Conductas que debilitan cualquier relación amorosa

Cuando nos encontramos en una relación amorosa, nos enfocamos en desarrollar actitudes que la fortalezcan. ¿Qué pasa con aquellas cosas a las que no damos tanta atención, y pueden estar destruyendo nuestra relación?

Paola Enriquez

A mis 20 años de edad, no puedo decir que soy “experta” en relaciones amorosas; creo que aún me falta muchísimo por descubrir, incluso puede que nunca lo descubra todo. Aun con esta poca experiencia, he aprendido a escuchar a mis amigos y familia conociendo las variadas situaciones por las que ha pasado cada uno de ellos en su vida amorosa. Si bien no he aprendido por completo qué hacer para que una relación funcione, sí me ha quedado muy claro qué es lo que no debe hacerse.

Hace algunos días encontré un par de artículos sobre unos estudios realizados por el psicólogo John Gottman, en los cuales han analizado las relaciones de distintas parejas por un periodo bastante amplio. En ellos pude encontrar que hay cuatro principales conductas que debilitan una relación amorosa, y éstas son:

1. Criticar

Cuando comienzas a reprocharle a tu pareja actitudes, su manera de ser o actuar, las cosas no terminarán bien. Estas actitudes van desde lo más simple, como criticar su carrera, su forma de vestir, de pensar o de expresarse, hasta incluir reproches por las personas con quien convive, o incluso por su familia. En este tipo de “ataques” solo se reclaman asuntos que están fuera del control de ambos, por lo que solo se sentirán frustrados, inclusive enojados, llegando así a desencadenar otro tipo de problemas en la pareja.

2. Menospreciar

Esto se hace no solo con palabras, como lo son las críticas o las burlas. También se utilizan las miradas, gestos o sonidos que comunican de manera muy clara el rechazo o menosprecio que alguien está sintiendo. Estos comportamientos derivan en reacciones como el enfado hacia la pareja, desinterés, falta de deseo sexual o el simple hecho de no querer estar con la otra persona, por la manera en que se sienten y comportan cuando están cerca.

3. Actitudes defensivas

Con ellas se busca justificar o negar las actitudes mencionadas anteriormente. Existen diversos factores sociales y/o laborales (como problemas económicos, estrés por el trabajo o los hijos, entre muchísimos otros) que afectan el estado anímico de la pareja. En la mayoría de las ocasiones, las personas buscan depositar en la pareja problemas que le son ajenos o sobre los cuales no tienen responsabilidad alguna, mucho menos los pueden controlar.

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4. Cerrarse en sí mismo

Cuando una pareja llega al límite de sus capacidades, uno o ambos deciden cerrar por completo toda vía de comunicación verbal y emocional. Prefieren ignorarse entre ellos, ignorando también sus problemas. Esto impide que ambos trabajen por resolver sus diferencias, lo que termina distanciándolos aún más.

Si nos dedicamos a buscar, poderemos encontrar toda clase de estudios y publicaciones similares a las que cito aquí. Al analizar los patrones en mis relaciones, en conjunto con lo que me han contado de las suyas mis amigos y familiares, pude llegar a la conclusión de que en muchos casos son estas conductas las que han conducido al término de la relación.

Por otra parte, que estas conductas se presenten no significa que la relación vaya a terminarse. Desde mi punto de vista, una pareja, si así lo quiere, puede y debe luchar por resolver el conflicto de la manera más adecuada. Para esto, es necesario fortalecer la comunicación que hay entre ambos y crear un ambiente de tolerancia y respeto.

Los problemas no pueden evitarse y, aunque parezca extraño, son normales y hasta necesarios. Los altibajos son importantes para crear lazos de relación fuertes. Una vez que una pareja ha afrontado este tipo de conflictos y encontrado la manera más eficaz de resolverlos sin dañar la relación, los problemas que se presenten en un futuro serán más fáciles de resolver, pues han aprendido cómo sobrellevarlo, de una manera que no es dañina.

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Paola Enriquez

Estudiante de Psicología. Interesada en la mejora de la estructura y la convivencia familiar, así como en la crianza y desarrollo de los niños.