9 miedos que tus pequeños tienen pero no saben cómo confesártelos

Los niños no siempre son felices del todo, siempre existen miedos a los que se enfrentan. Reconoce algunos y ayuda a tus hijos a enfrentarlos.

Erika Gaytán

El miedo es un sentimiento común en todas las personas y es parte necesaria de uno mismo, ya que nos ayuda a la sobrevivencia. Sin embargo, muchos de nuestros miedos deben ser superados con el tiempo, de acuerdo al tipo de temor que sea y la edad en la que se presenta. Sin duda, los infantes son las criaturas más sensibles ante este tipo de sentimientos, por lo que se debe poner especial atención en cuáles son las circunstancias que les roban la tranquilidad. Una vez hecho esto, es importante ayudarlos a que expresen lo que sienten al respecto y así, poder hacerles frente y ayudarles a superarlos. A continuación, te comparto algunas de los miedos más frecuentes en los niños, esperando que esto te ayude a identificar cuáles corresponden a tu pequeño.

1. Las tinieblas

La oscuridad es uno de los grandes temores que sufren los niños, ya que implica eliminar de su vista la luz con la que pueden identificar los detalles de las cosas. Enséñale a tu pequeño que también se puede jugar con ella y los beneficios que tiene en la naturaleza y en él mismo.

2. Dormir solos

Este temor se puede evitar si desde bebé lo acostumbras a dormir en un lugar exclusivo para él, de esta manera, se va a acostumbrar a sus propios sonidos y sombras. Pero si al principio lo duermes a tu lado, después te va a costar más trabajo que se desprenda de ti.

3. Los regaños

Ten cuidado en las formas en las que reprendes a tu hijo, ya que de ello van a depender dos cosas fundamentales: primero, si el regaño cumple la misión de corregirlo y segundo, si la forma en la que lo reprendes también deja ver el gran amor que le tienes. Lo más importante es que tu pequeño no desarrolle miedo hacia ti y tampoco, temor a equivocarse.

4. Acoso escolar

Este es uno de los miedos que más trabajo le cuesta a los niños confesar, por lo que es muy importante que pongas especial atención en cambios de humor, dolencias matutinas, pretextos para no ir a la escuela, o falta de apetito. Ante cualquier sospecha de maltrato escolar, acude al colegio y habla con las respectivas autoridades.

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5. Al profesor

Si tienes sospechas sobre si tu hijo siente temor hacia su profesor, te recomiendo que observes si su desempeño escolar ha disminuido, si muestra poco entusiasmo al levantarse, si no quiere participar en eventos o festivales del colegio, etcétera

6. Castigos

Ten presente que los castigos solo son aplicados para corregir alguna conducta, jamás para desahogar problemas. Es por eso que debes aplicarlos para sancionar una falta cometida, haciéndole ver al pequeño cuál fue ésta.

7. A perderse

No permitas que nadie le infunda este miedo a tu hijo. Hazle ver que tú siempre vas a estar cuidándolo, pero que para ello es necesario que no se aparte de ti. Poco a poco enséñale qué hacer si algo así sucediera en los diferentes lugares que frecuentas, como la tienda de autoservicio, la calle, escuela, etcétera.

8. Bajo rendimiento escolar

Para evitar su temor al tener que presentarte evaluaciones con calificaciones bajas, exprésale que, así como le han enseñado que tiene derechos en casa, así mismo debe cumplir con sus obligaciones, como es el estudio. Ínstalo a que se esmere más en ello.

9. Cariños “raros”

Aunque los niños no comprendan del todo lo que implica una relación sexual, bien pueden percibir cuando un contacto físico es desagradable para ellos. Si bien generalmente es difícil verbalizarlo, puedes detectar si algo así ha ocurrido en hechos como la falta de apetito, pesadillas frecuentes, cambio de carácter o mirada triste.

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Procura tener mucha comunicación con tu hijo para que aprenda a tenerte confianza y así pueda expresarte tanto sus dudas, como sus miedos, incluso cuando se trate de ti misma porque tú eres la persona más especial en su vida.

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Erika Gaytán

Oriunda de la tierra del taco, el mariachi y el folklore. Periodista de profesión y corazón. Por muchos años he tenido la fortuna de colaborar como docente en la educación de niños, adolescentes y jóvenes. La música, la enseñanza, la investigación, lectura y escritura son mis grandes aficiones.