5 secretos para sobrevivir a la boda de tu hija

Una boda siempre será un acto de fe y de amor, pero lo que muchos no saben es todo el aprendizaje y esfuerzo previo que hay, y no precisamente para los novios. Si tú eres la madre de la novia, debes leer este artículo.

Emma E. Sánchez

Para cuando estés leyendo este artículo, yo espero haber puesto en práctica mis propios consejos y estar plácidamente descansando después de haber sobrevivido a la boda de mi primera hija. De lo contrario, ya he dejado instrucciones para que me busquen en alguna institución para trastornos mentales.

Mi hija y su entonces novio anunciaron sus intenciones de comprometerse en fechas próximas y bueno, ¿qué entiendes tú por “fechas próximas”? Mi esposo y yo consideramos que tal vez sería cosa del siguiente año, pero ¡oh sorpresa! El compromiso solo fue cosa de unos cuantos meses y entonces el remolino comenzó, o mejor dicho, el curso intensivo de respeto y paciencia.

1. Aceptar y entender el hecho

Los hijos crecen y cuando menos lo esperamos ya están organizando su boda o la partida de la casa, pues el tiempo de vivir bajo nuestro techo ha terminado. Mi esposo y yo aceptamos, sinceramente y con mucha alegría que nuestra hija se casara, pero el hecho de enfrentar que se iría a vivir a otra ciudad, fue para mi esposo algo difícil de aceptar en primera instancia. Es cuestión de trabajar en los procesos de aceptación y alejar de tu mente cualquier negación que tengas, ya que de esto depende mucho de la buena relación que en el futuro se establezca con el nuevo matrimonio, por lo tanto, vale la pena el esfuerzo.

2. Respetar los gustos, preferencias y deseos

Es curioso darte cuenta que la personita que tú formaste y educaste, repentinamente tenga los gustos más extraños o que decida cosas que tú nunca, ni en esta ni en ninguna otra dimensión, decidirías. Así me pasó, me desconcertaron muchas cosas que mi hija eligió, pero ¿de quién es la boda? De la madre seguro que no. No me fue fácil, pero guardar silencio o dar un comentario positivo es cien veces mejor a imponer tus deseos y gustos. No lo hagas, yo sé lo que te digo.

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3. Colaborar con lo que te piden, no con lo que tú crees que es mejor

Muchas veces, deseamos colaborar con los novios en los preparativos de la fiesta y en todo lo que implica su unión, pero en ocasiones esto puede llegar a causar muchos problemas y sin sabores. Cuando menos lo pensamos, resulta que estamos haciendo las cosas a nuestro gusto, sin pedir opinión o invadiendo espacios que no nos corresponden. Si tu deseo de ayudar es sincero, habla con los novios y manifiesta tu apoyo, pero permíteles que te indiquen en qué o cómo puedes ayudar y limítate a hacerlo de esa manera.

4. Ser paciente ante los procesos de diálogo y entendimiento de la pareja

Algo que llega a suceder en algunas parejas, es que en el tiempo previo a la boda discutan, se exalten y de momento parezca ser que no deban estar juntos. Ten paciencia, dales el tiempo y la confianza para que sean ellos los que resuelvan sus asuntos y de ser necesario, confíen en ti y se acerquen a preguntar cómo salir adelante. Si no te buscan ni te piden ayuda, sé muy prudente y paciente, no ofrezcas consejos donde no te los han pedido y mucho menos te vayas a enojar.

5. Amar

Por más que nos cueste creerlo, no todos se sienten felices cuando una pareja decide unirse y lo más triste es cuando algún familiar o amigo cercano los hace sentir mal por hacerlo. En algunas otras ocasiones, sucede que algunos seres queridos no pueden estar en el gran día o se limitan de participar en esta gran celebración. En una boda todo puede suceder y tu apoyo amoroso es fundamental. Ayuda a la nueva pareja a pasar por alto las equivocaciones de otros o su falta de consideración y respeto. Anima, apoya, sé fuente de alegría y bajo ninguna circunstancia permitas que la felicidad de los jóvenes se vea empañada por nimiedades.

Te deseo todo lo mejor en el día de la boda de tu hija o hijo, disfrútalo mucho y recibe uno de los frutos más dulces que esta vida hermosa te puede dar: el ver a tu hija caminar junto a quien ama en busca de su propia felicidad.

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Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.