6 inseguridades que fomentas en tu hija sin darte cuenta

Nuestras propias inseguridades y miedos pueden afectar la autoestima y confianza de nuestra hija, conócelas y evítalas.

Adriana Acosta Bujan

Lamentablemente, y aunque no lo queramos, nuestras propias inseguridades las transmitimos a nuestros hijos cuando los educamos, ya que ellos aprenden imitándonos. Si somos personas inseguras es probable que ellos al ser adultos también lo sean. Por ello es que debemos estar conscientes de todo lo que hacemos y decimos frente a ellos.

Hoy nos enfocaremos en la crianza de las hijas. Ser madre de una niña implica muchos retos distintos que al criar hijos varones. Uno de esos retos es fomentar la autoestima y confianza, para que al crecer sea una mujer fuerte capaz de enfrentar por sí sola cualquier adversidad.

Este reto no es nada sencillo, ya que implica primero estar bien como madre para que nuestra hija aprenda con nuestro ejemplo. Por ello que te comparto algunas inseguridades que tal vez sin darte cuenta fomentas en tu hija afectando su autoestima y así puedas evitarlas.

El reto de criar hijas

Para que tu hija desarrolle su confianza y tenga buena autoestima evita transmitirle las siguientes inseguridades:

1. El aspecto físico es lo más importante

Sabemos que cuidar el aspecto físico es un punto importante para la salud, pero no para que tu hija lo perciba como un modo indispensable para que sea aceptada en un grupo social. Enseña a tu hija a cuidar su salud, supervisando su alimentación y motivándola a realizar algún deporte.

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Evita comentarios como que las mujeres deben ser delgadas, femeninas y cosas por el estilo, pues lo importante es que tu hija aprenda a amarse tal como es, aceptando su cuerpo y cuidándolo. Los expertos recomiendan concentrar los elogios hacia los logros y no en su apariencia física, por ejemplo, en lugar de decirle ¡qué bonito rostro tienes! cámbialo por la frase ¡eres una niña muy inteligente!

2. Esto es juego para niños

Hace tan solo algunos años atrás estaba muy marcado y definido por la sociedad los juegos que debían jugar las niñas y los niños. Hoy en día no existe esa diferencia, pues las niñas pueden jugar con carritos y luchadores en lugar de preferir las muñecas.

En este punto es importante evitar decir frases como “esto solo lo juegan los niños”, ya que inconscientemente estarás limitando sus capacidades, habilidades y destrezas que tenga tu hija.  Recuerda que tanto hombres como mujeres podemos hacer las mismas cosas.

3. Las mujeres son débiles y frágiles

Muchas de estas frases mal empleadas pueden marcar las ideologías y paradigmas de tu hija al ser adulta. Recuerda que las mujeres no son débiles y frágiles sino más bien delicadas, sensibles y emocionales.

Por tal razón, es menester evitar delegarle responsabilidades que pongan en duda su supuesta debilidad, al contrario, desafíala con responsabilidades que impliquen esfuerzo y concentración. Puedes asignarle quehaceres en la casa que no solo sean limpiar, sino tal vez ayudar arreglar el pasto del jardín.

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4. No puedes vestirte provocativa

Uno de los miedos de la mayoría de las madres con hijas adolescentes es que alguien le falte el respeto a su hija por su manera de vestir. Por eso hay que enseñarles a elegir una vestimenta adecuada para cada contexto o lugar en donde se encuentren, sin imponer o interferir en sus gustos o moda, ya que es parte de su personalidad e identidad.

Si cometes el error de exigir a tu hija vestirse con la vestimenta que tú crees apropiada podrás afectar su autoestima. Será mejor guiarla y sugerirle sin imponerte.

5. Embarazo no deseado

Es normal que la mayoría de las madres tengan miedo de que sus hijas adolescentes tengan un embarazo no deseado. Y esa inseguridad la transmitas a tu hija como algo negativo. En estos casos lo mejor será hablar de sexualidad a temprana edad para aclarar dudas, orientar y guiar a tu hija.

Que tú tengas esa inseguridad y miedo no significa que necesariamente vaya a manifestarse en la vida de tu hija, así que relájate y mejor enfócate en hablar del tema y de sus consecuencias, así tu hija tendrá más confianza al tomar decisiones.

6. Toda princesa necesita un príncipe

Muchas niñas crecen creyendo que las princesas de los cuentos siempre tienen un príncipe azul para que sean felices para siempre. Sin embargo, esta idea debe ser enfocada con otra perspectiva distinta. Una joven debe saber que no necesita de alguien al lado para ser feliz. Muchas mujeres han logrado ser felices por cuenta propia, nuestras hijas deben saber que la felicidad no se basa en encontrar a un príncipe azul.

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En resumen, recuerda que tus inseguridades como mamá pueden destruir la autoestima y confianza de tu hija, puesto que ella aprenderá con tu ejemplo y creerá en todo lo que le dices y enseñas. Así que te invito a reflexionar y analizar con detalle los mensajes que deseas transmitir para que tu hija al crecer sea una mujer fuerte y capaz de enfrentar cualquier adversidad.

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Adriana Acosta Bujan

Adriana Acosta estudió comunicación, es madre y abuela, y actualmente se dedica a la enseñanza e investigación a nivel universitario en Puerto Vallarta. Publica sus escritos esperando que ayuden a las personas que leen sus útiles vivencias.