¡Ayuda, mi suegra es súper metiche!
Mi suegra trata a mi esposo como su bebé y a mi siempre me quiere dejar mal
Erika Gaytán
Hace unos días me reuní con algunas amigas y en la conversación salió a relucir el tema de las madres políticas. Cada una expresaba sus quejas, pero también su admiración y agradecimiento para con ellas. Llegó un momento en el que parecía competencia al momento de destacar los desacuerdos que habíamos tenido, pero una de las presentes nos dejó calladas: “yo no sé qué hacer con mi suegra. Como mi esposo fue el último que se casó, entiendo que el apego entre ambos sea más fuerte, de hecho mi marido me había pedido que cuando nos casáramos fuéramos a quedarnos a su casa por lo menos una vez a la semana. Yo no tuve problemas al respecto, lo comprendo, lo que no entiendo es el hecho de que la señora entre a la recámara donde dormimos todas las veces que quiere sin ni siquiera tocar la puerta, o que lo trate como si fuera su esposo cuando estamos allá. El colmo es cuando va a mi casa, porque apenas entra, ya empieza a criticar mi casa y quiere organizarla, la verdad no sé cuánto tiempo pueda soportar eso”.
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Si de por sí el apego que existe entre madre e hijo es difícil tratarlo, cuando solo son madre e hijo la relación se vuelve todavía más fuerte; por lo que al aparecer otra mujer, la suegra no respeta límites y el hijo no hace mucho por ponérselos. Para que lleves una mejor relación con tu suegra te recomiendo que leas estos tres puntos que harán tu vida más tranquila:
1. Habla con tu esposo
En primer lugar debes hacerle ver a tu marido tu molestia, no solo por la actitud de su madre ante ti, sino también por la poca o nula intervención de él mismo. No se trata de que lo pongas en contra de ella, simplemente exprésale cuáles son tus molestias y las razones que tienes.
2. Tenle mucha paciencia
No cometas el enorme error de enojarte, recuerda “quien se enoja pierde” y tú debes de ser muy inteligente. Algunas suegras tienen como objetivo molestarte haciendo cosas que saben te desagradan, pero otras no lo hacen con ese afán, así que mejor espera a que tu esposo platique con su mamá.
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3. Agradece y reconoce su gran labor como madre
En caso de que tu esposo no sepa cómo hablar con su mamá, te recomiendo hables tú con ella, invítala a desayunar un día y exprésale tu profunda gratitud por la gran labor que hizo con su hijo al educarlo de la manera que lo hizo; gracias a la cual tú tuviste la bendición de encontrar a un hombre maravilloso. Sin embargo, es hora de que confíe en él y lo deje llevar su vida, por lo que es necesario que ella respete sus espacios.
La mayoría de las esposas se hacen la idea de que la suegra se vuelve su enemiga y principal competencia, pero no hay nada más falso. Si lo analizas con detenimiento, ella puede ser un gran apoyo. Algún día, estarás en su lugar y solo cuando llegues allí podrás entenderla mejor.
Erika Gaytán
Oriunda de la tierra del taco, el mariachi y el folklore. Periodista de profesión y corazón. Por muchos años he tenido la fortuna de colaborar como docente en la educación de niños, adolescentes y jóvenes. La música, la enseñanza, la investigación, lectura y escritura son mis grandes aficiones.
