6 consejos que pueden ayudar a tu hijo a exponer en clase de manera exitosa

No es solo cuestión de si es tímido o no. Tú sabes que tu niño necesita aprender a expresarse de manera oral frente a un público escolar. ¿Quieres saber cómo? Sigue leyendo.

Erika Gaytán

En la infancia tanto la imaginación como la energía no conocen límites. Todo es comer, dormir y jugar, excepto cuando se tiene la edad de ir a la escuela. Entonces las cosas cambian. El horario comprende ya despertar temprano, desayunar, estudiar, todo tranquilo hasta que venían los exámenes o te hacían exponer en clase, porque significaba hablar frente a tus compañeros sin equivocaciones; esta intención te podía invadir por completo, incluso durante tu exposición y hacértela todavía más complicada.

La exposición oral en clase es una de las actividades escolares más importantes y difíciles de la infancia, ya que te ayuda a combatir la timidez, adquirir conocimientos, organizar ideas, estimular tu creatividad y desarrollar tu habilidad oratoria.

Si quieres que tu hijo domine dichas habilidades, te invito a leer las siguientes seis recomendaciones. Practica en tu casa con tu hijo, para que él:

1. Mire a los ojos

Una de las mejores formas de dominar los nervios ante los demás es precisamente buscando a las personas, utilizarlas a favor de uno mismo y recorrer sus miradas al exponer. Para ello, haz que tu hijo te platique sobre lo que hizo en la escuela o sobre cualquier tema frente al espejo, donde él mismo se tenga que ver a los ojos.

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2. Haga pausas bien empleadas

Hacer pausas durante la exposición sirve para dos cosas: a) Te ayuda a cuidar la respiración, y b) Proyecta impacto. Dile a tu hijo que cuide la velocidad de su habla, porque habrá momentos (según la exposición) en que tenga que hacerlo rápido y en ocasiones, lento. Cuando quieras que remarque un pasaje, que recurra a las pautas, que son muy efectivas para enfatizar o sorprender al espectador.

3. Module su voz

Aunque en muchas veces se tiene la opción de utilizar un micrófono, no te confíes y ensénale a hablar con un volumen alto. Una práctica para esto es que tú te dirijas a un extremo de la casa y él al otro, y que te lea por unos minutos en voz alta; además, que considere (si se presta la información) hacer algunas variaciones de volumen, a fin de darle énfasis a un pasaje determinado o atraer la atención de los oyentes.

4. Articule las palabras de manera correcta

Por muy bien que esté planeada una exposición, si el orador no se expresa de manera clara resultará un rotundo fracaso. Colócale a tu hijo un lápiz en la boca y haz que lea por dos y medio minutos, para que obligue a su boca a abrirla adecuadamente y a ejercitar su lengua y, por ende, pronunciará mejor.

5. Maneje la expresión corporal

Aquí entran todos los movimientos que puedan hacerse con el rostro, brazos y todo el cuerpo; sirven para darle mayor fuerza a las palabras, a darles forma… Es de suma importancia no caer en la exageración, porque el público puede distraerse.

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6. Demuestre seguridad

Lo que empieza como solo un hábito, poco a poco cobra sentido. Al practicar en casa, busca que evite recargarse en las paredes, la mesa o las sillas (si no hay una razón justificable para ello); que no esconda las manos en los bolsillos del pantalón, en la chamarra o en la espalda. Que siempre se pare derecho; si se cansa, que descanse sobre un pie y luego en el otro de manera esporádica y sólo si su exposición es demasiado extensa.

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Te aseguro que estas prácticas no sólo le van a ayudar a salir airoso de sus exposiciones y participaciones en clase, sino también en su vida futura. Que tu hijo esté mejor preparado, en parte depende de ti y de tu apoyo.

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Erika Gaytán

Oriunda de la tierra del taco, el mariachi y el folklore. Periodista de profesión y corazón. Por muchos años he tenido la fortuna de colaborar como docente en la educación de niños, adolescentes y jóvenes. La música, la enseñanza, la investigación, lectura y escritura son mis grandes aficiones.