. Evita imponer reglas en casa

Las reglas son vitales para que toda la familia viva en armonía, sin embargo, recuerda que los hijos de tu pareja ya tienen establecidas sus reglas y normas a seguir, por tal motivo, será mejor evitar imponer nuevas reglas. Lo que puedes hacer es apoyarte de tu pareja para que él sea la persona que deba hablar con sus hijos y así poder modificar sus normas de convivencia.

En este punto es fundamental que no seas tú la persona que genere conflictos o malos entendidos, por eso es que debes trabajar en equipo con tu pareja. Incluso puedes adaptarte al estilo de vida que ya tiene la familia, por ejemplo, en sus horarios, costumbres, hábitos, entre otras cosas, para que puedas congeniar y así evitar enfrentamientos innecesarios.

2. Evita invadir su privacidad

Lo más importante es acercarse a los hijos de tu pareja para conocerlos mejor y así poder encontrar similitudes que los puedan unir para poder convivir, pero en ocasiones se comete el error de invadir su privacidad con tal de conocerlos. En este punto es fundamental no ser tan intensa y dejar que ellos (los hijos) puedan conversar contigo, sin presionarlos.

Poco a poco te darás cuenta de cómo son, que aficiones tienen, qué gustos prefieren, qué les gusta hacer y qué no, de ese modo podrás empezar a involucrarte en su mundo para poder romper la apatía que posiblemente existe entre ustedes.

3. Sorpréndelos

Una vez que comienzas a convivir con los hijos de tu pareja, podrás conocer algunas cosas de ellos, así podrás sorprenderlos con algunos detalles significativos. Tal vez puedas cocinarles su platillo favorito o ponerte a jugar con ellos algún videojuego, comprarles un rico postre o invitarlos a salir a jugar al parque o caminar.

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Ten en mente que no siempre deberás sorprenderlos, ya que se volverá algo complicado de hacer. Has que estos detalles sean esporádicos e inesperados, involucrando también a tu pareja.

4. Ayuda sin esperar nada a cambio

Como toda una buena amiga que quieres ser para los hijos de tu pareja, será importante mostrarte como una persona proactiva e interesada por ayudar. Brinda tu ayuda sin esperar nada a cambio y sé más empática para que puedas entenderlos, recuerda que son niños que necesitan amor y que posiblemente se sientan culpables por la situación en la que viven.

En este punto también tienes que aprender a ser fuerte, es decir, evita tomarte los comentarios de manera personal, ya que solo lastimarán tu corazón ¡Ten mucha paciencia!

5. Comunicación con la madre

Trata de establecer una buena comunicación con la madre biológica si está en tus posibilidades. Esto les ayudará mucho a los niños a tener mejor relación contigo, ya que la madre puede ayudarte para que sus hijos te respeten y aprendan a aceptar y querer.

Si no está en tus posibilidades, entonces por lo menos evita hablar mal de la madre biológica enfrente de los niños y muéstrate comprensible y amigable cuando ella vaya a saludarlos o recogerlos a tu casa. Los niños se darán cuenta del trato amable y cordial que tienes con su madre, por eso aprenderán a aceptarte más fácilmente.

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Recuerda que todo este proceso se dará con el tiempo, ya que depende de la madurez de los hijos de tu pareja, por eso ten paciencia y perseverancia, pronto lograrás tu objetivo. Ten en mente que tú eres una buena persona y que serás una excelente madrastra, porque al final de cuentas también sus hijos son parte de tu vida.

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Adriana Acosta Bujan

Adriana Acosta estudió comunicación, es madre y abuela, y actualmente se dedica a la enseñanza e investigación a nivel universitario en Puerto Vallarta. Publica sus escritos esperando que ayuden a las personas que leen sus útiles vivencias.