6 cosas que no deberías prohibir a tus hijos

El amor hacia los hijos puede derivar en algunos errores. Conoce qué cosas no deberías prohibirles, por su salud y bienestar.

Adriana Acosta Bujan

¡No te subas a ese árbol!, ¡No juegues con la tierra!, ¡Los niños no lloran!, ¡Cállate y no hables!, ¡No toques eso, que lo vas a romper!  Seguramente estas frases se te hacen conocidas, porque te las decían tus padres en tu infancia, o tú se las dices actualmente a tus hijos.

Así somos todos, empleamos los mismos patrones de crianza aprendidos durante la infancia, por ser nuestro único ejemplo a seguir cuando nos convertimos en padres. O tal vez, esas maneras de educación que recibimos las modificamos porque no nos parecen adecuadas o porque están pasados de moda, pues al final de cuentas, tenemos que evolucionar.

Esas modificaciones no siempre son certeras, podríamos estar equivocándonos al implementar algunas reglas o límites de forma muy estricta a nuestros hijos, con tal de que ellos aprendan la lección, y sin darnos cuenta podemos estarles causando graves daños emocionales.

Por ello te comparto estas cosas que no deberías prohibir a tus hijos:

1. Llorar

Lamentablemente, hay una creencia “machista” que dice que los niños varones no deben llorar, porque es una muestra de debilidad, temor y cobardía ante sus enemigos. Sin embargo, esta ideología debería ser cambiada de inmediato, ya que llorar no hará a una persona ser débil, al contrario, las lágrimas dan fortaleza, ayudando al alma a recobrarse y reconfortarse.

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Si prohíbes a tus hijos llorar es probable que se sientan estresados, y por lógica reaccionarán con violencia y agresión ante la más mínima llamada de atención. Recuerda que a partir de los 4 a 14 años es la etapa donde se reorganizan las conexiones del cerebro importantes para la producción de hormonas, si estas son afectadas, será probable que se desarrolle un trastorno de personalidad.

Así que, considera las consecuencias de prohibirles a tus hijos llorar, será mejor que pienses en los beneficios que obtienen al hacerlo, como por ejemplo: mejora el bienestar emocional, disminuye el estrés, etc.

2. Ser exploradores

Una manera en como aprenden los niños es explorando su entorno. Por ello es que algunas veces son muy atrevidos, arriesgados y aventureros, les encanta tocar, investigar, ponerse a prueba, desafiarse, competir; y a veces hacen travesuras exponiéndose al peligro.

Por obvias razones, los padres solemos prohibirles a nuestros hijos que hagan ciertas cosas, por ejemplo: escalar un árbol, no jugar con la tierra o no brincar alto. Sin embargo, considera tus exigencias y reglas, algunas veces puedes ser flexible; recuerda que tus hijos deben explorar, déjalos enfrentarse al mundo y resolver sus dudas por sí solos.

3. Callarse

Todos tenemos derecho a expresarnos libremente, incluso tus hijos a su corta edad lo tienen que hacer. Reflexiona y evita prohibirles a tus hijos que se expresen, ya que estarás reprimiéndolos y enseñándolos a ocultar sus emociones, defender sus ideas, incluso afectarás su autoestima, seguridad y confianza. Tal vez hasta podrían sentir miedo cada vez que tengan que hablar, porque creerán que no son amados, que serán criticados y juzgados por expresar sus ideas.

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4. Guardar secretos

Es normal que todos guardemos un secreto, es por esa razón no deberías prohibir a tus hijos que los tengan (siempre y cuando sean inocentes), pues lo más correcto sería aprender a respetar la privacidad e intimidad de ellos.

Ahora bien, siempre habrá secretos que no son buenos guardarlos, sobre todo cuando estos ponen en riesgo la salud y la integridad de la persona. Es sumamente necesario explicarles la diferencia entre un secreto que hace daño y un secreto que no hace daño. Siempre será conveniente supervisar y observar a los hijos para identificar focos rojos como cambios de hábitos, comportamientos o actitud.

Recuerda que lo más importante es que ellos te tengan confianza, para que te cuenten sus problemas, dudas y cuestionamientos.

5. Expresar emociones

Todos nos hemos sentido enojados, tristes, frustrados, apáticos o alegres en algunas situaciones, pues es parte de nuestra naturaleza humana tener emociones y sentimientos.

No sería conveniente prohibirles a los hijos reprimir sus emociones, ya que al hacerlo se podrán desarrollar algunas enfermedades físicas y mentales, como la depresión, ansiedad, trastornos alimenticios, dolores de cabeza, cansancio etc.

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Será mejor enseñar a los hijos a reconocer y a identificar todas las emociones, para que puedan controlarlas y manifestarlas sin perjudicar su salud. Recuerda que hay muchas técnicas y herramientas de utilidad que sirven para dejar fluir las emociones (sobre todo las negativas), como actividades recreativas o deportivas.

6. Ser como son

Podemos castigar a nuestros hijos porque hacen berrinches, porque se defienden, porque se hablan de más cuando hay invitados, porque se ponen nuestras zapatillas, etc. Sin embargo, deberíamos dejarlos ser como son, déjalos ser libres para que desarrollen su personalidad. Claro, siempre y cuando no se ponga en riesgo su salud e integridad.

Ahora ya lo sabes, estas cosas no deberías prohibirles hacer a tus hijos, ya que existen consecuencias, algunas son lamentables e irreversibles. Disfruta de su infancia con ellos, juega, involúcrate en el mundo de fantasías, supervisa, guía y aconseja, analiza con detenimiento las reglas y sé flexible.

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Adriana Acosta Bujan

Adriana Acosta estudió comunicación, es madre y abuela, y actualmente se dedica a la enseñanza e investigación a nivel universitario en Puerto Vallarta. Publica sus escritos esperando que ayuden a las personas que leen sus útiles vivencias.