Cómo puedes evitar hacer el ridículo

Un conocido refrán dice lo siguiente: “De tanto caer, ya lo hago con estilo”. Si todavía no aprendes a hacerlo "con estilo", te dejo algunas cosas que puedes hacer para evitar hacer el ridículo.

Erika Otero Romero

Un conocido refrán dice lo siguiente: “De tanto caer, ya lo hago con estilo”. Hoy quiero aplicarlo al hecho sencillo de que todos alguna vez hemos hecho el ridículo. Sería mucho más fácil si fuéramos lo suficientemente osados y relajados para reírnos de nosotros mismos, así pasaríamos menos vergüenzas; yo en lo partículas admiro a las personas que son capaces de reírse de sí mismos, eso les da un aire tan juvenil y relajado que parece que nada les perjudica.

La verdad es que no todas las personas son capaces de lidiar con el bochorno que trae consigo hacer el ridículo, y por esa razón me gustaría aconsejarte algunas actitudes a las que puedes recurrir para evitar sentirte mal a causa del ridículo.

1. No hables jamás de lo que no conoces

Hacerlo te evitará pasar por ignorante (sin serlo), o por pretencioso. Es claro que nadie está en la obligación de saber de todo un poco, pero si vas a pisar terreno que te puede poner en aprietos, al menos no lo hagas con afirmaciones categóricas: siempre es mejor reconocer tus límites, y aprender de tu interlocutor, si es una persona que sabe.

2. Piensa dos veces antes de decir una ocurrencia

En ocasiones decir lo primero que se te pasa por la cabeza puede resultar embarazoso, no solo para ti, sino para quienes te escuchan, y todo por obra y arte de la imprudencia. Por lo tanto, piensa antes de decir lo primero que se te ocurra, créeme, sé de qué hablo ya que mi imprudencia muchas veces me hizo sentir incomoda y, de paso, lastimé a quien me escuchaba.

3. No asumas posturas que te dejarán en evidencia

Si ya has metido la pata, lo único que queda por hacer es que no asumas una posición que te haga empeorar lo que ya has hecho. Si es posible excúsate con quienes presenciaron el hecho y vete de ahí tan pronto como puedas. Lo bueno es que vas aprendiendo sobre el camino lo que debes y no hacer en público tanto para tu bien, como para el de los demás.

Advertisement

4. No pienses que mereces las burlas de los demás

¡Eso jamás!, nadie merece ser humillado o sometido a escarnio público. No olvides que eres tú quién permite que los demás te lastimen, o no. Empodérate de la situación y poco a poco te irás haciendo más segura de ti misma.

5. Jamás dejes de hacer lo que te gustan por temor a lo que digan los demás

Ten presente lo siguiente: no puedes complacer a todo el mundo —y tampoco es tu deber hacerlo—. Así que siendo conocedor de que solo debes cumplir con tus propias expectativas, actúa acorde a tus propósitos sin pasar por encima de los demás, y sin permitir que te dañen.

6. No te avergüences de ti misma

No hay una razón que justifique que por una imprudencia de menos de un minuto, sientas vergüenza eterna y te auto condenes a la amargura. Con el tiempo aprenderás a asumir tus responsabilidades y a superar la vergüenza con madurez.

Te puede gustar: Cómo desarrollar en tus hijos ese “sexto sentido” que les ayudará a comprender a sus semejantes

7. No te enfades con los demás

Es parte de asumir las consecuencias de los errores cometidos, que reconozcas que muchas veces, cuando alguien se ríe de ti, es en parte tu responsabilidad. No le des más importancia a la situación de la que se merece. Mejor levanta tu rostro y piensa que tú no eres la única que ha hecho el ridículo de vez en cuando.

Advertisement

8. Pensar que eres inferior a los demás

Todos en algún momento de su vida han hecho peores ridículos que tú, así que no te sientas menos por causa de tus equivocaciones, ya que de esas caídas es que se aprende a ser mejor cada día.

No te tomes tan en serio las burlas y risas de los demás ante el ridículo que has hecho. Con el tiempo aprenderás que una persona es más sabia tras cada situación complicada que experimenta, tú solo preocúpate por superar tus dificultades y seguir adelante sin burlarte de quienes también —en su momento— como tú, han hecho el ridículo.

También te puede interesar: Tu vida está llena de sentido pese a las circunstancias

Toma un momento para compartir ...

Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.