Cómo seguir amado a tu pareja cuando todo parece derrumbarse 

"Estarán juntos en las buenas y las malas, hasta que la muerte les separe".

Erika Patricia Otero

Cuando una pareja une sus vidas en matrimonio ya sea por un ritual religioso o por lo civil; lo usual es que prometan “Estar juntos en las buenas y en las malas, en la salud y la enfermedad, hasta que la muerte los separe”.

Quizás pueda parecer una “frase de cajón” dicha como parte de la ceremonia nupcial, pero lo cierto es que es una PROMESA, y como tal no debería tomarse a la ligera.

Si tú eliges casarte con alguien es porque no solo le amas, si no que confías en él o ella. Básicamente tú le estás dando las llaves para que, una de dos: para que te apoye, ame y proteja; o por el contrario, para que te destruya, y por supuesto, tu no esperas que esto ocurra ¿o si?

La prueba de fuego de todo matrimonio

Estar casados y tener una vida feliz es el sueño de todas las parejas; pero es sueño al fin y al cabo, porque la realidad es otra.

Las parejas que saben que no solo van a tener buenos momentos al lado de quién aman y esperan con prudencia las situaciones difíciles son quienes están más dispuestos a luchar por el equilibrio de su relación amorosa.

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Por supuesto que para hacerlo, hay que tener una muy buena dosis de comprensión y ganas de luchar por lo que un día prometieron; estar juntos hasta la muerte o más allá del fin de los tiempos.

El asunto es que muchos de esos momentos de dificultad; ya se trate de problemas financieros, enfermedades prolongadas, perdida del empleo o cambios extremos en la estabilidad de la pareja, ponen en el filo de la navaja a cualquier relación, por mucho amor que haya entre las partes.

Mantenerse unidos en momentos de dificultad

Es justo en esos momentos que sabes de qué material estás hecho para enfrentar las cosas malas de la vida al lado de tu cónyuge. La triste realidad es que muchos no pasan esa prueba, y optan por huir, en lugar de luchar y apoyar a su pareja; tal y como es el caso de las situaciones de enfermedad crónica.

Al respecto, un estudio llevado a cabo por Amelia Karraker, concluyó que en Estados Unidos, los matrimonios donde la esposa es diagnosticada con una enfermedad grave, hay un 6% más posibilidades de divorcio en comparación con la uniones donde ambos miembros están sanos. En contraste, no encontraron diferencias cuando quien tiene una enfermedad crónica es el esposo.

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Te preguntarás entonces por qué razón hay más posibilidades de que la esposa apoye al esposo en enfermedad y no al contrario. No puedo darte una respuesta certera, pero lo que si puedo decirte es que las razones son por completo individuales.

Lo que si es cierto es que una enfermedad como el cáncer o esclerosis pone a prueba al más fuerte de los seres humanos. Ahora bien, hemos contemplado un solo evento difícil: la enfermedad del cónyuge femenino, cuya tasa de divorcio es del 6%; imagina entonces cuantos divorcios podrán suscitar eventos como la pobreza, intromisión de terceros, perdida del empleo, esterilidad (por nombrar unos cuántos), deben ser bastantes ¿no crees?

¿Cómo puedo hacer válida mi promesa de “Estar juntos en las buenas y la malas”?

Como no voy a enfocarme en lo negativo del asunto, lo que voy a hacer es darte algunas soluciones para que puedan enfrentar las dificultades en su matrimonio y salir bien librados de ellas. A continuación las encontrarás.

1 Piensa que nada es para siempre

Absolutamente nada, ni lo bueno, ni lo malo, ni lo feo van a durar toda la vida; es cuestión de perspectiva y de cómo decidan afrontar los problemas que se les presenten. Si se concentran en las dificultades, lo único que van a lograr es cargarse de ansiedad y no hallar soluciones a lo que les está afectando.

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Por el contrario, esforzarse por tratar de mantener la calma, salir a caminar en pareja y hablar de temas diferentes a los que les están afectando, les ayudarán mucho mas rápido a encontrar la solución que tanto necesitan.

2 No se culpen por los malos momentos

Es algo usual que comiencen a culparse por lo que sea les esté afectando en esos momentos; lo cierto es que a veces esas situaciones ni siquiera son culpa de los miembros de la pareja.

En lugar de caer en ese circulo de deterioro, hablen y traten de entender qué es lo que los ha llevado hasta esa situación, y en caso de encontrar que si hay algo de culpa, perdonen y apóyense, pero no se culpen.

3 Aprende a escuchar

Es mucho mejor saber escuchar que discutir sin parar. Una persona que sabe escuchar y entender lo que su compañero de vida dice, gana mucho más que alguien que solo quiere discutir y pelear por lo más mínimo.

Escuchar te ayuda a entender cómo se siente tu pareja, pero además te evitas una perorata sin fin. Práctica la regla 80/20 (escuchar el 80 por ciento y habla el 20 por ciento; cuando aplicas esta regla el resultado es increíble pues aprendes cosas de tu pareja que no tenías idea que sentía o pensaba.

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La importancia del apoyo al cónyuge

Tú pareja confía en ti y te necesita. Es posible que la situación que estén pasando ni siquiera te esté afectando a ti de manera directa (cambio de empleo o problemas con las amistades o en el trabajo) pero saber ponerte de su lado te hace comprensivo, respetuoso, responsable; además, es un excelente momento para demostrarle de qué estás hecho, cuánto le amas y le importas, así que no dejes pasar está situación cuando puede unirlos aun más de lo que ya están.

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Erika Patricia Otero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.