A mi hijo adolescente no le entran algunas materias, ¿cómo ayudarlo? 2 pasos simples y efectivos

"Nunca voy a pasar esa materia", es lo que dice tu hijo adolescente ante una asignatura que no le agrada. ¿Cómo puedes ayudarlo?

Erika Gaytán

Me tocó entregar calificaciones a mis alumnos. Es uno de los momentos más delicados como docente, porque debes saber cómo hablarle al escolar para no llegar a lastimarlo, ni tampoco desanimarlo. A los adolescentes más destacados los estimulo reconociendo su trabajo, su esfuerzo y motivándolos para que sigan esforzándose más. En el caso de los alumnos con un aprovechamiento bajo o reprobatorio, les pregunto sobre el motivo o las razones por las cuales piensan que recibieron ese resultado.

Las respuestas son las mismas: “no tuve tiempo para estudiar”, “no le entiendo”, “me dio flojera”, “me puse nerviosa”, “no me agrada la escuela” o simplemente “no me gusta la materia”. Esta última fue la razón por la que una alumna destacada en otras áreas reprobó la mía. Seguimos platicando y me di cuenta que esta pequeña estaba totalmente cerrada a la posibilidad siquiera de hacer un esfuerzo para acreditar la asignatura, como si su desdén fuera suficiente para ignorarla de la tira de materias. Esto me llevó a cambiar de estrategia y “picarle en su orgullo” haciéndole ver que así como en la escuela va a encontrar materias que lo le agraden, así mismo en la vida se va a topar siempre con situaciones que no soporte, sin embargo, tendrá que superarlas si de verdad quiere triunfar y alcanzar sus ideales.

Si te percatas que tu hijo sale bajo en alguna materia en particular, habla con él y pregúntale la razón, sin regaños pero tampoco con la actitud de sobreprotegerle. Si la razón es que no le gusta, aconséjale las siguientes cosas:

1. Exponerlo a la titular

En alguna ocasión terminando mi primer día de clase donde se presenta el profesor y la asignatura, un alumno se acercó a mí y me dijo: “Maestra, yo no tengo nada contra usted, se ve que le gusta su trabajo. Pero quiero que sepa que a mí solo me agradan los números, las letras y sus reglas no me entran; espero que a la primera pase con usted”. Como balde de agua fría me cayó su comentario. Al principio me desconcertó, pero sinceramente me ayudó mucho para poner más empeño en mis clases y en especial en este chico. Por eso, te aseguro que al exponerlo algo le moverá al docente para aplicarse más.

2. Dale seguimiento

En casa también se puede y se debe apoyar. Recuerda que la etapa de la adolescencia es muy difícil, tanto para tu hijo como para todas las personas que lo rodean pero, sin duda, la presencia de sus padres -aunque traten de ocultarlo- va a ser siempre la más importante. Por ello, es necesario que te involucres en éste ámbito de manera muy sutil, sin que lo perciba como hostigamiento o como señal de que no confías en él. Como ya sabes que hay una materia complicada o desagradable para él, es válido que le preguntes de manera continua qué ha visto en clase, de esta forma harás que repase sin que se percate.

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No es fácil convivir con un adolescente y menos si se trata de tu propio hijo, pero te aseguro que vale la pena el esfuerzo si esto te va ayudar a tener a tu hijo mejor preparado y al mismo tiempo convivirás más con él.

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Erika Gaytán

Oriunda de la tierra del taco, el mariachi y el folklore. Periodista de profesión y corazón. Por muchos años he tenido la fortuna de colaborar como docente en la educación de niños, adolescentes y jóvenes. La música, la enseñanza, la investigación, lectura y escritura son mis grandes aficiones.