6 pasos para reconocer que tienes en casa al mejor esposo del mundo

Ver demasiado de cerca a nuestro esposo puede hacernos perder perspectiva. Tal vez tú no lo sabes, pero el tuyo es el mejor esposo del mundo. Lee aquí por qué.

Marilú Ochoa Méndez

Aún recuerdo que cuando tenía unos 18 años, mi hermana y yo teníamos una frase con la que descargábamos nuestros desatinos amorosos: “los hombres son malos”. Durante mucho tiempo se convirtió en nuestro lema, y varias de nuestras amigas lo compartían.

Cuando me casé y llegaron los primeros problemas a mi relación, me sentía desconcertada. Nadie me había hablado de lo mal que me sentiría, ni de lo sola que me encontraría tras haber discutido con el hombre con quien apenas iniciaba un nuevo hogar. Una salida fácil fue esa: pensar en automático que ellos son insensibles, secos, demasiado prácticos e incluso malos. Sin embargo, esa no fue una solución, sino la fuente de más problemas.

Cuando comencé a darme cuenta de lo maravilloso que es mi esposo, de sus detalles que antes me pasaban desapercibidos, mucha de mi amargura se disipó. Hoy he decidido compartirte mi experiencia para ayudarte a reconocer desde ya las maravillas que tiene tu esposo y cómo tu vida mejorará enormemente cuando las reconozcas de corazón.

1. Cuidado con las expectativas

El sacerdote salesiano Pedro Ferraris escribió un libro maravilloso titulado Se casan creyendo que, y en él, abre los ojos a quienes asumimos el camino del matrimonio para cuidar nuestras expectativas, pues limitan la felicidad. Él dice que hay que tener expectativas bajas e ideales altos. Cuando estamos atrapadas en lo que “debería ser”, podemos amargarnos y frustrarnos, además, miramos al otro a través de nuestros juicios y no como realmente es. Te invito a dejar de lado tus expectativas y a abrir tu corazón a la forma como tu esposo es hoy.

2. Aprender a mirar de corazón a tu esposo

Regálate una semana para aprender a mirar a tu esposo con otros ojos. Anota cada noche cinco cosas buenas de él, y reconócelas a la mañana siguiente. Olvida por un momento lo que te molesta o desconcierta de él. Este es el primer paso para abrir tus ojos a la maravilla de hombre que tienes al lado.

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3. Lanzar mucho amor, y verlo regresar

Seguro recuerdas qué es un boomerang. Es un objeto que avientas con fuerza y que el mismo aire regresa a ti. El amor es así. Seamos sinceras, ¿qué hay en tu corazón cuando piensas en tu esposo? ¿qué le das tú a él? Si tu corazón le da diariamente amor, seguro lo encontrarás, pero si tu corazón está apachurrado o seco, tal vez exijas, te quejes y lastimes. Y eso, desafortunadamente, no te regresará amor, sino frustración y tristeza.

4. Amar hasta que duela

Te atrapó el amor cuando decidiste casarte. Era impensable pasar tu vida con alguien más que no fuera él. ¡Así debía ser! Ahora, muchas mujeres han permitido que la costumbre, la falta de perdón y la falta de comunicación les hagan olvidar por qué lo eligieron a él por encima de todos. Y es que es mucho más cómodo amar cuando el cuerpo y el alma nos invitan a ello, cuando se siente bonito incluso tocar su mano. Cuando el olor a pies o los ronquidos nos aparecen por encima de su rostro cómodo descansando en el hogar que forman juntos, es el mejor momento para invitar a Jesús a enseñarnos a vivir el Amor con mayúscula, ese que ama hasta el final, hasta que duela, como decía Teresa de Calcuta.

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5. Esforzarnos, ¡con gusto!

Existen muchos espejismos hoy en día, donde nos muestran la vida fácil como la mejor y la única opción para vivir. La cultura de lo desechable donde si algo nos incomoda, podemos reemplazarlo rápidamente. Desafortunadamente, la sociedad presenta muchos problemas por esta situación, y las personas no somos más felices que antes. ¿Por qué esforzarme? ¿por qué amar incluso hasta que algo duela? Porque es la única manera de superar el egoísmo, tu tendencia natural a autoprotegerte, y porque eso sí garantiza la felicidad, la alegría y superar esos problemas que te agotan y quitan la paz.

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6. Agradecer

Creo que si nos diéramos la oportunidad de agradecer diariamente las bendiciones que nuestro esposo conlleva, nuestra vida sería otra. Mi esposo me cuida, se preocupa por mí, es sensible y tierno; me ama profundamente y me necesita, sabe al mirarme lo que tengo y por qué; me ha dado unos hijos maravillosos que dan sentido y razón a la vida de ambos, es un hombre firme y fuerte que permanece a nuestro lado a pesar de los muchos obstáculos que hemos enfrentado (y la lista sigue). Seguro que tú tienes en mente ahora mismo muchas cualidades hermosas que este hombre te brinda y que hace de tu vida esa experiencia inigualable y agridulce que vale la pena acometer tomando su mano.

Deseo de corazón que nos demos la oportunidad de reconocer la grandeza del hombre que se encuentra a nuestro lado, valorémoslo, se lo merecen.

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Marilú Ochoa Méndez

Enamorada de la familia como espacio de crecimiento humano, maestra apasionada, orgullosa esposa, y madre de siete niños que alegran sus días. Ama leer, la buena música, y escribir, para compartir sus luchas y aprendizajes y crecer contigo.