Cómo tu hijo te enseñará a superar la adversidad

Seguro has estado buscando la sabiduría de la vida en las personas equivocadas. Tus niños son los mejores maestros. Un niño es un sabio y ejemplo sobre cómo superar la adversidad.

Erika Otero Romero

¡Bendecido quien tenga niños en su hogar!, porque ellos son ejemplo sobre cómo superar la adversidad. Trabajé por seis meses con niños de 2 a 10 años. Pequeños de escasos recursos que a veces llegaban a la guardería sin haber desayunado ni siquiera un chocolate con pan. Mi trabajo con ellos era sencillo: constaba de otorgarles, mediante juegos y clases didácticas, la posibilidad de empoderamiento de su medio ambiente, a fin de crear a futuro líderes capaces de sacar a su medio de la situación difícil en que vivían. A mitad de mañana, entre juegos y actividades, se les servía un refrigerio y a mediodía, junto con los niños que asistían de manera voluntaria a recibir el taller, llegaban el resto de niños que apadrinábamos para que tuvieran garantizada por lo menos una de las tres comidas al día. Una cosa que nunca dejó de sorprenderme era el cómo ellos sabían expresar tanto amor y agradecimiento por tan simples detalles. Debo decir que ese fue uno de los mejores empleos que jamás tuve.

Trabajar con niños requiere sabiduría y paciencia, pero también poner en juego una capacidad increíble para aprender de ellos TODO lo que tienen para enseñarte. Y es que como adultos creemos que de los niños no podemos aprender nada, pero ¡cuán equivocados estamos! Ellos son francos y honestos, tienen la capacidad de entretenerse con el más simple de los juegos y si les enseñas con paciencia y amor te agradecerán para siempre esa dedicación para con ellos.

Tu hijo puede enseñarte a superar la adversidad

Si tienes niños, prepárate, porque cada día será una nueva lección, y para poder sacar el mejor beneficio de ello solo debes tener la atención puesta en cada nueva experiencia, como sucede en estas cuatro siguientes:

1. Sinceridad y honestidad

Ten en cuenta que ellos jamás dirán mentiras, y si con el tiempo han APRENDIDO a mentir, entonces quizás has descuidado algún aspecto relacionado con ello.

2. Buen vocabulario

Corregir las palabras mal dichas así como las palabras de “grueso calibre” en un niño, es cosa de atención por parte de los adultos. Una técnica que puede resultar efectiva es la de ignorar cuando el niño dice una mala palabra o cambiarla por una inofensiva; si esto no da resultado, hay que explicarle que decir eso no tiene sentido y que si la repite tendrá consecuencias. ¿En qué te beneficia? En que si tienes por costumbre decir palabrotas dejarás de hacerlo, por el bien de los pequeños.

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3. Volverás a ser niño

Eso tenlo por seguro, ya que si quieres o no vas a tener que jugar con ellos o leer cuentos infantiles, lo que te ayudará a olvidar tus problemas por lo menos en una buena parte del día.

4. Tendrás una vida espiritual activa

No hablo de profesar alguna religión en particular, sino del sinnúmero de interrogantes que te van a plantear respecto a la naturaleza, el amor e incluso la vida y la muerte; desde luego tendrás que estar preparado para afrontar con valentía y paciencia sus preguntas.

La vida es corta, bien lo debes saber, ya que ves crecer a tu hijo frente a tus ojos: el bebé que ayer era hoy ya gatea y mañana ya correrá con agilidad; así que cada momento es corto para disfrutarlo, aprender y crecer junto con ellos. No importa si eres padre o madre, tío o abuela, el gran tesoro que un niño tiene para compartir es de gran valor y no debes desperdiciarlo, pues hoy pueden estar pero mañana no. Disfrútalos cada momento.

Toma un momento para compartir ...

Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.