6 pasos para que la culpa no te mate

Cansancio, depresión, baja autoestima y hasta problemas cardíacos te puedes generar si te sientes culpable. Este artículo te ayudará a entender y sobre todo a aligerar tus cargas y evitarte mucho sufrimiento.

Emma E. Sánchez

Para iniciar, hay que aclarar que la culpa es un sentimiento que surge en nosotros por una muy buena razón: nos ayuda a distinguir entre lo que hacemos bien o mal para poder entonces recapitular, corregir, enmendar y seguir adelante.

El problema surge cuando el sentimiento aparece:

  1. Cuando brota de algo imaginario, que sólo existe en tu mente.

  2. Cuando tienes una falsa percepción de las cosas.

  3. Cuando tras haber cometido verdaderamente un error, no haces nada por remediarlo.

    Advertisement

A continuación vamos a revisar siete puntos en los que puede surgir la culpa por las dos primeras razones y, por lo tanto, son situaciones donde no necesitas ni debes sentirte culpable, ¿entendido?

1. Aprende a decir “no”

Decir no a lo que no quieres hacer, comprar, discutir o cualquier otro asunto que no deseas, es válido y bajo ninguna circunstancia nadie puede hacerte sentir culpable, y mucho menos tú misma. Al contrario, decir no habla de tu fuerza de carácter y determinación.

2. Corta por lo sano

Nunca dejará de sorprenderme cómo mujeres que han sido violentadas, lastimadas y de mil maneras humilladas por sus parejas, llegan a sentirse culpables por abandonar o divorciarse del hombre que las degradó; pero pasa y con más frecuencia de la que imaginas. Si sabes que debes terminar una relación de cualquier tipo por tu propio bien, ¡hazlo!, no te la pienses dos veces. No permitas que te manipulen, te chantajeen o te hagan sentir culpable.

.

3. De ti para… ti

Comprarte un objeto únicamente para ti, darte un gusto o dedicarte un tiempo exclusivo, son placeres necesarios que cualquier mujer debería de tener o darse alguna vez, y por hacerlo tampoco hay que sentirse culpable. Son muchas veces las que te sacrificas por otros y eso es bueno y loable, pero date una oportunidad, un gusto nada más para ti. Cuando has sido prudente y no estás derrochando, quitando el bien de alguien o dañando a otros, no hay por qué sentirse mal, de disfrutar o ser feliz. Que quede claro: no eres egoísta cuando te cuidas o piensas en ti.

Advertisement

4. Aviso de cancelación

A veces nos comprometemos a algo con toda determinación de cumplir, de estar ahí o de llevar lo que prometimos, pero hay circunstancias mayores que nos pueden obligar a modificar los planes. Si debes pedir ayuda, ¡hazlo!; si debes posponer, ¡hazlo! Y si debes cancelar, también ¡hazlo! Si has hecho lo que estaba en tus manos y no hay opción cambia el plan, modifícalo o cancela. Toma las debidas atenciones a los involucrados, avisa y atiende lo necesario. Todo sin culpa.

5. La medida la das tú

Ya sea tu madre, tu esposo, tu jefe y hasta tus hijos y todos quienes te rodean, deben saber hasta dónde pueden involucrase, meterse, opinar o hacer; por lo tanto, marcar tus límites con claridad no debe hacerte sentir mal. Tu vida, tu familia y tus asuntos son tuyos y nada más tú sabes hasta dónde llega cada quien.

6. Decide, actúa y no te culpes

Comer sin culpa, sin agredirte, sin llorar o arrepentirse después. Si hay algo que quieres comer, y estás a dieta, fortalece tu carácter diciéndote NO a ti misma y mantente fuerte. Si decides comer algo, cómelo con gusto, con alegría y compártelo; si ese día tendrás que hacer más sentadillas, hazlas o si al día siguiente tienes que evitar otro alimento, ni modo. Prefiere tomar decisiones y actuar, pero nunca te dejes dominar por la culpa.

.

6. No te permitas cumplir las expectativas de otros

De las cosas crueles que existen una muy grande es demandar que otros hagan lo que queremos, lo que creemos es mejor o lo que cumple nuestros propios caprichos y frustraciones. La gente que vive a través de otros con frecuencia se siente decepcionada y busca hacer sentir culpable a quien dañó sus expectativas. No caigas en el juego.

Advertisement

Seguramente querrás leer: https://familias.com/4888/superaci%C3%B3n/por-tu-culpa-por-tu-culpa

Lo reitero, la culpa está en nosotros con un propósito: hacernos distinguir lo correcto de lo incorrecto. Si al revisarte te das cuenta de que en verdad has cometido un error, ¡actúa, corrige, enmienda, perdónate y sigue adelante!

Toma un momento para compartir ...

Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.