¿Comprometida con un hombre mucho mayor que tú? Entonces debes leer esto

Las relaciones de hombres mayores con mujeres jóvenes no son extrañas, ni nuevas. Por cierto, tienen muchas posibilidades de ser largas y estables si se consideran las siguientes recomendaciones. Te invito a conocerlas.

Emma E. Sánchez

Se considera una relación “entre iguales” cuando hay hasta diez años de diferencia entre la edad de uno y otro en la pareja. Pasando los diez años y hasta veinte de diferencia, las relaciones comienzan a ser desequilibradas y con mayor probabilidad de no ser duraderas: porque la diferencia de edad hace suponer que uno fallecerá mucho antes que el otro, o bien, porque es tal la brecha generacional, que surge una incompatibilidad total.

Algunos psicólogos sostienen que cuando una mujer busca a un hombre mayor, es porque tiene en su haber necesidades afectivas no resueltas con su padre, y el mismo caso cuando los hombres buscan a una mujer mayor. Haciendo a un lado estas teorías, vamos a concentrarnos en la relación entre una mujer más joven que el hombre. ¿Qué hacer para que ésta funcione?

1. La atracción física no es determinante

Este tipo de relaciones no se fundamentan, en la mayoría de los casos, en la atracción física. Por lo tanto, tú como mujer (y la pareja en conjunto) debes trabajar mucho en las cosas que les hacen ser felices, en aquello que les atrajo el uno del otro, y así no permitir que otros desafíos los separen. Cuando la atracción es más por admiración, por la experiencia o el poder, la relación está en serio riesgo, pues en algún momento algo te decepcionará del ser idolatrado y entonces el amor se acabará. Por eso, trabaja y enfócate en las cosas que les unen, mismas que no se basan en cosas superfluas.

2. La sexualidad está en un segundo plano

Las cuestiones de sexualidad e intimidad en la pareja están en segundo plano y no tienen gran importancia. Este es uno de los grandes desafíos que experimenta una mujer en una relación de este tipo, pues cuando ella está en su plenitud sexual, la del hombre va en decadencia. Debes estar muy consciente de esta situación y en verdad tomar la decisión de estar con una persona con quien la vida íntima no podrá tener mayor relevancia, o bien, que la puede tener en el presente pero que dejará de ser así a mediano plazo.

3. Evitar paternalismos o celos

Las relaciones de este tipo fallan cuando la mujer se comporta, vive y es tratada como una hija, no como una esposa. La relación debe ser igualmente equilibrada: ambos cónyuges están en igual situación y compromiso en la relación, por lo que el diálogo y la confianza deben ser plenas y totales.

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Los celos son otro factor que termina con los matrimonios en general, pero en particular en este tipo de relaciones los celos son doblemente dañinos, pues el esposo, al saberse mayor y con menor capacidad sexual, se muestra molesto si algún hombre joven aparece en la vida de ella. Considera los sentimientos de tu esposo, con diálogo y entendimiento todo esto se puede vencer.

4. No desean hijos

Algunos hombres que viven este tipo de relaciones, con frecuencia ya han tenido otros matrimonios previos, e inclusive ya han tenido hijos y hasta nietos. Por lo tanto, ya no les significa nada especial la idea de volver a empezar una familia con niños pequeños. Por otra parte, muchas mujeres jóvenes ansían con todo su corazón convertirse en madres y, al mismo tiempo, tienen el temor de embarazarse y que el bebé nazca con algún problema por causa de la edad del padre. ¿Cómo lidiar con estos deseos y temores? Honestidad en expresar lo que sentimos y deseamos, dialogar y llegar a acuerdos.

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5. La cuestión económica

Casarse con un hombre mayor muchas veces significa llegar a una casa ya establecida, con horarios, formas y límites ya impuestos; en suma, puede ser incorporarse a un hogar con una vida hecha de por medio y con las mínimas estrecheces económicas, pues ya se vive de los frutos de una vida de trabajo previo. Pero, al mismo tiempo, se corre el riesgo de perder lo que se tiene y ya no tener la fuerza, la vitalidad y la oportunidad de volver a empezar. Aquí la recomendación es la siguiente: como cualquier otra mujer, debes seguir capacitándote, estudiar, mantenerte actualizada y buscar manejar tu propio dinero para siempre estar preparada para cualquier eventualidad.

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6. Aceptar el cuidado de la salud

Los cuidados médicos de una persona mayor son la orden del día y la prioridad. Al unirte con una persona mayor, debes estar muy consciente de que pronto te convertirás en su cuidadora y que tus necesidades personales deberán quedar en segundo término. Tal vez se escuche muy mal, pero en ello radica la importancia de desarrollar el amor, pues es por esta razón que todos cuidamos a nuestra familia y lo hacemos con devoción.

7. Asumir que habrá críticas y aceptar la imagen de ti misma

Prepárate para ser el blanco de las miradas y recibir comentarios de todo tipo; la gente, desafortunadamente, es así. Entre hombres es común que si alguno se casa con una mujer mucho más joven se le aplauda y celebre. Mientras que, cuando es al revés, se reprueba y oculta. La mujer es constantemente la primera víctima de la burla y el escarnio público, tus propias amigas y familiares te lo harán sentir y saber puntualmente. Aquí lo más importante es que tú te sientas cómoda en la relación, que no te avergüence salir con él y mostrarse en público. Que te guste cómo se ven en fotos y lo bien que te sientes a su lado, en cualquier lugar.

Si nada de esto te molesta y has considerado con tu pareja estas cuestiones, entonces, amiga, ¡disfruta de tu relación y sé muy feliz!

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Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.