Cómo saber si tu hijo está desarrollando una adicción a los videojuegos

Los videojuegos parecen estar hechos para ser divertidos, pero eso es una verdad a medias. Están hechos para ser adictivos. Como padres es vital saber cuál es la diferencia para tomar acción si vemos que nuestros hijos est...

Denhi Chaney

Cuando la primera consola de videojuegos salió a la venta, miles de personas compraron tal producto y disfrutaron muchas horas de entretenimiento frente a la pantalla. En ese entonces se creía que no había consecuencias negativas, y tampoco se hablaba de un potencial adictivo. Era simplemente un juego. Desafortunadamente, ahora sabemos que en muchos casos no es simplemente un juego sino una forma de escapar este mundo y puede convertirse en una verdadera adicción que va más allá de la infancia o la adolescencia, y puede causar muchos problemas personales. En muchos casos esta adicción continúa hasta el matrimonio en donde varias esposas confrontan la triste realidad que esta consola es realmente más importante que ellas. No cabe duda que existen varias consecuencias negativas para aquellas personas que se vuelven adictas.

Es importante mencionar que al jugar videojuegos no quiere decir que inmediatamente se creará una adicción. No todas las personas que juegan videojuegos se vuelven adictos, y por esto mismo es importante saber qué podemos hacer como padres para prevenir una futura adicción. El tipo de juegos influye bastante, juegos violentos y/o sexuales tienen más facilidad de convertirse en adicción, así como también aquellos juegos en donde podemos jugar con otras personas alrededor del mundo. El tiempo que un niño juega también influye, en cuanto más jueguen más facilidad para convertirse en adicción, por esto mismo es importante que como padres limitemos el tiempo que tengan permitido jugar así como también qué tipo de juegos pueden jugar. Sin embargo, si no hemos notado atención a estos factores y sentimos que algo ya está mal, es importante reconocer un posible problema antes de que una adicción se desarrolle.

1. Una obsesión con cierto videojuego o consola

El tener una obsesión puede indicar que tal vez un hábito se esté desarrollando, y muy pronto también una adicción. Una obsesión consiste en querer jugar casi todo el día, incluso saltarse comidas y dormir muy poco con el fin de seguir jugando. También consiste en hablar principalmente del videojuego y no ser capaz de realmente hablar de algo más. Si ves esto en tu hijo es tiempo de tener una conversación y limitar el uso del videojuego.

2. Cambios de humores aparentes y radicales

El jugar videojuegos sirve una función en principal, aquella de escapar esta realidad y de esa forma lidiar con sentimientos negativos. En otras palabras, escapan de sus sentimientos jugando enfrente de la pantalla. Como no están aprendiendo a lidiar eficientemente con sus emociones es muy común que cuando no están jugando y algo les molesta respondan de forma drástica. Es decir, un niño que usualmente era muy alegre y apacible de repente se vuelve impaciente, huraño, y enojado. También se puede presentar que el niño que una vez fue alegre ahora se ve deprimido y con poca energía.

Si al terminar de leer esto pensaste en tu hijo y que algunas cosas son sorprendentemente similares, es importante buscar ayuda y tener una conversación seria pero muy amorosa con tu hijo. Es importante mantener la calma y saber que aun cuando todas estas características se estén manifestando en tu hijo no quiere decir que tenga una adicción, y tal vez llegaste justo en el momento adecuado para hacer la diferencia. Seré un proceso de adaptación para los dos, pero nunca te arrepentirás de haber hecho algo en lugar de no haber hecho nada.

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El punto de vista del autor no necesariamente representa la opinión editorial

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Denhi Chaney

Denhi Chaney es egresada de la Universidad de Brigham Young con maestría en Terapia de Matrimonio y Familiar. Denhi también es esposa y madre de un niño. Puedes contactarla en .