6 síntomas irrefutables de que el trabajo de parto ha comenzado

No todas las mujeres experimentan los mismos síntomas a la hora del parto, algunas veces se pueden equivocar y alertarse sin motivo. Conoce a fondo los síntomas de un parto real y uno falso.

Adriana Acosta Bujan

Una abrumadora mayoría de mujeres embarazadas desean con ansias la llegada de su bebé. Cuentan los días, las semanas, las horas para el gran encuentro maravilloso que les espera con ese ser nuevo. Y a pesar de que el médico especialista les ha dado una fecha aproximada del nacimiento de su bebé, ésta a veces no es exacta, sobre todo cuando se planea un embarazo normal (sin intervención quirúrgica).

Cuando se acerca el término de gestación algunas mujeres suelen confundirse por los síntomas que presentan: son dadas a pensar que ya se encuentran en trabajo de parto, pero estas manifestaciones y cambios se deben que el cuerpo se comienza a preparar un mes antes, e infortunadamente al llegar al hospital las rechazan porque se trata de una falsa alarma.

Para evitar estos contratiempos, a unas pocas semanas de la fecha establecida observa que tu vientre irá tomando otra forma, su peso se concentra en la parte baja, porque el bebé se va acomodando en tu pelvis para su salida, lo que se conoce como “encajamiento”; sentirás que puedes respirar con mayor libertad y digerir los alimentos más fácilmente.

Conoce esta alternativa: Partos acuáticos, una excelente opción

Pero, ¿cómo reconocer los síntomas de un parto falso?:

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Observa los pequeños cambios

Si tus contracciones son cortas e irregulares, duran pocos minutos y no experimentas dolor en el cuello del útero, es porque éste no se ha abierto lo suficiente para la gestación. En cambio, si tus dolores son intensos debes comenzar a tomar el tiempo de intervalo, que varía entre 5 o más minutos, y eso puede durar un día a dos. Pero si no se presentan cambios en el cuello del útero, el trabajo de parto aún no llega.

¿Cuáles son los síntomas del trabajo de parto real?

1. Contracciones regulares

Todo el tiempo sufres contracciones cada vez más intensas y frecuentes; comienzas a sentir un dolor en la espalda que se desplaza hacia la parte baja y cuando caminas dicho malestar se incrementa. El tiempo de las contracciones -cada vez más dolorosas y largas- ocurre de 10 a 20 minutos.

2. Cambios en el líquido vaginal

Los colores de tu secreción vaginal presentan tonalidades transparentes, rosadas o con poca sangre. Eso sucede por el desprendimiento del tapón que se ha ido acumulando en el cuello del útero durante el embarazo. Esto puede ocurrir unos días antes.

3. Salida del líquido

Sucede cuando las membranas que cubren al bebé se han roto y salen a través de la vagina en pequeñas gotas o todo de golpe. Se le conoce como “fuente” (de ahí la frase “se rompió la fuente”) o “bolsa de agua”, el líquido amniótico que durante el embarazo protege a tu bebé de las agresiones externas. Si observas que ese líquido es de color transparente, ¡no te alarmes! y dirígete al hospital con calma. Pero si es amarillo o verdoso es porque tu bebé ha hecho sus primeras heces, lo cual indica que ya estás en trabajo de parto.

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4. Te sientes diferente

Cuando se acerca el momento del parto es normal que algunas mujeres se sientan cansadas y sin energía. Debido al tamaño del bebé, tienen problemas para encontrar una posición cómoda para descansar; el cuerpo sufre muchos cambios hormonales para ayudar a que el bebé se desarrolle, por lo que es común que gastes energía doble.

Estarás propensa a sufrir diarrea y náuseas porque las hormonas que movilizan tu cuerpo para permitir el trabajo de parto se han activado; además de que vas a comenzar con dolores de espalda que irán desde la parte baja hasta el vientre.

5. Cambios en el cuello del útero

El cuello comienza a adelgazarse y a abrirse (dilatarse) para darle paso al bebé a través de la vagina. Observa en ti los cambios como el borramiento del cuello (cuando va bajando la cabeza del bebé provoca que se relaje y borre) y la dilatación que va de 0 a 10 centímetros.

6. Tus articulaciones se modifican

Las hormonas provocan que tus ligamentos se suavicen haciendo que tu cuerpo se sienta torpe en las últimas semanas del parto; esto se debe a que tu pelvis se prepara de manera natural para que el bebé nazca.

Te comparto una guía fácil para un parto normal. Y lee: Mamá por primera vez, consejos para cuidar a tu bebé

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Todos las mujeres experimentan síntomas diferentes en el momento del parto: hay quienes no tienen dolores ni molestias, pero si tus instintos maternos provocan en ti cierta desconfianza, acércate a tu médico para que te aclare todas tus dudas, con intención de que puedas experimentar un parto tranquilo y lo más relajado posible. Ante todo, ¡felicidades!

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Adriana Acosta Bujan

Adriana Acosta estudió comunicación, es madre y abuela, y actualmente se dedica a la enseñanza e investigación a nivel universitario en Puerto Vallarta. Publica sus escritos esperando que ayuden a las personas que leen sus útiles vivencias.