“Banderas rojas” que debes tener en cuenta antes de comenzar una relación sentimental con alguien

Nadie es completamente malo o bueno, pero trata en lo posible relacionarte con personas que te respeten y valoren.

Erika Patricia Otero

En los últimos tiempos se ha popularizado la expresión “banderas rojas”. Se usa este término para señalar que se debe tener cuidado con algo.

Aplicada a las relaciones, las “red flags” indican señales a tener en cuenta en una persona para alejarse de ella. Es como un “¡Ten cuidado!, esta persona podría hacerte mucho daño”.

El problema es que cuando uno está enamorado pocas veces atiende a esas señales de alerta. Es como que sabemos que esa persona no nos conviene porque puede hacernos daño; pese a eso, se guarda la esperanza de que cambiará, o de que podemos hacerla cambiar.

Obviamente, también hay actitudes y comportamientos menos nocivos. Estos últimos reciben el nombre de banderas amarillas; lo que estás señales indican no es que debes alejarte, sino reducir la velocidad en el establecimiento del vínculo.

Hay una diferencia entre las “banderas rojas y las amarillas”. Mientras las Red flags pueden aplicarse como advertencias a todas las personas, las Yellow flags cambian dependiendo de las necesidades y deseos de cada persona en una relación.

Por ejemplo:

Una bandera amarilla puede ser la rapidez con la que la persona sales desea llevar la relación al siguiente nivel.

La bandera roja pueden ser pérdidas de control repentinas que terminan en estallidos de ira. Este comportamiento te hará saber que es una persona de la que debes cuidarte.

10 Red flags que debes evitar a toda costa en una relación

Las banderas rojas son comportamientos o actitudes tóxicas que algunas personas asumen al momento de relacionarse con una potencial pareja. A continuación, una lista de esas señales.

1 Celos sin motivo que llevan a querer controlarte

Los celos no son señales de amor, nunca los serán.

Alguien celoso desconfía de tu fidelidad y de su capacidad para tenerte a su lado con buenas artes.

Lo peor es que este comportamiento va de menos a más. Primero te hace reclamos; luego empiezan los gritos y las exigencias. Por ejemplo, ver tu WhatsApp; incluso pedirte las claves de tus redes sociales para saber con quién hablas. Por mucho que algunos insistan en que la pareja debe compartir este tipo de cosas, no es verdad; quizás dentro del matrimonio, pero ambos tienen derecho a su propia individualidad.

2 Hábitos de consumo dañinos

Una cosa es tomar un vaso de licor cada tanto y otra emborracharse todos los días. Lo mismo con la comida o hasta el consumo de psicoactivos.

Puedes amar mucho a una persona, pero créeme que una relación con alguien adicto te hará infeliz siempre.

3 Pérdida de control y estallidos de ira

Esta es la señal que considero más peligrosa. Una cosa es enojarse con justa razón; otra, perder el control por completo y ni siquiera ser consiente de sus actos.

Una persona así puede no solo ser violenta verbalmente; también puede ser agresiva emocionalmente, y en casos extremos, físicamente.

4 Mentiras

Las mentiras generan desconfianza. Además, son señal de falta de respeto y burla hacia ti.

Todas las personas merecen ser tratadas con dignidad; por esto, tener una relación con alguien mentiroso te hace foco de humillaciones de las que no tienes necesidad.

5 Actitudes infantiles

No me refiero a que le gusten los video juegos o las películas animadas; siempre es agradable una persona conectada con ese niño interno que sabe divertirse de manera simple.

Me refiero a ese tipo de actitudes que hacen que alguien sea completamente irresponsable con su trabajo, cuidado personal.

Una cosa es tener problemas económicos y otra muy distinta es a saber que tiene responsabilidades financieras y no asumirlas. Por ejemplo, irse de paseo el fin de semana con el dinero de la renta.

Las personas maduran de maneras diferentes, pero todos debemos ser consientes de las responsabilidades de los adultos.

6 Peleas constantes

Todas las parejas tienen malos entendidos, pero una cosa es uno al mes a pelear todos los días. Esto no es sano para nadie

7 Que no le agrade a tu familia

Muchas veces los terceros son capaces de percibir aspectos de nuestras parejas que a nosotros se nos escapan. Si tus conocidos te dicen cosas como “no me genera confianza”, abre los ojos y no desestimes sus impresiones.

8 Intermitencia en la relación

Nada que desestabilice a una persona que su potencial pareja aparezca y desaparezca a placer.

También puede ocurrir que ya iniciada la relación, una de las partes comience a “romper” y pocos días después regrese buscando el perdón. Una persona así es alguien irresponsable y dañino; no te toma en serio y te ve como un juego.

9 No respeta los límites que pones

Alguien que no respeta los límites que pusiste, está dispuesto a lo que sea con tal de lograr su cometido. Es una clara señal de que poco le importa tu voluntad. Muestra que en la relación se hace lo que esa persona diga y no hay punto de negociación. Probablemente quiera forzarte a asumir compromisos que no pretendiste jamás aceptar.

Estas personas también son muy dadas querer cambiar a sus parejas tanto en su aspecto como en su pensar. Esto ocurre porque cuando se da inicio a una relación llegan colmados de expectativas que desean que tu cumplas. No es malo esperar algo de alguien; lo “malo” es no respetar los límites que pusiste con el fin de proteger tu individualidad.

10 Manipulación emocional

Este punto gira en función de obligarte a hacer cosas que no deseas. Supón que quieres terminar la relación, pero esa persona no quiere; entonces comienza a decirte que si te vas se mata o se lesiona.

Pueden recurrir también generar lastima en ti o en victimizarse. Todo lo que buscan es tener control sobre ti y tus acciones.

Estas señales son solo unas cuantas banderas rojas que debes tener en cuenta al momento de relacionarte con una persona. No solo va en función de las relaciones sentimentales; los amigos también pueden ser muy dañinos si asumen este tipo de actitudes.

Ten presente que el amor comienza por el respeto que te tienes a ti mismo.

Erika Patricia Otero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.