¿Cómo superar una condena en prisión?

Son muchos los inocentes que aun siéndolo terminan presos, o los que cometieron delitos de forma fortuita y no por vocación delincuencial. Sin importar en qué grupo entras, este artículo es para ti.

Yordy Giraldo

Antes de llegar al meollo del asunto, permítanme ponerlos en perspectiva. Desde el año 1959 y hasta la fecha, la carne de res en Cuba es comercializada solo por el Gobierno, y desde hace décadas se distribuye casi en exclusiva para el turismo internacional. Les cuento todo esto porque quiero compartirles cómo fue que un familiar terminó en prisión.

Resulta que para alimentar a su familia compró en el mercado negro dicha carne, y el más pequeño de sus nietos, en su inocencia, presumió en la escuela que la había comido. La profesora lo denunció a las autoridades y mi primo tuvo que cumplir una condena de cuatro años en prisión. Él jamás pudo superarlo. Estar en prisión no es exclusivo de delincuentes. Pero, sin importar cómo sucedieron las cosas o que hayas pagado la deuda con la sociedad, una vez que se ha estado preso, acceder a oportunidades laborales, las relaciones de pareja, e incluso la dinámica familiar no volverá a ser la misma.

Te puede interesar leer: Mi hijo en prisión, las cosas que como familia aprendimos de esa experiencia

¿Cómo hacer vida siendo un ex convicto?

Sin embargo, tampoco podemos hablar de que la vida acaba. Si bien es cierto que le experiencia es traumática en todos los niveles, superarla tampoco es un imposible. El secreto está en enriquecernos de forma tal que lo que tenemos para ofrecer sea visible para todos, empezando para nosotros mismos. Aquí algunas sugerencias:

1. Busca ayuda psicológica

Necesitas recomponer la relación con tu familia, tu autoimagen y superar el trauma de haber estado recluido. Aunque no haya cicatrices físicas, sí quedan las emocionales. Necesitas reforzar los lazos afectivos y refugiarte en el amor de los tuyos. Ya cumpliste tu condena, no te aferres al pasado.

Advertisement

2. Aléjate del ambiente que te llevó al encierro

Mientras mayor sea el número de problemas con la ley, mayores van a ser los obstáculos para rehacer tu vida. Un error lo comete cualquiera, pero si reincides eso habla de que has perdido el camino. Piensa seriamente en la posibilidad de alejarte y comenzar de nuevo.

3. No te asumas delincuente

Hay una diferencia entre quien paga una condena y quien es delincuente. Son muchos los inocentes que aun siéndolo terminan presos o los que cometieron delitos de forma fortuita y no por vocación delincuencial. Sin importar en qué grupo entras, no te asumas delincuente, porque si lo haces actuarás como tal.

4. ¡Prepárate, supérate!

Tus ofertas laborales serán limitadas, seamos honestos. Pero puedes prepararte para ser el mejor dentro del área en que te desenvuelvas. Un negocio propio también es opción. Necesitas preparación para cumplir el trabajo, experiencia para hacerlo bien y ser el mejor para ser recomendado.

Las prisiones son lugares diseñados para castigar. Son obscuros, peligrosos y sobrevivir en ellos es cosa difícil. Sé consciente que buscan dejar en claro a los que están allí que son malos y merecen el escarmiento. Tu meta una vez que eres hombre libre es luchar contra los efectos de la reclusión y demostrarte que existe vida después de la cárcel.

No dejes de leer: ¿Entregarías tu hijo a la justicia?

Advertisement
Toma un momento para compartir ...

Yordy Giraldo

Yordanka Pérez Giraldo, Cubana de nacimiento, mexicana por elección.