¿Cómo ayudar a tu hijo a escoger su profesión?

Nene, ¿Qué vas a ser cuando seas grande? Si tu hijo o hija se encuentra en el momento en el cual debe decidir su vida en el aspecto laboral, es probable que el encontrar la forma de ayudarlo, sea tu principal preocupación.

Myrna del Carmen Flores

Elegir una carrera no es algo sencillo, pero sí de suma importancia. En los países latinoamericanos es común que las aulas de los primeros ciclos universitarios estén saturadas, mientras que en los ciclos subsecuentes el número de alumnos disminuye de manera notable.

Es indiscutible que existen múltiples razones para que esto suceda, tales como la situación financiera, enfermedades, etc. Sin embargo, una de estas razones se debe al desacierto al escoger una profesión.

La palabra clave de una buena decisión es “información”, interna y externa. Es decir, la información que tu hijo tenga sobre sí mismo, sus intereses así como la forma en que estos se relacionan en el campo laboral. El consejo que siempre les doy a los jóvenes, es que estudien algo que les fascinaría realizar, aún si no obtuvieran remuneración financiera por ello.

El proceso para elegir qué estudiar se simplifica al seguir estos puntos:

Conocer los intereses de tu hijo

El primer punto es reconocer cuáles son las actividades que más le interesa realizar. Por ejemplo, si le gusta hacer deporte, conocer la mente o el cuerpo humano, o tal vez le gusten las ventas, etc. Conociendo estos intereses, es posible relacionarlos con alguna actividad profesional. Es importante también, definir qué tipo de actividades con respecto a los intereses le gustaría realizar. Pudiera ser que le interese el cuerpo humano para curarlo (Medicina), o solo para saber cómo funciona (Biología).

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Conocer sus capacidades

Es importante saber lo que le gusta, pero de igual manera lo es, el conocer sus habilidades. Tu hijo tiene que imaginar la carrera profesional más allá de lo escolar. Al elegir, no sólo debe ver que el currículo se adapte a sus gustos o capacidades intelectuales, sino también a sus habilidades en la vida. Por ejemplo, alguien puede gustarle y ser excelente para las matemáticas o la teoría de la administración; sin embargo, no tiene la capacidad de liderazgo que un administrador de empresas necesita. En ese caso, quizás podría elegir Administración Fiscal o Contaduría Pública.

Vocación

La definición de vocación implica descubrir quién soy, cómo soy y hacia dónde quiero ir. No todas las personas encuentran su vocación de la misma manera; hay quienes reconocen desde muy temprana edad cuáles son sus inclinaciones laborales, mientras que a otros les es muy difícil encontrarlas. El orientador vocacional puede ayudar a tu hijo a encontrar la suya. Ellos utilizan herramientas como los test vocacionales; incluso tú mismo puedes encontrar en internet algunos muy sencillos como: el test para la identificación de intereses vocacionales y profesionales, oel Examen de orientación vocacional que propone el gobierno de Nuevo León, México. No obstante, no hay que olvidar que como lo dije antes, estos son solo herramientas que nos pueden guiar, ya que nadie puede saber qué le satisfará a tu hijo, más que él mismo.

Perspectivas laborales

Una vez elegidas las opciones, otro aspecto que tu hijo debe conocer, son las posibilidades de obtener un empleo después de terminar sus estudios. Qué tan saturada o cuál es la realidad de esa profesión en el aspecto laboral y financiero. En la actualidad existen universidades que ofrecen profesiones más acorde a los tiempos que estamos viviendo. Estudios con nuevas perspectivas y un amplio campo laboral.

Enfoque financiero

Sería buena idea que tu hijo y tú se sentarán a dialogar sobre el aspecto financiero de una carrera, ya sea técnica a nivel medio o universitaria. La deserción de los alumnos es causada muchas veces por la falta de recursos económicos. Lo cual puede evitarse con una buena planeación. Se debe tomar en cuenta todos los costos que el estudiar trae consigo: colegiaturas, gastos de traslado y alimentación, material didáctico solicitado en las escuelas, etc. Todo eso debe ser sopesado para así decidir la profesión y la institución a la cual tu hijo accederá. Sería igual de útil considerar las posibilidades de financiamiento o becas que pueden obtenerse.

Dale libertad

Tienes que encontrar un punto de equilibrio entre el apoyo que le ofreces a tu hijo y la libertad que él necesita para elegir; después de todo, de esta decisión depende su futuro laboral. Ayúdalo, dale consejos y opiniones, dale alternativas. Pero permite que sea él quien reflexione y se responsabilice de sus decisiones. Recuerda que también tiene derecho a equivocarse. Desde los primeros ciclos, los estudiantes notan cuando su elección fue errónea, pero es el miedo a decepcionar, o ser juzgados por sus padres, lo que los obliga a continuar en algo que no les llena de una forma completa. Dale un margen de tiempo para que pueda cambiar su elección, en caso de ser necesario. Será un ciclo perdido, pero, ¿no sería peor perder toda una vida?

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Son unos pasos sencillos, pero no tan difíciles de realizar. Infórmate de las carreras o instituciones de tu localidad. Esto te ayudará a vislumbrar el panorama de una manera más sencilla. Y prepárate para ver a tu hijo luchar, pero al mismo tiempo sentirse satisfecho con cada uno de los logros que vaya alcanzando, porque como bien lo indica Cindy Peterson “El establecimiento de metas es esencial para todas las personas, sin importar la edad“.

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Myrna del Carmen Flores

Myrna del Carmen Flores es maestra de inglés y madre de dos jóvenes. Puedes contactarla en