7 formas en las que las mujeres le permitimos a los hombres que nos abusen emocionalmente

Lo hacemos sin darnos cuenta mientras intentamos encontrar la felicidad que tanto buscamos. Lo que leerás a continuación NO es FELICIDAD, es abuso, NO te confundas.

Mariel Reimann

Lamentablemente, y aunque nos cueste reconocerlo, en la mayoría de los casos, somos las mujeres quienes le damos lugar a los hombres para que abusen de nosotras y nos rompan el corazón en mil pedazos. ¿Cómo lo hacemos?

Lo peor del caso es que lo hacemos sin darnos cuenta y con las mejores intenciones del mundo, mientras buscamos nuestra felicidad.

Acá las 7 señales de que tú estás dejando que ese hombre te destruya emocionalmente (si no cambias esto, cada vez te será más difícil encontrar la verdadera felicidad).

1. Creemos incondicionalmente

Mi abuela siempre decía que no hay pero ciego que el que no quiere ver. Uno de los primeros pasos que tomamos para permitir el abuso es creer que algo es blanco, cuando estamos viendo con claridad que es negro.

Ya sea por amor, soledad o miedo a perderlo, nos aferramos con uñas y dientes a alguien que sabemos que no es bueno para nosotras. Nos ha lastimado, nos ha hecho llorar, pero sólo decidimos ver lo que pensamos que nos conviene con tal de no perderlo. Así, le damos a ese hombre la primer llave que abre la primer puerta al abuso emocional.

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Él ahora sabe que tú vas a hacer la vista gorda a las cosas que él haga para dañarte.

2. Comenzamos a verlo como si fuera la única persona en la Tierra con la capacidad de amarnos

¿Por qué hacemos esto? Por que comenzamos de amar más a ese hombre que a nosotras mismas.

El secreto está en que uno nunca debe amar a alguien más que a uno mismo, por que cuando hacemos esto, no sólo ponemos nuestra felicidad en peligro, sino que también ponemos la felicidad del otro en la línea de fuego.

Para poder hablar de un amor saludable, debe ser balanceado, y esto significa que ambas partes deben amar y demostrar amor en proporciones iguales. Si uno ama más que el otro, el desequilibrio le da la segunda llave al hombre para saber que básicamente tú lo dejarás hacer lo que sea, por que su felicidad es más importante que la tuya propia.

3. Dejamos de decirle que nos lastimó, justificando lo que él hace

Te hace llorar, te falta el respeto, no cumple con su palabra, y tú ¿qué haces al respecto? Nada. Sabes que lo que está pasando está mal pero no quieres reclamarle, no sabes cómo hacerlo o has comenzado a sentir miedo de sus reacciones.

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Esta tercera llave para el abuso se la das cuando no reclamas nada. Ya no vivimos en el tiempo de la esclavitud y las mujeres no somos consideradas cosas, sino personas con los mismos derechos de los hombres.

No puedes justificar lo que está mal.

4. Dejamos de valorarnos a nosotras mismas

En este punto, el abuso emocional ya ha comenzado y tú estás comenzando a perder de vista el valor que tú tienes. Has comenzado a considerar que tú te mereces lo que él hace, simplemente por que no crees que tengas el valor suficiente como para merecer tener a alguien a tu lado que te ame y te respete.

Has comenzado a perder de vista el horizonte, y a creer que la felicidad es lo que tú tienes.

5. Tomamos responsabilidades por las cosas que él hace mal

Él ahora siente que le perteneces y que básicamente puede hacer lo que quiera contigo. Sabe que una palabra o acción de él puede hacerte volar de felicidad o destruirte. Él tiene todo este poder por que de alguna manera tú se lo diste al no detenerlo y defender tus derechos.

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Frases como: “Si tú no hubieras cocinado algo que a mí no me gusta, yo no tendría que estarte gritando e insultándote ahora”, comienzan a ser el pan de cada día. Lo peor de esto es que lo creemos y nos echamos la culpa, sabiendo en el fondo que él es el desagradecido y quien está cometiendo todos los errores.

6. Dejamos que el miedo sea la emoción más fuerte que nos mantiene vivas

Casi como en un modo de supervivencia, en el que sólo la adrenalina generada por el estrés y el miedo de pisar en falso y hacer que él se enoje con nosotras, es lo que nos mantiene vivas.

No hay amor, ni odio, ni alegrías, sólo miedo a equivocarnos.

7. Vivimos por las migajas de amor que él puede darnos de vez en cuando

Si miramos hacia atrás, estoy segura que la idea del amor y de la felicidad que tenías, no tiene nada que ver con lo que tienes. Ahora vives sumergida en el miedo y en la esperanza de que cuando él llegue de trabajar te tratará bien. Él lo sabe y por eso te da cosas buenas de vez en cuando, por que sabe que te quedarás a su lado por esas migajas de amor.

Amigas mías, el amor verdadero no es así. Si están en una relación en la que ustedes han cedido las llaves de estas 7 puertas que llevan a la destrucción de sus emociones, es mejor que respiren profundo, busquen ayuda y se alejen de ese hombre. Lo que este tipo de hombres siente por ustedes no tiene nada que ver con el amor.

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Mariel Reimann

Mariel Reimann estudió leyes en la Universidad de Córdoba, Argentina y vive en Salt Lake City, Utah. Es madre de dos hijas que son la luz de su vida.