Amar sin temor: Cómo hacer frente a un esposo enojado

Tener un esposo enojado es un reto. El puede estar deprimido, estresado o tal vez no tiene la habilidad necesaria para expresarse emocionalmente de manera saludable.

Emily Christensen

Tener un esposo enojado es un reto. El puede estar deprimido, estresado o tal vez no tiene la habilidad necesaria para expresarse emocionalmente de manera saludable. Aquí hay algunos consejos sobre cómo hacer frente a un esposo enojado:

1. La seguridad ante todo

. Si tú, tus hijos o él mismo están en peligro a causa de su enojo, busca ayuda inmediatamente. Si es una emergencia, llama al 911 en los EE.UU., o a un servicio de emergencia similar en tu país. Si no se trata de una emergencia, pide ayuda a un refugio local de violencia doméstica o a familiares o amigos que te dejen quedarte con ellos. Pedir ayuda a un consejero también es una buena idea, para el carácter del cónyuge, para problemas matrimoniales, o para los niños que están teniendo la experiencia de un padre enojado. La ira es a menudo el otro lado de la moneda de la depresión, por lo que un consejero matrimonial puede ayudarlos con ambos síntomas.

2. Estar en el mismo equipo

. Los arrebatos de ira son a menudo el resultado de una percepción de injusticia, de sentimientos de falta de respeto, o de demandas aparentemente abrumadoras. Ser razonable, respetuosa y servicial son formas rápidas para unirse como pareja y reducir la irritación.

3. Establecer la seguridad emocional

. A veces las respuestas con enojo son causadas por sentirse herido o amenazado. Decir cosas amables en lugar de criticar, ser sincero en vez de burlarse, y escuchar atentamente ayudará a que tu pareja se sienta emocionalmente seguro.

4. Escuchar

A menudo la ira se intensifica cuando alguien no se siente escuchado, apreciado o que no le ponen atención. Al escuchar con reflexión, comunicar directamente, y reafirmando lo que tu pareja está diciendo le ayudará a sentirse comprendido.

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5. Enterrar las armas

Todas conocemos los puntos débiles de nuestra pareja, y podemos fácilmente decir un comentario hierente. Sobre todo cuando nuestro cónyuge está enojado, es posible que queramos defendernos o pensamos que nuestros ataques verbales están justificados. Esto sólo aumentará la ira, y en ese caso es mejor guardar silencio.

6. Cambien sus hábitos

Al igual que otros hábitos se forman, podemos desarrollar hábitos en la manera en que nos comunicamos y respondemos emocionalmente. Hacer cambios en el momento o el tono de nuestras respuestas, los tipos de cosas que decimos, y el estilo de nuestra comunicación pueden ayudar a romper los malos hábitos y construir otros nuevos que mejoren la salud emocional de nuestras relaciones.

7. Sean compañeros

Tu cónyuge es tu par, tu amigo, y tu compañero de equipo. No actúes como su mamá, no les hables como a un niño, ni los regañes. Compartan las responsabilidades, digan cosas amables, y disfruten juntos de actividades positivas. Diviértanse. Ríanse. Hablen. Sonrían.

8. Guarden su distancia, pero no se distancien

La relación más importante es entre esposo y esposa. Conversar sobre emociones, despejarse, pensar, aprender se hace todo como pareja y no con otras personas. Al mismo tiempo, el tener tiempo a solas como individuo es sano y es una necesidad para su estudio personal, meditación y autosuperación. Khalil Gibran dijo: “Que haya espacios en vuestra unión…. Y estád juntos pero no demasiado juntos, ya que los pilares del templo están aparte.”

9. Sean activos

. Una de las mejores cosas para la salud mental es simplemente salir a caminar todos los días. Si caminan juntos antes o después de la cena, éste también es un buen momento para hablar y escucharse. Cuando el clima es agradable para estar afuera, ese aire fresco y los paisajes pueden levantarles el ánimo.

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10. Se una persona individual

. Tener un esposo enojado no significa que también tienes que estar enojada. Si ya es esperado que tu esposo se enoje con frecuencia, eso no significa que tienes el derecho de provocarlo, pero tampoco significa que tienes que caminar de puntillas. Las consecuencias de los comportamientos irritados son culpa de quien se enojó, y no tienes por qué estar enmendando las cosas por ellos. Eso tampoco significa que tienes el derecho de castigar a tu esposo y no darle afecto o prestarle atención hasta que “se lo merezca”. No eres el juez imponiendo castigos a tu esposo enojón, pero tampoco tienes que cumplir su condena.

Volver a las bases del cuidado de tu pareja y aprender a expresar las emociones saludablemente puede ayudar a reducir la ira de tu esposo.

Traducido y adaptado al español por Amiel Cocco del original en inglés “Loving safely: How to cope with an angry spouse” de la autora Emily Christensen.

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Emily Christensen

Emily Christensen vive con su esposo en Oklahoma. Tiene un doctorado en Matrimonio y Terapia Familiar y está estudiando para obtener un título en Estudios Hebreos y Judíos. Su blog es: www.housewifeclass.com